«Little Things» |FELIX|

Chapter Three

Apenas entro a la clase de matemáticas me doy cuenta de que la mayoría de los que habían visto el desastre son mis compañeros de clase, desgraciadamente.

Parece que la mayoría se conocen desde hace años. O se conocieron hace poco, pero ya se tienen mucha confianza.

Me adentro en el aula, y me siento en uno de los últimos asientos, en la esquina del lado derecho, para no llamar la atención.

-Hey- dice un chico que está a mi lado- ¿Eres el nuevo, cierto?

-Si...- digo con algo de nervios. De seguro había visto todo- Soy Felix.

-Yo soy Bang Chan- me acerca su mano, y yo la estrecho-. ¿Eres extranjero?

-Si, de Australia.

-Awesome, bro, me too- dijo el chico en nuestro idioma natal, con acento australiano-. Nos vamos a llevar muy bien.

-¿Hablas con el nuevo, Chan?- una chica se sienta justo delante de mí. Su enagua es tan corta que deja ver un pequeño tatuaje en la parte superior de su muslo-. ¿No viste el desastre que acaba de causar?

Maldita sea.

-No, ¿que sucedió?

-Se metió al baño de chicas- la chica se aparta el grasoso cabello del rostro.

-No fue con intención- digo apretando los puños, con expresión seria.

-Lo sé- dice la chica con voz dulce-. Me empujaste mientras corrías al baño. Se veía que tenías que vomitar. Pero aquí la gente se toma todo en serio, así que trata de mantener la comida en tu estómago o subir las escaleras la próxima vez- me guiñó un ojo con una pícara sonrisa dibujada.

Asiento, con una pequeña sonrisa.

-Soy Momo, por cierto- dice la chica girando su cabeza.

-Felix.

-Te diré girlboy. Todos te dicen así ahora- sonrió Momo maliciosamente.

-Genial- hice una sonrisa fingida, y miré al resto de mis compañeros de clase.

Al frente de Chan había un chico que parecía bastante concentrado en su teléfono. En frente de Momo había una chica que parecía poder quedarse dormida en cualquier momento.
Y más allá... el chico de los lentes.

Estaba sentado justo al frente, y no parecía estar interesado en hablar con nadie. Sus lentes ya no estaban, y miraba la pizarra con ceño fruncido y ojos entrecerrados.

-Hola a todos. Como ya sabían, soy el Señor Jong- dice el maestro entrando al salón

Ahora entiendo a que se refería Olivia con "el aspecto" del profesor de matemáticas. Tiene la cara repleta de acné, y verrugas. Sus mejillas están tan repletas de espinillas, puntos negros y demás, que están tan hinchadas como las de una ardilla.

-Espero que ya se hayan presentado con Yongbok, el chico nuevo. Pero, si no es así... Yongbok, ¿gustas pasar al frente a presentarte?- prosigue, dirigiéndose hacia mí.

Todos se voltean hacia atrás, mirando a la persona sobre la cual es profesor tiene clavada la mirada. Es decir... yo.

Me paro de mi asiento, y comienzo a caminar hacia el "estrado" qué hay siempre en las clases coreanas.

Cuando subo, reconozco a varias personas. La chica que entró al baño y me dejó en ridículo por sus horribles gritos, y la chica que entró después de ella, quién tenía cabello corto y parecía algo reservada. Dos de los chicos flacuchos que se habían reído de mi en el pasillo. Y lo peor... los tipos que habían estado molestando al chico de los lentes.

-Yongbok- dice mi profesor luego de tener la vista clavada en los tipos por lo menos 10 segundos-. ¿Quiere proceder, o se siente incómodo? ¿Tiene ganas de vomitar de nuevo?

La mayoría de la clase explota en risas. Incluso Momo, quien hace un momento pensé sería agradable.

Aprieto los puños a los costados del estrado, aún mirando fijamente a la pareja de bravucones.

-No, estoy bien, Señor Jong- me relajo un poco, y trato de fingir una media sonrisa-. Hola, me llamo Felix Lee. Felix, no Yongbok. Tengo 18 años. Vengo de Australia, me tuve que mudar a Corea... Varias razones. Así que...

Suspiro, tratando de dar una buena y relajada imagen.

-Bueno, gracias, Felix- se corrige el mismo-. Puedes sentarte.

La clase se pasó práctica(y casi literal)mente volando. Las operaciones eran cosas básicas en álgebra.

Salgo de la clase con las manos en los bolsillos, sin saber que hacer con mi vida. Miro de un lado a otro del pasillo. Supongo que caminaré hasta que la campana suene para entrar de nuevo al salón de clases.

-Hey, bro-. Chan me tomó por los hombros, y me atrajo hacia sí-. ¿Quieres caminar con nosotros?

Miré hacia su lado derecho. Lo seguía un chico de cabello castaño, que parecía un poco mayor para estar en secundaria.

-Él es Jisung- dice Chan abrazando a su amigo por los hombros-. Pero insiste en que todos le digamos Han.

-Hola- el chico llevaba una paleta en la boca, y traía una pinta algo desarreglada. Las manos en los bolsillos, el primer botón de la camisa desabotonado y las faldas de esta por fuera del pantalón, y sus tenis parecían viejos y estaban sucios a más no poder.

-Hola, soy Felix.- me sentí un poco avergonzado. Había planeado ir impecable al colegio, ya que se suponía que en Corea debía ser así. Pero es justo como en Australia.

Caminamos durante todos los 15 minutos del receso. Por suerte Han tomó un poco de confianza conmigo, y Chan (quien ya era sociable de por si) me había hecho preguntas para conocerme un poco mejor.

-Y la última pregunta es...- se quedó un rato pensándolo-. ¿Te gusta Jeongin?

¿De que está hablando?

-¿De que hablas? ¿Quien es Jeongin?

-Ese chico nerd que siempre se sienta en el frente- Han seguía chupando la paleta que llevaba en la boca-. Lo miraste literalmente durante toda la clase.

Maldita sea.

-Eeeeh...- seguí caminando junto con ellos-. No, no. Es solo que... se parece a alguien que solía que yo solía conocer... Eso es todo.

Se me quedaron viendo con las cejas levantadas.

-¿Que?- digo mirando a Chan.

-Bueno, obviamente eres gay- el chico se llevó las manos a los bolsillos-. Se te nota de lejos.

Me miré en el reflejo de una ventana. Mi aspecto es bastante impecable, pero eso no significa nada.

-¿Que quieres decir con que "se me nota"?

-Bueno, estás muy arreglado- Lo sabía-, y tu forma de caminar es algo extraña.

Lo único que pude hacer fue reír.

-No sé de qué hablas, no soy gay- entré de nuevo a la clase, estaban a punto de tocar la entrada-. No es que tenga nada en contra de la comunidad, pero simplemente no lo soy.

Chan se sentó a mi lado y Han frente a él.

-Ajá, claro-. Chan negó con una sonrisa en el rostro.