Capítulo 16: El enigma

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- O sea... El médico y ahora especie de tipo con el que anda tu ex es un demonio o criatura mágica.- Matt asintió frenéticamente con la cabeza. Colin sacó su celular y se puso a grabarlo.
- ¿Qué demonios haces? - Colin se encogió de hombros conteniendo la carcajada que quería explotarle en su cara.
- Necesito subir esto a Youtube, por favor sigue.- Matt le sacó el celular con el ceño fruncido.
- ¡Eres un imbécil! ¡Te lo digo enserio! Tú deberías saber de estas cosas ¿No todos los rockeros hacen pactos satánicos? - Colin no pudo evitar soltar la marea de carcajadas que había amenazado con salir a la superficie desde que su amigo empezó su extraño relato, se ganó unos cuantos golpes del moreno ofuscado en respuesta. 

- Por supuesto que hay metaleros que hacen de esas mierdas, pero es pura pantalla comercial, no es nada serio. Si eso fuera real hace rato hubiera sacrificado a alguna virgen, aunque viendo el mar de nenas que me persigue lo que menos tienen es algo virgen. - le suelta con toda la naturalidad del mundo.

- Ese no es el punto, te estoy diciendo que Fayry corre un grave peligro, ese tipo no es humano, te lo puedo jurar.- le dice el moreno por enésima vez, Colin deja que un suspiro escape de sus labios.

- A ver, repíteme de nuevo lo que pasó, debe ser algún truco de magia o, ¿estás seguro que no estabas drogado? - Matt lo mira de mala manera, estrechando sus ojos.

- Por supuesto que no meto ninguna de esas mierdas a mi cuerpo, estaba todo en llamas y el tipo apareció de la misma puta nada con estos ojos rojos y con colmillos, fue aterrador, te lo juro. - Relataba el moreno con sus manos temblando, el solo pensarlo le causaba escalofríos, realmente entendía a su amigo, si el hubiera estado en la misma postura también se burlaría pero, era diferente, él lo había visto. 

- Bien, bien debe haber alguna explicación lógica pero, si tanto quieres que investigue de esa clase de criaturas lo haré, todo me suena a un producto de tú imaginación. - le recalca de nuevo riendo ocasionalmente. 

El suave chapoteo la mantiene somnolienta. Abre los ojos lentamente solo para encontrarse rodeada de aguas cálidas y un delicioso aroma a rosas flotando en el aire. Sus mejillas se sonrojan cuando se topa con un par de ojos carmesí. El chapoteo tranquilo que estaba escuchando era el sonido de los dedos del inmortal cuando hundía su mano entre las aguas y frotaba con suavidad su piel desnuda. Se le había olvidado hasta como respirar, la imagen simplemente le parecía irreal.

- Bebé, respira.

Solo al escucharlo llamarla de modo tan cariñoso pudo soltar todo el aire que estaba conteniendo. Se intentó remover, pero comprendió que si se apartaba quedaría expuesta ante la atenta mirada del hombre frente a ella. Se mordió el labio inferior nerviosa cuando los gentiles y congelados dedos rosaron sus piernas con delicadeza. 

- ¿Qué me sucedió? ¿Por qué estoy así? ¿Tú me sacaste la ropa? ¿Nosotros...? 

Las palabras quedaron colgadas en el aire. Sin embargo la implicación de estas arrancó una dulce sonrisa de los labios del inmortal. Despreocupado, él solo se acercó un poco más a ella. Los primeros botones de su camisa estaban abiertos. Llevaba las mangas subidas revelando sus potentes antebrazos. Su clavícula brilló bajo la luz tenue de las velas. El ambiente era romántico, un delicioso baño de espuma. Fayry estaba perdida, como si de pronto hubiera sido hundida hasta el fondo en una novela romántica.

- Perdiste el conocimiento en mis brazos, debía limpiarte y asegurarme de que no estuvieras lastimada, no iba a meterte bajo el agua vestida, ¿verdad, bebé? me gustan las mujeres sensibles. Cuando te lo haga, vas a estar más que receptiva y va a ser porque tú me lo pidas

El sonrojo en las mejillas de la joven palpitaba con furia. Su boca estaba reseca, un fuego se extendió por su cuerpo quemando sus neuronas en el proceso. Quería que ese hombre la tocara. Quería que la hiciera suya. Fayry abrió las piernas ante él, en una clara invitación a continuar. Sabía que debía preguntarle muchas cosas pero, en aquel momento eso carecía de importancia. Tomó el brazo de Peter y lo acercó a su centro, con la decisión y el deseo derramándose en su mirada.

Don't RememberWhere stories live. Discover now