Si hubiera...

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Nunca iba a acabar de arrepentirme por haber soltado tanta información a Marco, él se había sobrepasado...

—¿en qué diablos estaba pensando cuando me paso su brazo por la espalda?

— pues nunca lo sabrás sino hablas con el... ¿acaso te das cuenta que nunca le diste oportunidad de saber ese detalle?

— Supongo que no, pero...

— pero nada... sí, ahora me date cuenta que estabas desvelando tu alma y entonces llega ese idiota...

— Si, y además él no sabe lo que paso con Ryan Blackwell... el no conoce nada de esa mierda

—que belleza, le tratas como un gilipollas y le dejas ahí plantado en la puerta de ese restaurante

— sí, soy muy torpe. Lo peor es que ahora me duelen los pies por estos tacones del demonio

—­­­­­­­­­­­­­­ si, eso fue algo torpe ¿no crees que deberías ir donde está el?

— No lo sé, aunque eso debería de darte igual, eso solo lo decido yo...

Y lo que siguió a esa conversación conmigo misma, fue algo que no me espere. Justo ahí estaba el, estaba Marco de pie tras mío con sus zapatos en la mano caminando en la arena, viniendo a mi encuentro, sin duda esto no me lo esperaba.

La única pregunta que me rondaba era: ¿Cómo me había encontrado?

—­­­­­­­­­­­­­­ pensé que te habías ido en el primer avión, no sé qué te paso... te aseguro que no hice lo que hice con mal plan...- dijo mientras se acomodaba a la par mía en la arena, con el sol de las tres de la tarde, no era muy agradable el estar bajo el sol, así que había tenido suerte de encontrar ese sitio con sombra.

—No, sigo aquí en Miami – dije sin verlo a la cara porque debo admitir que estaba un poco apenada con mi comportamiento. – pero, disculpa mi actitud de hace un rato.

—­­­­­­­­­­­­­­no tengo nada que disculpar, pero si quiero una explicación – dijo mientras levantaba los brazos en señal de rendición – siempre que tú quieras, querida.- soltó con un tono súper burlón.

—­­­­­­­­­­­­­­primero, deja de decirme así... nunca lo he soportado siempre me ha sonado falso

—­­­­­­­­­­­­­­está bien, pero ¿dime que paso ahí?, y más importante ¿qué paso con esos chicos?

—­­­­­­­­­­­­­­ahí lo único que paso es que me cabreo tu actitud de galán, no se tus intenciones pero si bien ayudo ahorrando más comentarios... - me quede callada porque no sabía si de verdad quería que tomara ese curso nuestra conversación, después de todo ¿realmente quería que el supiera de mí? ¿ de mi padre? De el en especial o ¿de Chax? Quería verdaderamente saber el eso... - principalmente de parte de la chica.

—­­­­­­­­­­­­­­veo que no son amigas y es obvio tus razones sin embargo note que una vez fuera ella volteo a ver buscándote y ciertamente yo también... - se detuvo no sé si estaba sopesando que decir para que no huyera otra vez como una desquiciada. – no imagine que te fueras a ir, al menos no así y admito que realmente sabes cómo hacer para que no te encuentren.

—­­­­­­­­­­­­­­enserio disculpa por eso, ahora soy consciente que me comporte como una cría... - no estaba segura si lo que diría a continuación ayudaría pero hoy más que nunca necesitaba a un amigo, pero lo necesitaba en físico y por desgracia Chax y Luka estaban lejos. – espero estés listo para drama de telenovela...

—­­­­­­­­­­­­­­bueno, los libros son buenos pero es mejor la realidad; la realidad siempre supera a la ficción... - esos comentarios de él lo hacían parecer sacado de un libro.

—­­­­­­­­­­­­­­el chico de esta tarde se llama Jared Evens, fue mi exnovio hasta hace unos meses, según lo que me dijo lo dejamos porque yo tenía muy mal carácter, no me interesaba en él, no le hacía sentir nada bueno y claro... mi familia era una mierda. – era terrible recordar eso, pero lo cierto es que un poco ya iba curada, pero siempre decirlo así de corrido lo hacía menos doloroso, menos intenso y si, hasta un poco menos real.

Marco estaba atónito, no sé si era porque estaba sorprendido, si estaba con la cabeza llena de preguntas o que pasaba por su cabeza.

—sabes este es un tema que no quiero oír... disculpa es decir no quiero que me lo cuentes, es decir no sé qué decir. – era verdad Marco di Matteo estaba nervioso, esto si era una novedad.

—­­­­­­­­­­­­­­entiendo bien, no tienes que tartamudear... - y era verdad entendía que ese tema lo ponía incomodo porque era algo personal, pero también porque supongo que no quería herirme con mi fatídico pasado o eso esperaba. – no lo tocaremos, lo único importante es que no quiero estar cerca de ellos, esa chica se atrevió a amenazarme y no temo que lo haga, se bien que no tiene los pantalones pero no quiero gente toxica a mi alrededor.

—­­­­­­­­­­­­­­está bien. – esa afirmación no sé por qué pero me hacía dudar de su seguridad. – pero ahora debo preguntarte ¿Qué pasara si nos volvemos a topar con ellos?

—­­­­­­­­­­­­­­pues ahora que has fingido ser mi... bueno mi amigo cercano o mi... - no sabía que nombre ponerle a eso y el termino mi frase.

—­­­­­­­­­­­­­­soy tu novio querido.

Honestamente no sabía a donde iría a parar esta mentira, pero si me ayudaba a sentirme menos vulnerable o verme vulnerable frente a ellos debía aceptar, porque Chax no ayudaría en nada, Jared le conocía en cambio, Marco era alguien que acababa de aparecer

—­­­­­­­­­­­­­­ok, eres eso... pues ahora si los vemos tendremos que actuar de la misma manera. – aunque había algo que aclarar. – pero, no si estamos con los inversionistas aun cuando le tienes mala fe a Jackson, yo se defenderme y no necesito a ningún chico para protegerme ¿vale?

—­­­­­­­­­­­­­­si, está bien. Pero si se sobrepasa no respondo no dejare que te falten el respeto

—­­­­­­­­­­­­­­está bien, pero tampoco quiero que te pongas en plan de caballera de radiante armadura...

—­­­­­­­­­­­­­­eso no será así, yo seré de oscura armadura, la luz no me va.

La conversación con Marco había estado bien, aunque podría haber sido más esclarecedora para él. Lo cierto es que yo aun moría de miedo de desvelar mi alma.

Estuvimos un rato más sentados ahí en la arena muy cómodos ni siquiera nos molestamos en ver la hora o el famoso itinerario que nos habían dado, no hablamos más nada solo estuvimos ahí viendo el horizonte, sin importar mucho nada más, nada más que...

El estar sentada con él, tomarlo de la mano y sentir realmente cómodo ese contacto, a lo mejor no era el mayor acercamiento que habíamos tenido pero estaba bien, estábamos bien. Nunca hubiera creído que él quisiera llevarme a su torneo (aunque ahora que lo pienso no llegue con él, fue una sorpresa para ambos coincidir en ese lugar) pero, lo importante es que él me había llevado, me traía de su mano y eso era bueno. Me había llevado a conocer a los chicos del volley y a su entrenador, me sentía realmente parte de su vida, de su historia. Fue un buen día, un buen recuerdo, pero ahora era solo eso y esperaba que alguna vez el mar se llevara esos recuerdos y los borrara de la arena de mi memoria, ahora los quería lejos y más cuando hacía nada estaba frente a él, a él y a esa chica, a la que pronto vería destruida.

Estaba segura que esa chica nunca olvidaría el nombre Eleanore Carter Redburn, que nunca olvidaría mi rostro que nunca más querría meterse en mi camino.

Nada más decirles que agradezco sigan mi historia, que espero que lean esto y leer sus comentarios, sus sugerencias para mejorar.

Dejen su estrella, compartan esta historia y que sea viral...

Muchos besos...

El laberinto de Eleanore (CORRIGIENDO) SIN TERMINARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora