El laberinto de Eleanore (CORRIGIENDO) SIN TERMINAR

¿Un golpe de realidad..?

— ¿Eleanore? Eleanore, despierta... - era la voz de Chax despertándome de un letargo. Me sentía el cuerpo adormecido, como si hubiera tenido un sueño de más de 8 horas y estuviera cansada de estar durmiendo.

Como era posible, anoche caí en los brazos de Morfeo... bueno y también en los del sexy y muy apuesto Marco Di Matteo, y esa descripción quedaba corta; lo único inexplicable era como podía percibir la voz de Chax.

A menos que eso de caer en los brazos de Marco... solo fuera un sueño.

De pronto sentí unas gotas que atizaron en mi rostro y me hicieron emerger de mi cómodo encuentro con Morfeo.

— Eleanore, llegamos a tu hotel – los ojos de Chax escrutaban bien a una Eleanore pasada de copas, que además estaba tumbada sin poder controlar sus movimientos

Creo que en un fallido intento de sentirme mejor tome mi rostro entre mis manos, fue algo absurdo porque me sentí igual, por no decir que peor.

Todo lo que creí que había pasado con Marco fue...

Nada más un sueño.

Si fue eso un sueño, un sueño erótico...

Espero que no hable mientras sueño, o al menos no haya gemido como en el sueño, aunque no hay porque devanarse los sesos...

Supongo que de haber pasado, Chax me lo diría.

O bueno al menos eso esperaba porque, era evidente que con la confianza que teníamos era normal que fuera capaz de mencionar ese tipo de cosas.

—disculpa por quedarme dormida, hoy fue un día bastante liado. – de verdad lo había sido, por un lado lo que paso con Marco, por otro lado el encuentro con Jared.

Ese encuentro me lio la cabeza, es verdad que ya había pasado tiempo, sin embargo no el suficiente para que yo dijera, ¡esta copa ya no me marea!, lo único cierto es que ese encuentro me puso muy molesta, por un lado verlo a él presumiendo con esa zorra de pacotilla, y por otro lado esa actitud de Marco tan posesiva y su actitud de galancete.

—No te preocupes, pero – había un deje de nostalgia quizás – necesito que hablemos ¿a no ser que quieres que te busque al doctor Flynn?

Estaba siendo muy irónico muy gracioso sacar a colación un personaje ficticio, eso sería estar más loca, de lo que normalmente sé que estoy.

—Te prometo que de vuelta en Long Island, tendremos tiempo de conversar, de todo... - de verdad él era mi único confidente, porque aunque Luka era muy lindo, no se podía confiar en que guarde secretos.

Supongo que nuestra relación de años hacia que tuviera mi máxima confianza, pero antes de hablar con él debía poner mis pensamientos en su lugar y saber cómo expresarlos.

— ¿no veo que hay de malo en aquí y ahora? - ¡Dios! Parece que no entendía que ahora no era momento de una recaída de debilidad.

No quería hablar con nadie y menos sincerarme en este momento

—ahora no es bueno tener momentos de debilidad, tú como yo sabemos que el amor te destruye y eso también incluye al desamor y a todas esas cosas que vienen con él. – espero que le haya quedado claro.

Creo que su mirada confundida debía dejarme claro que no había entendido nada de mi desatinada intervención, sin embargo por hoy no podría sacarme palabra.

Me despedí de el con la intención de un beso en la mejilla, que se convirtió en uno apasionado en la boca, uno que aunque debo admitir que comenzó como un tierno y casto beso, con sus labios acercándose a los míos, se fue encendiendo cuando su boca busco con más ansia la mía, lo que provoco que mis manos se dirigieran a su cuello y sus manos a mi cintura, lo cual provoco un gemido, el mismo que hizo que mi boca se abriera un poco, lo suficiente para que su lengua se colara buscando ávidamente la mía y que por lo tanto realizaran una danza, siguiendo un perfecto compas, hasta que me dejo sin aire al separarse.