Pasaron dos días desde que oí el pitido del coche.
Hay que contar que decidí meter una cámara conectada a mi móvil por Wi Fi, para detectar anomalías, y que desde ayer, el mayor movimiento detectado fue una sombra y unos ojos rojos
¿Eso qué fue? ¿Un conejo? Lo dudo.
Me quedan pocos metros para llegar a Pripiat... 2 minutos en coche... ¡Maldita sea, se me tenía que joder el puto coche!
Entonces noté como se movían las hojas de un árbol y empecé a temblar ¿Éso qué demonios era? No había viento... Y entonces oí un susurro que decía Mama. Mama... ¿Quién me estaba llamando así? Entonces descubrí un brillo rojo desde un árbol y oí una risa, como un murmuro del viento
¿A caso era un monstruo? Tal vez era un perro, y probé suerte
-¡Ven, perrito bonito! ¡Seré amable!
Pero lo que cayó sobre mi no era un perro, era un hombre.
Tenía los ojos rojos, tal vez por falta de pigmentación y la piel realmente clara, que se camuflaba con un pelo blanco.
No cabía duda, era albino, pero también radiactivo.
Y muy tarde me di cuenta de lo que estaba haciendo. Él era un salvaje, y yo una hembra... Lógicamente... ¿Qué hacen los machos? Y, con el impulso, lo aparté de un puñetazo, al recordar lo que estuvo a punto de pasarme unos años atrás. Cómo aprendí que no te puedes fiar de un hombre, porque todos son igual de reastreros.
Me limpié del pecho sus babas y me puse de nuevo la camiseta, mientras lo miraba fijamente. En ese momento, me enseñó los dientes
-¿Qué quieres, eh?-Le escupí a la cara- ¿Follarme y tener niños verdes?
-Mama... -Era lo único que me decía desde el suelo, con mirada de niño asustado-Mama, mama
Proseguí mi camino sin mirarlo y vi como me cogia la mano, mientras me decía mama una y otra vez
-¡A ver, joder!-Le dí un bofetón, irritada y lo miré fijamente- Yo no podré parir tus putos crios, ¿entiendes?
Pero aun así, me llamaba madre y me seguía. Y ahí comprendí que no había nada que hacer, que yo también le cogí cariño y que creo que tendría que cuidar de él
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Infierno Radiactivo
Fiksi Ilmiah¿Qué harías en un mundo vendido? ¿Sumirte a una empresa o luchar? La familia de Tchaikvosky Williams luchó durante generaciones por la libertad del ser humano, y ahora ella es la última superviviente... ¿Llegará a la altura de las demás generacione...