Christopher aparca el auto justo a tiempo para escuchar la sirena de la escuela sonar y es cuestión de instantes para ver un túmulo de niños salir corriendo y a los profesores detrás de ellos.Baja del auto y se para cerca de una de las bancas y observa como su hijo conversa animadamente con la pequeña rubia de esa mañana.
Mateo fija la vista en su padre antes de levantar una de sus manitas y saludar efusivamente a su progenitor. La pequeña rubia mira en la misma dirección de su amigo y también saluda al hombre alto.
Mateo y su amiga corren hasta el castaño quien se agacha para recibir el abrazo del pequeño ojimiel.
-Papi, ella es mi amiga. Se llama Alicia. -exclama entusiasmado el pequeño. Christopher sonríe mirando a la pequeña.
-¿Él es tu papá?-pregunta la pequeña rubia, Mateo asiente y le agarra la mano.
-¿Vienen a recogerte, Alicia?-Christopher mira hacia todos lados y luego vuelve la vista hacia los dos infantes.
-Sí. Ahí viene mi mami.-informa Alicia. Él castaño voltea encontrándose con la mujer que vio en la mañana. El cabello rubio atado en una coleta sencilla y los ojos negros observaban a la pequeña con un gran amor.
-Buenas tardes.-murmuró la rubia, Alicia abrazó a su mamá, quien le sonrió al instante.
-Buenas tardes.-responde él castaño. La rubia toma la mochila de su hija y se la cuelga en el hombro.
-Mami, él es mi amigo Mateo.
-Oh, ¿Es el niño que tiene linda sonrisa?-exclama Carmen y las mejillas de su hija se ponen rojas al instante.
-¡Mami, era un secreto!-chilla y se tapa el rostro, Mateo sonríe.
-Lo siento, cariño.-dice acariciando el cabello de la pequeña-Mucho gusto Mateo.
-Igualmente, es usted muy bonita.-Christopher pellizca levemente el hombro de su hijo y éste le da una mala mirada.
-Que niño tan lindo-Carmen sonríe y se fija en el padre de Mateo. Un hombre muy atractivo y con una sonrisa encantadora. -Supongo se usted es su padre, mucho gusto, soy Carmen Toledo. -dice extendiéndole la mano al castaño.
-Encantado, Christopher Vélez.-estrecha la mano con la de la mujer y ella lo observa detenidamente.
-¿Christopher Vélez?-repite casi dudosa, él castaño asiente aun sin soltar la mano ajena. -¿Pinky?
Christopher frunce el ceño, ¿Cómo es posible que esta mujer conozca el apodo que usaban sus amigos cuando él era aun un adolescente? Miró los ojos de la chica y sentía que los había visto en algún lado.
-¿Cómo sabe de ese apodo?-comentó soltando la mano, Carmen sonrió.
-Bueno, es difícil olvidar el apodo del chico que casi me mata con la patineta hace unos años atrás. -menciona divertida. - Pelita.
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Aprender a amar.
FanficQuizá hemos llegado a pensar que cuando nos enamoramos esa será la persona que estará con nosotros toda la vida. Muchas veces fallamos. Christopher está casado, piensa que su matrimonio no tiene futuro y quiere divorciarse, además de pelear por la...