9| Doce años atrás.

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Maratón 2/4



Christopher espera paciente a que David, uno de sus mejores amigos llegue al parque en el que han acordado verse para que le ayude a declararse a la niña que le gusta, una pelinegra que va en su salón.

Mira su reloj de muñeca y bufa molesto cuando ya han pasado quince minutos y su amigo no llega. La pelinegra debe estar por llegar, pues usualmente pasa por el parque para ir a sus clases de inglés.

Pero tiene hambre.

Quizás debió haberle caso a su abuelita e irse luego de almorzar, pero como estaba muy emocionado por ver a la pelinegra que el hambre pareció haberse esfumado.

Coloca la patineta en el suelo y coloca un pie sobre esta, luego con el otro se impulsa para ir hacia la tienda del frente y poder comprar algo con el dinero que era para invitarle a su -posible novia - a tomar un helado.

—Tengo lección y no sé nada.—escucha la voz lastimera de la pelinegra y la risita de su amiga. Voltea en dirección de las voces y la ve sonriendo con un libro en las manos.

—¡Cuidado!—voltea rápido y trata de frenar al ver a una niña de coletas estar parada a unos diez pasos frente a él. Por la fuerza con al que frena la patineta sale disparado hacia la niña quien coloca las manos al frente y los dos caen al suelo.

La niña suelta un gemido lastimero.

—Rayos.—susurra Christopher mientras se levanta y observa su antebrazo raspado.

—It hurts. (Me duele) —escucha de la niña y voltea a verla, ella se sostiene la nuca mientras se limpia las lágrimas.

Christopher aprieta los labios pues sabe que fue su culpa, si no hubiera volteado a ver a la pelinegra quizás no hubiera chocado con la niña llorona.

—Lo siento.—dice luego de sentarse frente a la niña y hacer una mueca porque le duele el antebrazo.

La niña lo mira sin entender muy bien que dice.

—¿No dirás nada? He dicho que lo siento mucho. —contesta molesto. No fue su culpa que ella no se hubiera movido.

—I don't speak Spanish. —contesta ella entendiendo que el niño castaño molesto le está queriendo decir algo.

—Oh... es gringa.—dice bufando mientras hace una mueca, ojalá funcionen las clases de inglés de la escuela.—Eh...¿sorry?

—Don't worry it was my fault too. (No te preocupes, también fue mi culpa) —ella le sonríe y Christopher supone que ella lo ha disculpado. Quizás sea hora de volver a casa. –Hey! What's your name?

—Christopher. —responde, e intenta hacer memoria de las clases, si la profesora le dice que es muy bueno en inglés. En seguida nota la vil mentira. —And you?

—Carmen. Could you help me find a store? (Podrías ayudarme a buscar una tienda)

Christopher suspira rendido, sin duda no tiene idea de lo que ella habla.

—Escucha, yo no hablo inglés. Ay mamá. —exclama frustrado al ver que ella solo le sonríe. —Listen me, I don't speak English. Bye.

Aprender a amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora