13| No te soltaré, no ahora.

1K 101 25
                                    




De todas los cosas que pudo haber imaginado, jamás pensó que podría renunciar a su sueño por alguien.

Antes, jamás lo hubiera hecho.

Hubiera tomado sus pertenencias y se hubiera marchado, sin importarle nada, ahora, solo quiere estar acurrucada entre esos fuertes brazos y sentir el olor de su colonia.

Lo quiere a él.

Es por eso que cuando llegaron al departamento con la comida, los niños entraron a su departamento corriendo y gritando el nombre del castaño.

Carmen, por su parte dejó las bolsas de comida en el mesón de la cocina, y se dispuso ir en busca de Chris.

El celular sonó.

Rebuscó entre su bolso el aparato y deslizó el dedo por la pantalla, era Jen, a veces olvidaba lo oportuna que solía ser su hermana en algunas ocasiones.

—Jen...

—¡Hola! Oye no sabes, acabo de ir a una tienda y vi un hermoso juego de muebles, mamá pensaba en cambiar ya los muebles de la sala y esos son perfectos, cuando vengas vamos a verlos y verás que te va a encantar, o también compré unas cuantas cosas para Alicia, espero no te moleste pero es que en verdad muero por ver a mi sobrina... —Jen era muy parlanchina, rió por eso y esperó a que su hermana dejara de hablar sobre el nuevo color que le pondrían a la cocina, la sala y los otros lugares de la casa.

—Jen...

—...Y también está el hecho de que podríamos ir de viaje, quiero ir a México por unos buenos tacos, y a otros lugares, podríamos ir también a Italia, te encantará lo prometo, Italia es como mi segundo hogar y...

—¡Jen!—exclamó y salió de la cocina para dirigirse hacia la entrada del departamento.

—Lo siento, ¿Qué ibas a decirme? —sonrió y al voltear Christopher la miraba fijamente.

—Espera un momento, te llamo en cinco.—respondió y colgó. Le sonrió a Chris, él no le devolvió la sonrisa.—Chris, me voy a quedar aquí, me di cuenta que yo te a...

—¡No!—Christopher exclamó mientras se acercaba a la rubia y la tomaba de los hombros.—No digas eso.

—¿Por qué? Si hace rato me pedías que no me vaya y yo no quiero irme, quiero estar aquí junto a ustedes...

—Será mejor que te vayas.—Carmen sintió como si le lanzarán agua helada, muy helada. La sorpresa fue tan grande que temió caerse.

—¿Cómo dices?

—Lo que oíste, escucha, yo te quiero, pero no sé si tú a mí. Y no me digas que si porque puede que lo hagas solo por compromiso, por sentirte bien con Mateo y conmigo. Si no me quieres como yo a ti mejor vete, pero sé honesta contigo misma. Si me quieres, si nos quieres.—corrigió—Quédate, porque si no sientes nada de eso vete. Pero por otro lado no quiero atarte aquí, mereces cumplir tus sueños. Mereces tantas cosas que si te quedas aquí yo no podré darte. En Los Ángeles tienes la vida resulta, aquí no hay nada. Vete y sé feliz con Alicia, podremos vernos los fines de semana o en vacaciones...

—No. Perdí a mi madre hace poco tiempo, perdí a mi padre y a mis hermanas, perdí al padre de Alicia y perdí mi carrera, incluso mi dignidad y amor propio. —Christopher abrió la boca pero ella le lanzó uno de los juguetes de Alicia, por lo que él se calló.—Perdí todo lo que quise por estúpida, por no saber escuchar consejos y por seguir el ejemplo de personas que solo me hacían daño. Pude reencontrarte contigo  en otras circunstancias, en algún mejor momento, pero esa pequeña demonio es lo que tengo y he tenido por años, y ahora que te tengo a ti, idiota frentón con labios adictivos ¿piensas que voy a soltarte? No ahora, no cometeré el mismo error dos veces. No contigo. Te perdí hace años, y ahora que te tengo no te soltaré.—Christopher la miró con dulzura—Así que puedo renunciar a mi sueño, ya lo hice  antes y volvería a hacerlo si la recompensa es estar a tu lado. Así que si, te quiero, los quiero demasiado, y ese amor es tan grande que renuncio a todo por quedarte junto a ustedes castaños raros. Me quedo. Nos quedamos.

Aprender a amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora