Final.

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15| Promételo.

Asustada se sentó en la silla del restaurante al que siempre iba con Luisa, antes de bañarse le escribió a Luisa diciéndole que la esperaba en dicho restaurante en quince minutos.

Su amiga, puntual como siempre llegó a los diez minutos.

—¿Qué pasó? —dijo, y es que al ver la cara pálida de su rubia amiga daba a entender que el viaje no salió como esperaba.

—Está molesto.—murmuró.—Se ha enojado conmigo por una tontería, se... que fue mi culpa, lo sé. Si no hubiera insistido en quedarnos a vivir en Loja, todo estaría bien. Luisa, fue mi culpa.

—¿Te golpeó?—exclamó asustada, y tomó el rostro de su amiga buscando algún moretón, así mismo como en sus brazos. —Si te puso una mano encima te juro que le cortó las bol...

—Chris jamás me ha pegado, revísame si quieres. No hallarás marcas.

—Lo amas.

—Y por eso no quiero que esté enojado. —murmuró la rubia con pesar. —Lamentó haberte hecho venir de gana.

—Nada de eso, ¿que parece si comemos y luego charlamos más a fondo acerca del bestia de tu novio cara de chango?

Carmen río a carcajadas, Luisa se sintió mejor.

(...)

Erick, dormía plácidamente. Su mamá había ido a una fiesta y se había pasado toda la tarde viendo Netflix que quedó rendido.

La puerta sonó.

—No hay nadie.—murmuró desde el sofá.

—¡Erick abre!—Christopher gritaba. Se levantó perezosamente mientras pensaba el por qué el castaño lo molestaba a las once de la noche, tal vez quiera estar con Carmen a solas, pensó.

Abrió la puerta y el castaño le entregó unas llaves.

—Por favor cuida a los niños, debo hacer algo.

—¿Y Carmen?—preguntó, tomando las llaves.

—Salió, y en verdad es importante lo que debo hacer, Erick. ¿Puedes cuidarlos? Te pegaré, hay internet y Netflix, además de comida y...

—Está bien, pero si mi mamá me mata será tu culpa.

—Gracias.—dijo para irse corriendo.

El ojiverde tomó sus cosas -celular, cargador y manta- para luego dejar una nota a su mamá e ir al departamento de sus amigos.

Estaba desordenado, supuso porque recién llegaban de viaje y ya corrían de un lado a otro. En la cocina vio un plato de comida, y como Chris había dicho que podía comer lo que quisiera, puso el plato en el microondas y fue a la habitación de los niños, estos dormían plácidamente. Arropó bien a Mateo y salió.

Usualmente Carmen era muy cuidadosa respecto a cubrir bien a los niños.

Era raro.

Oyó un celular sonar en el cuarto de al lado, por lo que irrumpiendo en la habitación buscó el celular. Lo halló en la cama y salió de ahí.

Era el celular de Carmen, lo reconocería, tenía una pequeña trizadura en la parte de abajo y una parte de la mica estaba rota, señal de que estuvo en las manos de Christopher.

Luisa te está llamando.

Deslizó el dedo por la pantalla pues hace meses atrás la rubia le había dicho que contestara siempre que su amiga llamara.

Aprender a amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora