Siempre Juntos | Lionel Messi

Capítulo Cuatro: Simplemente Lío

Hola a todos. Este capítulo es muy especial, espero que les guste <3

Besos a todos. 

Capitulo Cuatro: Simplemente Lío

Lionel estaba sentado en un sofá blanco, viendo en televisión una propaganda que lo tenía a él como protagonista. Aria se acercó y le tendió una taza de café. Ella se quedó parada al lado de él y miró el comercial.

—    Es raro verse en la tele ¿No? Al principio yo no lo podría creer.

—    Es raro cuando te ves haciendo algo que no te gusta. Vos hacés una serie, es lógico que te veas por la tele, pero yo no soy actor de propagandas. No me interesan esas cosas.

—    ¿Y por que las hacés? Digo, no creo que te haga falta plata, ¿No? — Rió sentándose en el apoyabrazos del sofá.

—    Yo no manejo muchos de los contratos ni las firmas a las que está asociada mi imagen. Tengo un equipo de gente detrás de mi que genera publicidades, contratos con marcas y evalúan lo que mejor le haría a mi imagen publica. Con Adidas firmé yo. Fue algo que consultamos todos juntos, mi equipo y yo, pero muchas de otras marcas y propagandas que hice, no fueron decisión mía, si no de mi equipo de imagen publicitaria.

—    Es difícil cuando uno está metido en la máquina.

—    Lo único que yo quiero es jugar al futbol, pero inevitablemente no se puede sin ser parte de la máquina. No te voy a negar que ganar millones te cambia la cabeza, pero la verdad… hay muchas cosas que sacrificaría para poder estar más tranquilo.

—    Además, al ser el mejor jugador del mundo, todas las marcas se quieren apropiar de tu imagen. “Si lo usa Messi, yo también”

—    No se si seré el mejor jugador o no, el tema es que se popularizó tanto el título de “el mejor” que no puedo pasar desapercibido por ningún lado.

—    Si uno quiere algo, tiene que bancarse las consecuencias. — Dijo levantándose para tomar una galletita de chocolate de la mesa ratona. — A veces las cosas que queremos vienen con otras que detestamos. Y si nos arriesgamos, sabemos que vamos a tener eso que queremos, pero que también hay que soportar las cosas que no nos gustan. Claro que vos eras muy chicos cuando elegiste. Capaz ahora elegirías otra cosa.

—    No se. Amo el futbol. Se me enciende todo el cuerpo y la adrenalina no me deja pensar en otra cosa que no sea ese momento. Es como si mi cuerpo se activase y solo pudiera pensar en eso. Si volvería a vivir mi vida, no se que haría al respecto. El futbol me dio todo. En Barcelona me dieron todo. Confiaron en mi, y me dieron el tratamiento que necesitaba. El futbol salvó mi vida. No sería nada sin el futbol.

Aria se quedó pensativa. No tenía en su vida una experiencia similar a la de Lionel. Él fue, desde chico un caso aparte. Su vida fue diferente al resto desde que nació. Y por un momento sintió una profunda lástima, en el mejor de los sentidos, por su afortunada y desafortunada vida. Casi lo podía ver sentando en los cordones de Rosario, cuando tan solo era un chico que quería jugar al futbol, y ahora era una empresa multimillonaria, de la que todas las marcas querían disponer para ganar más. Ser el mejor no siempre es lo mejor.

Lionel se dio la vuelta y la miró. Tenía un brillo en los ojos lleno de tristeza y desesperanza. Ella frunció el seño formando una expresión triste. No podía saber todo lo que había vivido, todo lo que había sufrido, y las cosas que lo hicieron feliz, y no podía explicar esa sensación que la embriagaba por dentro, ese deseo de querer saber todo lo que lo hacía sufrir y lo hacía ser feliz. Ese deseo de formar parte de su felicidad futura. Ese deseo de formar parte de su vida.