Capítulo Catorce: Fantasma Social | FINAL

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  • Dedicado a mis lectoras
                                    

¡Hola a todas! Bueno, este es el último capítulo de esta historia. Me van a seguir viendo en Hot Dog (No la abandoné eh! Estuve muy ocupada...) Y bueno, espero que lo que promentí en el capítulo dos se haya cumplido. Amé escribir esto y amo haberlo terminado. (Generalmente nunca termino lo que escribo...) No tengo nada que aclarar, salvo que publico hoy porque mañana al mediodía me voy a Bariloche por el viaje de egresados, así que voy a estar diez días de fiesta jajaja. La quiero muchísimo y aprecio a las que se tomaron las molestias de comentar los capítulos, de votarlos y de leerlos. (JuliaDiToto una genia por bancarme en todos los capítulos) gracias, gracias, gracias. Este capítulo va para ustedes.

Capítulo Catorce: Fantasma Social:

A veces el amor es extraño. Te engancha de maneras insospechadas, te enreda y te lastima, pero también te sana y te da vida. En la sociedad de hoy en día, creemos que no se puede seguir sin el amor. La gente está tan necesitada de cariño que hace locuras por eso que llaman “amor”, pero pocas veces ese “amor” es de verdad. La mayoría de las veces nos encontramos con paredes de cristal a través de la que miramos el amor pasar, y no nos deja participar de él, y muchas veces nos encontramos con amores falsos, los que se disfrazan de él para poder tener un poco más de cariño. El amor verdadero es el que lastima y a la vez calma, el que te da sed y a la vez te sacia, el que te alimenta y te hace pasar hambre, el que te hace extrañar y sentirte extrañado. El que te da vida y te la saca. El amor de verdad es ese que conjuga dos sentimientos opuestos y que si es de verdad, siempre alcanza.

Eso sentía Aria Tempelsmith en ese momento, asolada por el inmenso amor que sentía por Lionel cuando su cálida piel acariciaba la suya. Estaba segura de que aunque se pelearan millones de veces más, siempre iban a terminar igual. No porque existiera un destino al que no podemos escapar, si no porque se aman, y si hay amor, también hay sacrificios.

—    Te amo. — Dejó escapar en un susurro Lionel, cuando parecía que al aire no alcanzaba. — Te amo. — Reiteró cuando las lágrimas ya habían llegado a su mentón.

—    Te amo. — Respondió ella, besándolo más fuerte, más profundamente. — Todo lo que pasó fue una mierda, me quiero olvidar de eso.

—    Yo también, pero te voy a explicar lo que pasó de verdad.

—    Ahora no. — Comentó ella sonriendo. El peso de Lionel sobre ella lejos de ser una molestia resultaba agradable. Su piel desnuda y cálida era como una seda suave y delicada. — En otro momento, no traigas a nadie ni a nada acá. Ahora solo somos nosotros dos.

Cuando el frío afuera es insoportable, y muchos buscan el abrigo y la calidez, dentro del hotel Mersautl la ternura y el calor estaban en cada rincón de la habitación. Se estaban amando en el país del amor, en Francia, con el frío que asolaba la ciudad. Lionel sonreía con lágrimas en los ojos mientras Aria le acariciaba la cara y le sonreía. Parecía que ella lo estaba consolando, que era ella la que lo estaba cuidando. Y en cierto sentido así era, porque Lionel necesitaba de alguien que lo supiera entender, que lo acompañara, lo cuidara y lo quisiera. Y parecía que Aria podía hacer todo eso.

—    Te amo Aria, te amo muchísimo.

—    Yo también tonto. Nunca más vuelvas a hacer eso.

—    Nunca. Nunca. — Reiteró entrelazando sus manos. El calor que emitían les tocaba hasta el alma. — Nunca más.

—    Nunca más. — Sonrió ella volviendo a acercar su boca para besarlo. — Sos lo más importante que tengo, sabelo.

—    Callate, no me digas eso que me paras el corazón. — Comentó él con una sonrisa tan grande que le transmitió el sentimiento.

—    Entonces, que se pare, es la verdad.

Siempre Juntos | Lionel MessiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora