Siempre Juntos | Lionel Messi

Capítulo Ocho: El Mejor del Mundo

¡Hola a todos! ¿Como andan? Espero que muy bien che. Bueno nada, este es el octavo capítulo, muy divertido por cierto. Todos amamos a Thiago Messi, el mejor del mundo. (ups, spoile mi capítulo...) Gracias por los votos, lecturas y comentarios y a los que conocen mi otra historia Hot Dog (Nada que ver con esta, la otra es para mayores de 16 años, otro perfil, NADA QUE VER jaja) les aseguro que actualizaré pronto (Se me secó el cerebo, y eso que en esos temas siempre tuve una fluidez muy activa, ja!) Este capítulo va dedicado a  woodyinha por sus hermosos comentarios llenos de vida y de recomendacones. ¡Infinitas gracias!

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Capítulo Ocho: El Mejor del Mundo

Aria salió corriendo hacia la habitación de Lionel a recoger toda su ropa. No era para nada prudente que Antonela viera ropa de mujer por toda la habitación de su ex esposo. Aunque en realidad se sintió furiosa. ¿Por qué tenía ella que esconderse de la ex de alguien? ¿Acaso no era la ex? Pero lo tenía que aceptar, porque habían decidido que fuera en secreto, y no podían enterarse nadie, fue la ex, la madre o la hermana de Lionel.

Recogió su ropa y la escondió en el gigantesco ropero de la habitación. Salió a la sala y lo miró.

—    ¡Ya voy bancame un poco! — Gritó Lionel en cuando la vio salir. La tomó del brazo con suavidad y la sacó al patio. — Quedáte acá un momento, está con Thiago, de alguna manera te mando una señal para que te vayas de acá.

—    ¿Qué es esto? ¿Misión imposible? ¡Estoy desnuda Lionel! Mi ropa está adentro, no puedo salir en bata a la calle. ¡Y menos de tu casa!

—    Escuchá, estoy complicadísimo. Vos quisiste que lo nuestro fuera un secreto, ahora hay que actuar en consecuencia.  Antonela vino seguro a hablar conmigo ahora que nuestra separación se hizo pública, necesito que te vayas y estés tranquila en algún hotel por unas horas ¿Si?

—    ¿Qué?

—    Haceme caso, dale. Después hablamos.

Se acercó a besarla en los labios y la abrazó con suavidad.

—    Perdoname, mi vida es un kilombo, ya lo se.

Entró a la casa y perdió sus pasos. Lo único que escuchó fue la puerta abrirse y las voces de Thiago y una mujer confundirse con la suya. Miró el lugar donde estaba. “Patio” era una forma de decir, claramente, porque era como un parque. Era increíble la cantidad de árboles y de plantas que había, ¡Si hasta tenía una huerta! No podía creer como todo eso entraba en una simple casa que desde afuera no parecía ni ahí la del mejor jugador del mundo.

Suspiró y se concentró en la charla que venía desde muy lejos.

—    Thiago, campeón, ¿No querés ir al patio? Creo que hay algo que te va a gustar.

—    ¿En serio? ¡Ya voy!

La puta madre Lionel, ¿Qué carajo hacés?

¿Por qué le mandaba su hijo si supuestamente estaba escondida?

Apenas lo vio asomarse por la puerta le hizo una seña con los dedos para que se callara.

—    Shh, es un secreto. Nadie puede saber que estaba acá.

—    ¿Qué pasó? — Susurró Thiago.

—    Tengo que irme sin que tu mamá ni nadie me vea. ¿Me querés ayudar?