Luna Maldita

Aullido

Tras transcurrir la semana los chicos tuvieron un partido clave para la temporada...
Desmond salió de bañarse y mientras se estaba vistiendo su teléfono sonó, era un mensaje de Karina...

"Suerte en el partido de hoy campeón"

Sonrió inmediatamente al leer su mensaje... Se sentía confiado y motivado.

— Desmond, debes darte prisa. *Escucho a su madre decir desde abajo.

Una vez termino de vestirse, tomo su teléfono y llamo a Richard.

— ¿Hola? * Richard respondió.
— Ya estoy de camino al campus. *Le respondió.
— Oh, de acuerdo yo iré a la estación de gasolina y llegaré como en 20 minutos.
— Te veo allí.

Richard termino la conversación y se dirigió a la estación de gasolina.
Se bajó de su auto y fue hacia los refrigerios, agarro una soda y fue a pagar.

— $1.50 ¿Eso sería todo señor?
— También voy a llenar el tanque.

Richard metió la bomba de gasolina y mientras el tanque se llenaba él bebió su bebida, retiro la bomba y boto la lata ya vacía.

— Tengo 15 minutos para llegar, aún estoy a tiempo.

Richard se topa con un bloqueó de mantenimiento en la carretera y decidió tomar un desvío para evitar el tráfico.
Richard entro por una avenida y se detuvo debajo del puente para usar el GPS.

— Estás calles no las conozco...

Mientras Richard escribía la dirección en su teléfono otro auto se detuvo delante del auto de Richard y puso las luces largas dificultando la visión de Richard.

— ¿Que demonios?

Un sujeto se acercó a la ventanilla de Richard, mientras que otro se quedó dentro del auto, puso un arma en la ventanilla.

— ¡Baja del auto! *Un hombre le gritó a Richard.

Richard puso en reversa el coche y trato de escapar, pero otro auto se estrelló contra el auto de Richard, este tomo su teléfono y su billetera, saco sus llaves del auto y comenzó a huir dejando el auto atrás.

— ¡Vayan tras él!

Dos hombres comenzaron a seguir a Richard, este corría por debajo del puente en dirrección a las alcantarillas.

— Debo de escapar o me matarán, maldita sea...

Richard ve las alcantarillas abiertas y entro en ellas, corrió por los corredores y resbaló cayendo de espaldas, se levantó y continuo corriendo.

Mientras Richard huía escuchaba a los hombres corriendo por los corredores de las alcantarillas.

— Debo llamar a la policía.

Richard tomo su teléfono y vio que estaba rota la pantalla tras la caída.

— ¡Demonios!

Cuando Richard bajo su teléfono y vio que los hombres estaban cerca.

— ¡Allí!