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Las puertas de la ambulancia se abren, los paramédicos suben la camilla por la rampa y entran al hospital, lo sacan de la camilla y lo ponen en otra y cierran las cortinas.

— ¿Usted es la madre? *Pregunta la enfermera.
— Sí.
— Por favor acompañame, necesitamos llenar los registros.

Desmond estira su mano o recoge la bolsa y vomita nuevamente.
Otra enfermera le pone el torniquete, le pincha la vena y le pone el suero.

— Todo estará bien. *Dice la enfermera.

Desmond cierra los ojos y se duerme.

Dante y sus secuaces se encuentran en un hotel con unas víctimas.

— ¿Cuando piensas llevar a cabo tu plan? *Pregunta Wilson.
— Cuando llegue el invierno, no quiero que te anticipes como hizo Garry, ya sabes cómo terminó.

Lydia deja de beber sangre.

— Recuerda esto Dante, ella está aquí, tu teoría del cazador también pueden ser ciertas, y una vez hablaste de los hombres lobo.
— Los hombres lobo viven en el bosque, dudo que intervengan con nosotros en la ciudad, Misuki quizás pueda ser un problema, pero la superamos en número  y el cazador pues es un simple humano, no se preocupen por él.

Más tarde en la noche Grace se despierta para ir a tomar algo, abre la nevera se queda observando que opción tomar y agarra el jugo de naranja, se sirve un vaso y bebe.
Sube nuevamente a su cuarto se percata que tiene las cortinas abiertas, se acerca y ve un lobo en la calle observando su ventana, Grace se sorprende y abre la ventana, pero cuando iba a hablarle ya el lobo se había ido.

— Richard...

Grace cierra la ventana nuevamente y junta las cortinas, Richard se siente triste, pero decide marcharse.

Amanece.

Misuki se encuentra en la cafetería junto a Dante.

— ¿Podrías decirme ahora cuál fue el trato que hiciste con Dante años atrás?
— Te contaré todo.

Nicolás acomoda su asiento.

— Hace cinco años llegó Dante a la obra de construcción buscando empleo, yo lo ví, el jefe lo acepto y al pasar los días tenía conversaciones casuales con él. En mi casa mi hija tenía un tumor cerebral, no tenía el dinero necesario para la cirugía. Dante me invitó a una taberna una noche y me dijo "yo puedo ayudar a tu hija" eso me llamó la atención.

Nicolás hace una breve pausa y toma agua.

— Queria hacer un trato conmigo... Me dijo que en la ciudad de Olympia había unas ruinas antiguas, dijo que las buscará y él haría su parte del trato, acepte, busca esa ruinas y las encontré, están justamente en esta universidad, precisamente abajo de la construcción, él reveló lo que era y le dió un poco de su sangre a mi hija, ella mejoro unos días, pero tuvo una recaída así que busque a Dante, él ya se preparaba para irse de la ciudad.
— ¿No se lo tomó bien cierto?

— Para nada, una vez me fuí, el saboteó mis planos y logró que el jefe me despidiera, esa misma noche llego a mi casa, mi esposa lo recibió y de un golpe la mato, subía a la habitación de mi hija y también acabo con ella, yo le hice frente aguante algunos segundos, pero el me derribó, me dijo "te dejare vivir, para que sufras un poco más"
Desde entonces le seguí el rastro me volví el cazador, mate a algunos de su clase y aquí estoy, siendo aliado nuevamente de uno de ellos.
— Cuando acabemos con él, no tienes de que preocuparte, mi prioridad es Desmond.

Karina entra a la cafetería y se dirige a Misuki.

— Estoy intentando comunicarme con Desmond, pero su teléfono parece que está apagado.

Misuki la mira a los ojos.

— Desmond se encuentra en el hospital, anoche durante la cena comenzó a vomitar su propia sangre y se lo llevaron.

Karina mantiene el control de sus emociones.

— Será mejor que vaya a verlo.

Karina se retira.

Desmond está siendo sometido a exámenes médicos, rayos x, y tomando autopsias, para poder dar con el problema.

— Antes de que termine el día les traeré los resultados, estamos trabajando con prioridad este paciente. *Dice el doctor.
— Muchas gracias, por favor prosiga.

El doctor sale de la habitación.

— ¿Como te sientes? *Pregunta Bianca.
— Totalmente agotado, jamás me había sentido así.
— Ya pronto sabremos que tienes y así podremos resolver esta situación.

Alguien toca la puerta y la abre, Bianca mira hacia la puerta y sonríe.

— Tienes visita. *Dice Bianca.

Karina se acerca a la cama.
Y besa a Desmond en la frente.

— Vine en cuanto me enteré, ¿Ya se sabe que tiene?
— No, aún no hay noticias sobre eso.
— Sea lo que sea espero que tenga solución.

Desmond sujeta la mano de Karina.

— Gracias por venir.
— Tonto, es obvio que iba a venir, mi lugar es contigo, no importa lo demás.

Mientras hablaban la cena había llegado.

— Buen provecho. *Dijo el empleado.

Desmond abre la bandeja y ve que eran gelatinas y jugos.

— No hay nada sólido. *Desmond se desanima.
— Almenos cómete eso, te ayudará.

Desmond comienza a comer, Bianca se levanta del sofá y se va para el baño.

Karina con una servilleta limpia los labios de Desmond, el doctor volvió.

— ¡Tengo los resultados!
— ¡Perfecto! *Dice Desmond.
— ¿Donde esta tu madre?
— Estoy aquí. *Bianca sale del baño.

El doctor abre el sobre.

— Será mejor que espere afuera.

Cuando Karina sale ve a dos enfermeros esperando afuera con una camilla y le resultó muy extraño.

— Bueno, los resultados indican que Desmond... Creo un cáncer en el páncreas y necesita una cirugía de emergencia para controlarlo.

Bianca comienza a llorar, Desmond baja la cabeza.

— Pues adelante, vayan. *Dice Bianca.

Los enfermeros entran y se llevan a Desmond.

Karina observa como se llevan a Desmond y entra a la habitación, abraza a Bianca.

Desmond es sometido a cirugía de emergencia.
Al pasar unas horas el doctor sale de la habitación, se le acerca a Bianca.

— Removimos todo lo que pudimos, estará bien, pero va a necesitar tratamiento para aliviar todo.

Suben a Desmond a una habitación de recuperación.
Abren la puerta y Bianca lo ve acostado.

— ¿Desmond?
— Será mejor que me recupere antes del baile de navidad, por qué tengo una cita.

Desmond muestra una cara de motivación.

Luna Maldita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora