Luna Maldita

La Feria

Grace está preparando el desayuno.

Richard llega al campamento.
Misuki lo ve y toca a Desmond en el pecho para que despierte.

— ¿Que ocurre? *Desmond despierta.

Misuki señala a Richard.
Grace se para y se acerca a Richard u lo abraza.

— Si te lastime lo lamento mucho, no estaba consciente de lo que estaba haciendo.
— A mí no me hiciste nada, pero a la propiedad... Eso ya es otro caso aparte.

Desmond y Misuki se acerca, Desmond lo abraza y le da unas palmadas en la espalda.

— Me alegro que hayas vuelto.

Richard mira a Misuki.

— La manada me contó de los tuyos, quizás tus intenciones sean buenas, pero los lobos y vampiros no pueden convivir, dijeron que son enemigos naturales.
— No tienes que preocuparte por mí, hay otros haya afuera, acechado a sus próximas víctimas para hacer de sus vidas una miseria para luego terminar con sus vidas, yo no soy así.

El ambiente se siente pesado.

— Bueno debemos ir a la universidad ya mismo entramos. *Dijo Grace.

Al cabo de unas horas ya todos se encontraban en la universidad haciendo sus cosas rutinarias.

Desmond andaba por el pasillo mirando su teléfono cuando de repente choca con su hombro a una persona, cuando levanta la mirada se da cuenta de que Garry.

— Fíjate por dónde vas. *Lo mira molesto buscando intimidarlo.
— Lo lamento, no te ví.

Desmond se retira.

— ¡Mantén los ojos adelante!... Y un buen par atrás.

Desmond comprendió que esas palabras eran una amenaza.
Cuando toma una curva en el pasillo se encuentra a Karina.

— ¡Hola! Intente comunicarme contigo este fin de semana, pero tú teléfono no estaba activo.
— Fui acampar al bosque con unos amigos y no había servicio telefónico en la zona.
— Oh, ¿Que planes tienes para hoy en la tarde?
— Bueno tengo que ir a mi casa, aparte de eso no tengo nada.

Misuki mira la pared y ví un anuncio.

— La feria comienza hoy, ¿te gustaría ir?
— ¿La feria del día de las brujas? Eso suena genial, te recojo por la noche.
— Perfecto, nos mantendremos en contacto.

Misuki se fue y Desmond sonrió.
Garry escucho todo desde el otro lado del pasillo.

— Nos veremos está noche Desmond.

Llegó la noche, Desmond había tomado un baño, se estaba vistiendo, tomándose su tiempo, se puso perfume, agarro sus llaves y su teléfono.

Agarró su teléfono y llamo a Karina.

— Ya voy en camino a buscarte.
— Bien, ahora mismo acabo de prepararme.

Al cabo de unos minutos Desmond llegó a la casa de Karina y esta sale por la puerta. Entra al carro.

— Bueno, vamos a divertirnos.