11. primera misión: la página del libro

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El automóvil negro recorría las oscuras calles de Yokohama, habia pasando un largo tiempo desde la última vez que se encontró en la ciudad, a través de la ventana podía apreciar aquel paisaje nocturno que lo acompañó durante su tiempo en la Port Mafia cuando junto a Dazai obtuvieron el control de las zonas más utilizadas para el tráfico de armas y drogas, simplemente donde lo vio por primera vez.

De un momento a otro el auto se detuvo obligándole a volver a su realidad y percatandose del lugar en donde se encontraba, uno de los viejos almacena que utilizaba la mafia cerca de la costa, en este se mantenían las armas de tipo militar que años atrás llegaron gracias a los tratos que alguna vez hizo en Oriente Medio, pero lo que llamó su atención era el hecho de que no tenía la seguridad adecuada para proteger la mercancía, dentro sólo se encontraban tres hombres que yacían en el frío suelo inertes y sin vida.

-Fyodor... ¿qué hacemos aquí?-pregunto extrañado entrando al lugar observando como sus ahora compañeros saqueaban todo lo que había.

-sólo venimos a recoger unas cosas chuuya, no te preocupes por eso- el azabache tomó la mano de su pareja guiandolo hasta una oficina al fondo del almacén en el cual Nikolai ha se encontraba esperándolos con un sobre color azul -aquí está tu primer trabajo chuuya- del sobre saco un par de hojas donde mencionaba una dirección así como una larga descripción del lugar, las personas que laboraban ahí, horarios de las mismas y otros detalles que eran considerados útiles para conseguir sustraer el objeto que mantenían oculto

-mi... ¿trabajo?- tomó los documentos leyendo la información con atención intentando memorizar cada palabra cuando llevará todo a la acción - lo haré, te mostraré de lo que soy capaz- dijo con una gran sonrisa llena de determinación sobre sus mejillas

-yo se de lo que eres capaz chuuya, pero aún así no permitiré que vayas sólo... -alzó la mirada haciendo una ligera seña a su subordinado -Nikolai irá contigo

-¿que? ¿porque él? -alzó la voz algo molesto al mismo tiempo que señalaba al rubio -¿porque debe ser él?- todos estaban conscientes de la rivalidad excistente entre el ex mafioso y aquel payaso considerado la mano derecha de dostoievsky

-chuuya, habíamos quedado que todas las misiones las haríaa con él, además es por tu seguridad -respondió el ruso tomando de ambas manos a su novio

-Fyodor... -bajo la mirada dando un profundo suspiro resignado a obedecer al su líder y amante -sabes que puedo cuidarme sólo... pero esta bien no quiero preocuparte

- gracias mí hermoso petirrojo- tomó su barbilla de forma dulce para poder ver directamente a sus hermosos orbes celestes que tanto amaba inclinandose a sus labios y finalmente depositar un dulce beso sobre sus labios, lento lleno de cariño -ve en el auto, te esperaré en nuestro escondite - le entregó las llaves sin separarse

-sí... lo haré Fyodor - lo abrazo con fuerza rodeando su cuello con ambos brazos -esperame no tardaremos

Finalmente lo soltó, dio media vuelta y manteniéndose firme camino a la salida, subió al auto y se dirigió a la dirección plasmada en el sobre manteniendo la calma y sin decir ni una palabra, estaba preparado para todo no había miedo estaba confiado en que ambos podrían salir de ese ligarsin altercados y podría demostrarle al líder de las ratas que podía cuidarse así mismo sin problemas.

Estacionaron el auto delante del edificio, unas oficinas del Gobierno aparentemente vacías debido a la hora pero en realidad habían varios agentes cuidando aquel pequeño objeto, simple y valioso. Bajaron y se encaminaron a la entrada, no fue necesario provocar un alboroto debido a la habilidad del ruso que lo acompañaba, uno a uno y de forma silenciosa los hombres caían, la fuerza de Nakahara le permitía de un sólo ataque dejar su camino libre. Finalmente llegaron al último piso, este se encontraba vacío o eso parecía ya que dentro estaba el líder de esa organización y quien llevaba la batuta con el resto de los grupos con habilidades

-Jefe Tanaeda, que suerte que está aquí -dijo con una sonrisa maliciosa utilizando su habilidad para impedirle que llame a refuerzos

-Nakahara Chuuya... entonces es cierto -aquel sujeto delante suyo estaba realmente sorprendido su expresión lo demostraba, uno de los mafiosos más temidos había escapado con su amante traicionando a todos los que lo rodeaban

- si... es verdad así que supongo que sabe lo que estoy buscando - lo obligó a acercarse con ayuda de la gravedad manipulada en él

-no está aquí, no puedo permitir que alguien como tu novio obtenga la hoja de ese libro- se negaba una y otra vez aún si sus palabras eran mentira -es una amenaza para Yokohama ¿como puedes permitir que el destruya la ciudad, tu ciudad chuuya?

-¿que ha hecho este lugar por mi? no me importa lo que Fyodor haga decidí servirle y serle fiel- respondió comenzando a molestarse

-¿y crees que le importas a él? Sólo te está utilizando, debes reaccionar sólo está jugando contigo

-¡basta! Tu no sabes lo que dices, estas equivocado -el pelirrojo presionó sus puños con fuerza -la mafia me utilizó, ¡Dazai sólo jugó conmigo! por mi todos deben morir - lo dejó caer anulando su habilidad pero antes de que tocará el suelo lo tomo de las prendas pegandolo contra la pared -te mataré- había sacado su daga iba a apuñalarlo, quería dejar que se desangrara lentamente pero todo se vio interrumpido por culpa de su ahora compañero

-¡chuuya! No lo mates, aún no - el payaso lo tomo por el hombro para que soltara el arma

-tsk- el ex mafioso lo soltó no sin antes darle un fuerte puñetazo en el abdomen que lo dejó sin aire e inconciente en el suelo

Con el pasar de los minutos la oficina se volvía un caos total, las cosas volaban de un lado a otro debido a la habilidad de Nakahara, moviendo documentos, cajones y cuadros hasta que finalmente la encontró, una hoja dentro de una carpeta, estaba algo amarillenta por el tiempo que llevaba guardada y con un par de marcas debido a lo que les costó a los agentes federales conseguirla la primera vez

-está es- aseguró el rubio observandola por encima del hombro del de menor altura

-entonces vámonos - un movimiento fue suficiente para que ambos desaparecieran saliendo del aquel edificio y entrar al automóvil

Nadie los vio entrar mucho menos salir, los agentes habían sido asesinados el único sobreviviente era Tanaeda quien provocaría que la búsqueda del antiguo ejecutivo de la Port Mafia y el líder de las ratas fuese mayor para evitar que la calamidad llegue no sólo a la ciudad sino también a Japón.

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El pelirrojo se apresuró a entrar a la que era su alcoba con la carpeta entre sus manos, sentado en la orilla de la cama lo esperaba el azabache recargandose en sus manos preocupado porque algo le ocurriera a su amante

-Fyodor - llamó con voz animada acercándose a su amante quien al verlo se puso de pie - lo conseguimos- sintió como un par de largos brazos lo rodeaban en un fuerte y cálido abrazo

-Sabía que lo harías, pero no pude evitar sentirme preocupado- confezo el ruso estrujandolo un poco sin llegar a lastimarlo

-te dije que estaría bien- se separo lentamente esbozando una ligera sonrisa sobre sus nuevas mejillas antes de inclinarse de rodillas en señal de respeto y entregarle el objeto que fueron a buscar - aquí está amo, he cumplido con el trabajo de manera favorable -articulo con voz sería y firme

-chuuya - el azabache tomó la carpeta observando el interior sonriendo con malicia y satisfacción -lo hiciste muy bjen chuuya, ahora debes descansar se te informará de tu próxima misión cuando llegue el momento

- si maestro -volvió a ponerse de pie acercándose a sus labios y poder besarlo está vez de forma más desesperada y necesitada, quería sentirlo y probar que las palabras de aquel líder eran mentira, amaba a Fyodor y este a él, el sentimiento era reciproco, único y sincero por ello estaba dispuesto a morir por el ruso.

Una Noche De Copas (Fyoya) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora