Mi vida es un bucle donde las situaciones extraordinarias las protagonizan mis padres mandándome que haga cosas. Que si haz la cama, que si tira la basura, que si estudia... Estoy cansado, vacío, desganado. Cada día voy al instituto, mismo horario durante todo el curso, rutina tras rutina. La única irregularidad en mi vida es ella, la amo. De vez en cuando salgo a jugar a futbol, pero vaya, siempre salimos a jugar los viernes a las 17:00 p.m. Una rutina más. Domingos de paella, de colada y de tardes tumbado. Este mundo está vacío, paralizado, igual que yo. No hay hueco a la creatividad. Me siento incapaz de ser feliz. No tengo ganas de nada. Suerte que mi casa tenía 6 pisos, fue una solución rápida y eficaz.
