Tengo que hacer matemáticas, castellano y practicar violín. Mates era mi gran perdición. Una asignatura que no le encontraba ni pies ni cabeza, cuando la profesora nos explicaba la materia, yo me perdía como si de un laberinto se tratase: un laberinto de operaciones, enunciados, ecuaciones, rectas y geometría. Por lo menos aprobaba me bastaba con eso - pongo mala cara mientras pienso eso. Castellano era una de mis asignaturas preferidas, por la profesora. No era nada atractiva pero era super excéntrica, a veces creo que venía emporrada a clase, tal cual. Para hablarnos, nos tenía que magnificar primero. - Genios, cracks, mastodontes, fieras, futuros presidentes del Gobierno, ¿Habéis entendido como hacer el resumen? - recordaba en mi mente las palabras que constantemente nos repetía. - Hago fuerza a más no poder. También nos soltaba cosas como: ¿very well Emmanuel jamón de Teruel? Yo flipaba con la profesora, me entraba una risa que no podía aguantar y ella se percataba de eso, lo se. De castellano tenía que hacer un comentario de texto que trataba sobre los jóvenes de hoy en día. -Uffff que alivio - me levanto del váter y tiro de la cadena. ¿Nadie más piensa en lo que tiene que hacer mientras está en el váter?
