Once: Boliche

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Narra Erick.

" Já! celos de hermano. Si supieras..."

Me quede ahí parado sin saber que estaba pasando.
Aguarda ¿El poema era para mí o para Levi?

Había transcurrido una semana desde que nos peleamos, una semana sin hablar, una semana sin: "¿Que te pasa idiota?" O "Muévete animal!" O sus referencias a memes o a los stand ups que solo ella ve. Una semana de eso y a ella parece no afectarle; cuando a mí me está matando por dentro.

Y sobre todo una semana sin "Ya deberías terminar con Daniela, tú no la quieres y ella no te quiere"

- Hola bebé - saluda la reina de Roma con un corto beso en los labios.

- Hola nena

La estaba esperando, ya han terminado las clases y jacobo se acaba de ir.

Jacobo se podría decir que es como mi mejor amigo, es muy bueno. Cuando llegue a la escuela en primer grado el fue el primero en hablarme. Hacemos todo juntos, estamos en el equipo de fútbol, va a mi casa, sabe lo que siento por Fernanda y muchas veces me ayuda a no cagarla.

Caminamos hasta casa de Daniela, la verdad no me molesta, pero creo que a ella sí, voy a pedir un auto de cumpleaños. Aún no se qué quiero hacer, me gustaría una fiesta, bueno, la fiesta es obvia.

Llegamos y vemos a la madre de Daniela aspirando la alfombra

- hola mamá - saluda

- hola Señora Davis - saludo

- Hola muchachos -responde

- Estaremos en mi habitación - avisa Daniela mientras subimos las escaleras

- No hagan nada que yo no haría!

- No! - decimos al unísono y entramos a la habitación.

Entra deja su mochila a un lado de la puerta, la copio y cierro la puerta detrás de mi.

Ella se dirige a su escritorio y se recarga ahí, me acerco tomando su cintura y ella se acerca a mi cara mirándome a los ojos, yo solo miro sus labios, no me resisto más y junto nuestros labios en un beso apasionado, caminamos por la habitación hasta llegar a su cama, me acerco para que ella pueda sentarse, después me voy recostando.
Quito mi camisa con su ayuda, siento su mano pasar por mí abdomen, giro su cuerpo para que ella quede encima de mí, sé quita la blusa damos la vuelta de nuevo, quedo sobre ella y nuestros labios vuelven a juntarse, comienzo a dar cortos besos primero en la comisura de su labio, después en su mejilla y luego bajo por su cuello tratando de dejar marca, pero me sorprendí a mi mismo encontrado ya una. Me detengo en seco y la miró. Hay un chupetón en su piel blanca, justo a un lado de su clavícula. Estoy completamente seguro que yo no lo hice.

Me levanto de la cama dejándola acostada, me mira extrañada y yo tengo la mirada pérdida.

- ¿Quien te hizo ese chupetón? - pregunto con la voz firme

- ¿De que hablas? - se sienta - yo no tengo nada

- ¿DE QUÉ HABLO? ¿Quien te hizo ese chupetón?- la señaló

"CÓMO ME PUEDE HACER ESTO"

- ¿Esto? - se señala - Lo hiciste tu bebé

- Claro que no - tomo mi camisa y me la pongo - yo no hice eso ¿Con quién estuviste? - pregunto mientras me abrocho los botones

- ¿A dónde vas? - se levanta de la cama. Tomo mi mochila y abro la puerta

- No te interesa - la miró y azoto la puerta.

Maldita Sociedad. (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora