En mi teléfono sonó la canción de summer de Calvin Harris. Miré la llamada rapidamente y el nombre de mi madre apareció en la pantalla. Cogí la llamada.
- Hola mamá
- ¡hola hija! ¿que tal todo?
¿A qué venía esto? Hace nada me echó de mi casa y ahora me llama y me habla así, bipolar.
- Pues no muy bien, tuve un accidente pero solo me rompí un brazo, y ayer me hize un análisis de sangre y todo está bien.
- Por dios, ¿por quenome llamaste? podriashaber muerto y yoni idea denada.
Exagerada.
- No importa mamá, estoy bien ¿que tal todo por casa?
- Nadabien, vamosatener que viajar unos meses más ytupadre está muy extresado.
- Ah bueno como siempre.
- ¿cuando tedanelalta?
- Mañana temprano, oye mamá, ¿por qué no somos normales?
- ¿Cómo?
- Maggie me dijo eso.
- Lo siento Edith me tengo que ir, tequiero.
- Yo tambien te quiero, adiós.
Y colgó.
Aquí pasa algo que no me quieren contar, menos mal que está Maggie para contarme todo.
El aburrimiento volvió a ganarme y ya no tenía nada que hacer, voy a morir en este hospital, voy a morir de aburrimiento.
Las paredes eran grises sin ningún tipo de decoración en ellas. Voy a llenar de arte las sosas paredes.
Cogí la caja de pinturas que me trajo Maggie y pensé en qué iba a dibujar.
Tras unos minutos mi mano trazaba líneas curvas de diferentes tonos de verdes por toda la habitación. Sobre las líneas dibujaba todo tipo de flores, de todos los colores que tenía. En medio de la pared principal dibujé un "Bienvenidos a la habitación 112 " en color rosa fuerte, para que se viese bien.
La puerta se abrió y Zayn entró con una bolsa.
- ¡Zayn! Que suerte de verte por aquí - le dí un beso en las mejillas y él me correspondió.
- Si, Edith vine a verte.
- Que bien, ¿que traes ahí?
- Señorita esa no es la pregunta, ¡¿ Por qué están las paredes pintadas?!
- Eran muy aburridas - dije en mi defensa y él se rió de mi respuesta.
- Enhorabuena, me gusta la nueva pared - reí un poco y él se acerco a tocar la pared pero lo aparté corriendo.
- ¡Ten cuidado! Las pinturas no están secas todavía.
- Vale, vale, tranquila - dijo riendo - ¿Qué te parece si mientras las paredes se secan nos vamos a merendar al jardín secreto del hospital? - hizo una pausa - Sé que la comida de aquí esta asquerosa, así que, ¿que me dices?
Este chico es un angel encarnado, por supuesto le diría que sí.
- ¡Claro, gracias Zayn!
- No hay de que, vamos antes de que nos pillen.
Salimos sigilosamente de la habitación y seguí a Zayn hasta los ascensores. Nos subimos a uno en el que no había demasiada gente, para que no sospecharan. Zayn pulsó el último piso y subimos hasta que el ascensor paró y nos bajamos. Al salir del ascensor nos dirijimos por un pequeño pasillo hasta una puerta vieja, Zayn la abrió y aparecieron una escaleras. Las subimos hasta que otra puerta apareció y la abrió con una llave que sacó de su bolsillo.
- Ya estamos, pasa primero.
Me adentré en lo que pareció ser la azotea y un pequeño jardin se mostró ante mis ojos. Había muchas plantas y un banco estaba en medio de este.
- ¿Te gusta?
- Me encanta ¿quien más sabe de esto?
- En realidad estas plantas las plantó una doctora que mientras trabajaba lo cuidaba en sus tiempos libres pero cuando se jubiló me dió a mi las llaves de este lugar para que lo cuidara.
- Vaya, que buen gusto.
- Si, ven vamos a sentarnos.
Nos sentamos en el banco y sacó de la bolsa unos sandwitches y unas latas de coca-cola y las puso en una manta en el suelo.
- Hablemos de nostros, yo primero - bebió de su lata y me miró - Me llamo Zayn Malik, tengo 19 años y mi cumpleaños es el 12 de enero. Tengo dos hermanas menores y una mayor y mi padre es de origen musulmán y siempre he vivido aquí. Te toca.
- Pues, me llamo Edith Finn, tengo 17 años y mi cumpleaños es el 19 de septiembre. No tengo hermanos porque a mis padres no le gustan los niños. Soy de Los Angeles y he venido aquí con mis primos porque mis padres tienen una empresa muy grande y siempre están de viaje.
- Wow - rió un poco - que vida más interesante.
- No lo creas, solo estoy aquí porque falló la protección.
- Oh lo siento.
- No importa, mañana me dan el alta, ¿me das tu número?
- Si, claro.
Intercambiamos números y me fui de vuelta a mi habitación.
--------------------------------------------------------
Chicas aquíestaotro caapituloo!! os quería compensar por lodeantesycuando he encontrao unhueco lo he escrito. Sequeestaunpoco caca peroalgoesalgo.
No olvideiis votad ycomentadyfelicidadeesalas Claras!!
beshooos xx.