- Está dormida, ¡no papi, dejala!
- Vale, vamonos.
Parece ser que he tenido visita por la mañana. La verdad, no tenía ganas de levantarme de la cama. No soy floja, solo estoy en modo "ahorro de energía", es lo que le digo a todo el mundo cuando conocen mi verdadera personalidad.
Seguí tumbada en la cama. Quería llegar al escritorio para coger mi móvil, las piernas las tenía apoyadas en la cama y con agilidad me estiré lo suficiente hasta cogerlo. El sonido de la puerta me asustó y en un intento fallido me caí al suelo. Niall entró corriendo ayudandome a levantarme.
- Niall ¿qué haces aqui?¿no estabas en eso de los locos? - rió ante mi comentario y mostro una presiosa sonrisa. Si, tenía que aceptar que tenía una linda sonrisa aunque de pequeños siempre le decía que sus dientes eran de ogro, pero desde que se puso aparatos no le digo eso.
- Pues, para responder a tus preguntas. Al estar ingresado me hicieron una prueba para ver si estaba...loco. Tardaron mucho en salir los resultados y me los dieron esta mañana. Y obviamente no lo estoy, o eso creo - reí un poco hacia la duda de Niall.
- Me alegro, oye, ¿quien era ese tal Harry Styles? Maggie y yo nos lo encontramos en el parque cuando me iba a decir sobre Philip - la cara de mi primo se tornó pálida en menos de dos segundos.
-¿ C..como? - tartamudeó.
- Pues como te lo digo Niall, estoy harta ya de que me hayan ocultado toda mi vida el secreto de mi familia. Todavia no puedo creer que de toda la gente de la familia me lo haya tenido que contar una niña de siete años que ni siquiera es mi hermana y casi nunca la veo. Que mis padres me mintiesen siempre, que tú evitas el tema cada vez que te pregunto. Ponte en mi lugar, a mis padres no les importo una mierda, porque ahora me entero de que no tienen ningún puto trabajo de negocios y todo es una excusa para no tener que soportarme durante un año ¡UN AÑO! ¿A ti te parece eso normal de una familia unidad? Tu familia es perfecta, todos vosotros os quereis, os contais todo y nunca guardais ningun secreto sin que lo sepan todos. Para mí no es facil esto, para mí ni para nadie que ahora esté pasando por lo mismo que yo. No creais que soy la típica chica dulce que a todo el mundo le cae bien y nunca le reprocha nada a nadie. Nadie es perfecto, repito NADIE. También se que tengo que ser amable y siempre he contado hasta diez antes de gritarle a alguien, pero joder esto es demasiado. Puedo contar hasta mil y seguir con ganas de gritar con todas mis fuerzas hasta que mi garganta reviente. Ya no puedo soportar esto más. Si hace falta cogeré el asqueroso dinero de mis padres y me iré a vivir a otros país apartada de todos y los fantamas que según vosotros están aquí - cogí aire y sentí una gota sobre mi mejilla - esto es insoportable, así no se puede vivir, todos me ocultan las cosas. Los únicos a los que realmente les importo los dejé atrás en Los Angeles. Voy a despejarme, no me busqueis, ni lo intenteis - apunté la dirección de la casa en un papel,para que no ocurriese lo de la otra vez. Cogí mi bolso y bajé a la cocina dando un portazo.
Por fin, solté gran parte de lo que quería decir. Que bien se siente al desahogarse.
Abrí el armario y cogí una bolsa que estaba apartada con un nudo hecho. Salí corriendo evitando cualquier tipo de pregunta por parte de esta perfecta familia. Las lagrimas se conservaban mientras iban cayendo algunas nuevas. La vista se me volvió a nublar dejandome parada en la calle. Ví el parque de esta mañana y me acerqué a él.
Divisé un pequeño banco alejado de la gente que paseaba con sus bebés en los carros y sus parejas dándose muestras de cariño. Nunca iba a encontrar nadie que verdaderamente me amara como lo hacen en esas fantásticas películas. Ninguna de ellas son reales y nunca lo seran. Típicas de chicas buenas que se enamoran del chico malo y acaban juntos siendo de lo más cursis, u otras que tratan sobre adolescentes que se aman en secreto y terminan juntos, otra vez.