Genji: "Destinos cruzados"

1.8K 121 10
                                    



No podías dejar de mirar como su rostro lleno de cicatrices estaba fruncido mientras hacia un sobre esfuerzo por no echar a llorar al suelo a la vez que alzabas tu arma mientras la mayoría de los presentes se mantenían alertas, a cualquier movimiento de ambos. La mayoría estaba enfocado en como torpemente cubrías tu herida a un costado de tu cuerpo mientras alzabas tu arma en posición de defensa. Te estabas defendiendo de Genji, de quien fue alguna vez la persona más amorosa que conociste y que ahora había perforado tu cadera con su espada en un arranque de rabia y cólera al ver en lo que tú te habías convertido.


En algún punto de sus vidas habían formado pareja y habían sido complementarios entre sí. Pero luego de su destierro y aparente muerte un abismo se formó entre ustedes. Por más que lo deseaste no pudiste abandonar tu posición dentro del clan, te forzaron a tomar las riendas aun cuando sentías un completo repudio por lo que ahora era. No querías que tu familia sufriera, que nadie en el pueblo lo hiciera. Si el clan no se hacía presente las clanes rivales tomarían terreno; cometerían multitudes de asesinatos solo por un honor corrompido. Te habías convertido en el líder electo luego del abandono del Hanzo.

Ese bastardo; había sido alcanzado por el remordimiento mucho después de haber herido a su propio hermano, gritaste en alto lo cobarde que era por sus propias acciones. Perfectamente habrían podido evitar aquel destino de su hermano Genji poniendo en su lugar a los ancianos del consejo, pero no. Hanzo había sido débil y ahora tú cargabas con sus responsabilidades.

Ustedes no debieron terminar nunca en esta situación; enfrentándose cara a cara al pie de la entrada del castillo Shimada, justo en la plaza donde el cuerpo humano de Genji sucumbió desapareciendo luego de que fuera dejado al borde de la muerte a manos de su hermano. En la misma plaza donde lloraste por cinco días enteros y donde fuiste obligado una noche a dar la cara por todos, y en donde no dejaste de ir pasado dos años hasta que una fría de noche de invierno un cyborg osado quiso entrar como si nada. Dándote cuenta después de que de que en realidad era aquella persona a la que amaste hasta el día trágico. Bajaste tu guardia inmediatamente luego de reconocer sus ojos, abrazándolo con fuerza y susurrando múltiples veces su nombre pidiendo entre ruegos ahogados que te devolviera el abrazo que tanto habías deseado por todo ese tiempo en el que lo diste por muerto.

Pero grande fue tu sorpresa cuando escuchaste el sonido de una hoja siendo retirada de la vaina y luego sentir como te empujo con mucha fuerza, cortando una parte de tu cadera en un movimiento limpio de advertencia.


Señalaste con la punta de tu arma a uno de los que lo acompañaban, viendo como tenía la intención de avanzar hacia ti.


– No de ni un paso – Advertiste al hombre de piel oscura que llevaba un gorro de lana. –. Ustedes los extranjeros no son bienvenidos dentro de estos terrenos.

– No puedes detenernos, te superamos en número idiota. – Rebatió obvio, apuntándote con sus armas. – Ahora hazte a un lado para que podamos hacer nuestro trabajo.

– Yo me encargare de él, ustedes sigan.

– ¡He dicho que no!

Corriste al hombre con intensión de detenerlo, pero Genji volvió a interponerse en tu camino. Frenando tu andar dirigido al hombre moreno, apretaste la mandíbula ante su acción sabiendo claramente sus intenciones. El hombre se detuvo solo para observar que pasaría luego.

 – Vas a dejar que asesinen al clan, sabes perfectamente lo que eso implicara. ¡El pueblo perecerá ante las manos enemigas, por amor al cielo Genji no puedes permitir eso!

– ¡El pueblo estará mejor sin el Clan Shimada!

– ¡Sabes perfectamente que eso no va a funcionar! – Gritaste de vuelta, acercándote sin medir a su cuerpo, casi rozando con la punta de su nariz la máscara que cubría su rostro. – Vas a dejar que todos mueran.

La mirada vacía que te dio escalofríos e hizo que el llanto de frustración y miedo comenzara a bajar por tu rostro a la vez que caminabas torpemente hacia atrás, desenvainando tu otra espada y sujetándola entre tu mano. Mirándolo con los ojos bien abiertos y a los hombres que lo acompañaban, poniéndote nuevamente en posición entre el camino hacia el palacio que empezaba entre dos columnas de madera. No dejarías que llegaran al resto.

– No eres el Genji que conozco – Dijiste en voz alta empuñando tus armas. Querías el bienestar de todos en el pueblo y el de tu familia, y eso implicaba que el clan tendrían que seguir en pie para protegerlos de los enemigos. –. El Genji que conozco no hubiera permitido esto.

– El que conoces murió hace dos años en esta plaza.

Un nudo se formó en tu garganta al escuchar su respuesta tan antipática, te hizo sentir mal. Dolido. Pero mantenías tu voluntad por encima de ello, muchas vidas dependerían de ti.

– Entonces seré yo quien te asesine esta vez.


Arrastraste las palabras con dolor y pena antes de tomar el primer ataque contra la persona que alguna vez amaste con el alma. No... no era esa persona, esta era diferente por mucho. Estaba cegada por la rabia y la venganza.

Ese no era tu Genji.

One Shot's Overwatch X Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora