Jesse: "¿Acaso no ves que me duele verte así?"

741 65 1
                                    


Tocaste el costado de su rostro con tu mano, pero esta temblaba. – Jesse...

Apenas pronunciaste su nombre, pero fue suficiente para tomar su atención. Aquellos ojos oscuros te observaban de manera atenta, yendo por cada centímetro de este hasta bajar por tu cuello y terminar en el moretón que se había formado ahí. Estaba morado hasta casi llegar al negro. Solo ahí su mirada se tornó molesta y revuelta. Presionando inconscientemente su agarre sobre tu brazo.

Apretó su mandíbula – Lo ha vuelto a hacer. ¿Por cuánto lo vas a soportar?

– Es... complicado – Miraste a otro lado, apenado –, lo sabes.

– ¡Pero puedes cambiarlo! – Tu cuerpo se sacudido ligeramente, haciéndote rebotar en el mueble donde se encontraban. – ¿Acaso no ves que me duele verte así? Cada día tienes algún nuevo moretón en el cuerpo y los ignoras completamente. Él no tiene ningún derecho a hacerlo. ¡Ya no puedo seguir viendo tu cuerpo golpeado y aguantarlo en silencio!

– ¿¡Y crees que yo no me siento peor?! – Echo su cuerpo hacia atrás cuando alzaste la voz, dejando que te incorporaras en tu lugar con una expresión agría. A Jesse le dolió verte así. Siempre le dolía. – ¡Crees que no lo quiero detener pero no es así, Jesse! Tener que aguantar los golpes todos los días no es perfectamente mi pasatiempo preferido.

– Entonces múdate aquí – Negaste con tu cabeza, apartando tu mano de la suya, la cual había sujetado con firmeza para apoyar los codos en tus rodillas. – Ven a vivir junto a mí.

– No puedo hacerlo, no podría hacerte eso a ti... serías..., no. Jesse, no.

– ¿No podrías hacerme qué? – Se acercó nuevamente a ti, arrodillándose frente a ti y sujetando tus rodillas para mirarte fijamente. Revolviendo más tú estómago por su mirada intranquila y suplicante – Dime que sucede realmente, por favor, dímelo.

Jesse volvió a levantarse luego de segundos, viendo como negabas lentamente; rehusándote a decir algo. Sujeto su cabello castaño con fuerza, mientras pasaba su mano con frustración por su rostro. Agobiado. – No puedo ayudarte si no dices nada, y comienzo a creer que lo poco que me has dicho es mentira. Somos una pareja, debemos tener confianza uno al otro y cuidarnos entre sí. ¿Crees que no he notado que tienes ojeras y llegas tarde a cada encuentro que tenemos?
¿O qué no he notado el arma que siempre cargas encima?

Levantaste tu mirada, asustado. Viendo como Jesse mantenía sus puños apretados y con la mirada colérica y, muy en el fondo, decepcionado de ti. De todo lo que pretendías poder ocultarle. – Me ocultas cosas. ¡Actúas como si no existiera cuando estamos en público! No sé qué es lo que pretendes con ello porque solo me estas per...

– ¡Intento protegerte!

Tu voz retumbo por la sala, haciendo callar abruptamente al moreno mientras veía como entrelazabas tus manos sobre la nuca, ocultando tu rostro entre las rodillas. Te escucho jadear con dificultad luego de un tiempo:

– Solo quiero protegerte, Jesse. ¿Sí? Proteger de quienes pretenden ser mi familia y de sus amigos, mis padres pertenecen a la mafia. Y sé que de conocer tu existencia, de exponerte, la tomarían contra ti. ¡Te asesinarían!
Por eso siempre llevo el arma y te ignoro o actuó cortante en público, temo que nos descubran e intenten matarte frente a mí. Y también recibo los golpes en silencio para no hacerlos enojar y que ya no me dejen ir contigo. No soportaría perderte, Jesse. No lo haría.

Silencio. Un largo y extendido silencio recorrió la habitación por minutos en los que solo lloraste, ocultándote con el rostro bajo. Temiendo que ahora te dejara por saber la verdad. ¿Pero quién estaría dispuesto a estar con alguien como tú? ¿Arriesgando su vida solo por alguien que pertenecía a la sucia mafia?

Sentiste como un hoyo se abrió en tu pecho cuando escuchaste suspirar a Jesse, temiendo que decidiera alejarse de ti. Realmente lo amabas mucho, era literalmente lo mejor que había ocurrido en tu vida. Tu corazón se aceleró más cuando viste desde tu lugar como los zapatos de Jesse se ponían frente a ti, notando su cuerpo ponerse a tu altura sobre el mueble y poco después como tomaba tu mentón para hacer que lo observaras de frente; tu rostro se complicó al ver sus ojos humedecidos y su confusa expresión.

¿Acaso estaba feliz por saber que su pareja pertenecía a tal cosa? ¿Qué su vida sería expuesta por tan solo un error como ser vistos en público? No dejaste de ver con preocupación la ligera sonrisa en su rostro hasta que dejo un beso corto sobre tus labios. Descolocando entre tus propias lagrimas que continuaban bajando.

Apoyaste tu rostro contra su hombro cuando se separaron al cabo de segundos, presionando tus manos contra ambos lados de su espalda. – Entenderé si quieres irte...

– No me iré a ningún lado. – Dijo, al besar de manera firme tu mejilla.

– ¿Entiendes a lo que te estarías exponiendo?

No respondió a tu pregunta. Lo único que recibiste de su parte fueron sus brazos envolviéndose alrededor de tu cuerpo, haciendo que poco después volvieras a echarte sobre el mueble con él ligeramente encima de ti. Como el principio.
Solo ahí volviste a escuchar su respiración tibia sobre tu cuello, alejándose lo suficiente para que pudieras girar tu rostro y quedar de frente al suyo. Detallando sus ojos oscuros que ahora parecían haberse tranquilizado; siendo todo lo contrario para ti. Puesto que tenías una mirada preocupada e hinchada por las lágrimas.

No querías que le sucediera algo por estar junto a ti, era demasiado bueno para sufrir por alguien que estaba predestinado a hacer mal; alguien como tú. – No quiero que algo malo te pase, Jesse.

– Descuida – Rozo el pulgar de su mano izquierda por debajo de tu ojo, quitando el rastro que aún quedaba de las lágrimas –. Estaré dispuesto a correr el riesgo por estar contigo. Y buscaremos la manera de sacarte de ahí.


Les aseguro que me estoy preparando mentalmente para el de Zenyatta. Mientras saldre del pedido que me queda xd

(Pd: Les recuerdo que pueden hacer pedidos en la primera parte de la obra.)

One Shot's Overwatch X Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora