Moira: "Por amor"

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Siempre se ha dicho que por amor una persona es capaz de hacer todo, cualquier cosa, desde la más sutil hasta la más arriesgada. Tal sentimiento era capaz de nublar la vista y el juicio de cualquiera si caía en su influencia; hacer todo y soportar hasta el más grave error.

Todo por amor.

Y tú estabas bajo esa influencia. Aunque no recordabas exactamente cuándo había comenzado, y ni tampoco te importaba, solo pensabas día y noche en complacer a una persona que siempre llegaba a la misma hora y se retiraba puntual; nadie sabría cómo disfrutabas de ver su presencia. El admirar como refinada imagen se paseaba de un lado a otro. Cada vez que te era permitido salir de aquel espacio solo pensabas en seguirle con la mirada, no quería desperdiciar ni el más mínimo segundo en ver otra cosa que no fuera a ella.

Más de una vez habías tenido el deseo de tomar una de sus manos, de entrelazar sus largos y finos dedos entre los tuyos para percibir lo suave de ellos, tu mano favorita para tal deseo era la derecha; pese al color tan peculiar y el aspecto de esa solo te parecía más hermosa. Deseabas acariciar esa mano con toda tu alma, pero no podías. No sin su permiso, porque sabías que sí llegabas a hacer algo sin que te lo dijera se enojaría, y te gustaba verla enojada; no por miedo al castigo que recibirías por eso, nada de eso, no te gustaba verla enojada porque pensabas que a pesar de seguir siendo tan hermosa podía estar siempre con aquella y pequeña sonrisa siniestra en su rostro al mirarte.

Cuando estabas en su magnífica presencia hacías todo a su voluntad, incluso cuando esas órdenes te produjeran dolor físico, y aunque no fuera dolores leves no reclamabas porque sabías que disfrutaba de los resultados. Su expresión de satisfacción hacia menguar todas tus penas.


Ese día se te hizo especialmente largo, producto de los dolorosos procesos a los que aceptabas gustoso a someterte, y aunque tu piel hubiera palidecido por causa de alguno de esos procesos, tus nublados ojos no se apartaron de su imagen; sobre todo cuando se acercó directamente a un costado de la silla donde reposabas.

Deslizo suavemente sus perfectas manos envueltas por guantes sobre la bolsa del suero, siguiendo el camino de la intravenosa hasta tocar su fría piel.

Ese refinado toque le produjo escalofríos, solo por ese toque y no por lo helada que estuviera aquella habitación, la piel entera se le erizo y un suspiro se esparció por el lugar.


— Señorita Moira, ¿lo que he hecho bien hoy?

Con su pregunta en un hilo de voz apenas, la sonrisa creció, recompensándole con la sensación de su otra mano acariciando vaga y levemente su cabello incoloro debido a experimentos pasados que redujeron el pigmento a cero; como el resto de su cuerpo.

— Lo hiciste perfecto, mi querido conejillo, como siempre. Pronto saldrás de aquí y me ayudaras en todo lo que necesite, ¿cierto?

— Todo lo que usted me diga.


Porque harías todo por ella, todo por amor.

One Shot's Overwatch X Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora