Hanzo - Genji: "Consideración"

1.4K 100 41
                                    


Ser parte de la servidumbre del castillo Shimada ponía sonar aburrido y estricto. Estar bajo la mirada del jefe del clan sonaba aterrador ante la sola mención para aquellos que eran ajenos al interior de los muros; pero la verdad es que estaban por mucho equivocados. El señor Shimada era alguien muy agradable más allá de su natural imagen estoica y recia, mostrándose muy paciente ante los errores que se cometían con algunos de los deberes del castillo y buscando la forma de asegurarse de que no fueran cometidos nuevamente.

Resultaba ser especialmente paternal contigo, ya que al haber crecido dentro de los muros interactuaste desde temprano con él y poco después con sus hijos, criándose como cercanos siendo tú mayor que ellos por apenas dos años.

Los hermanos, solía interactuar contigo cuando los asistías a ambos durante sus entrenamientos, llegando a ofrecerte varias veces tomar alguna de sus arma y unirte a ellos o incluso algunas veces discutir entre sí demandando para cada uno tus halagos y atención absoluta. Más de una vez tuviste que intervenir para que no tomaran armas entre sí. Literalmente eras como uno hermano mayor para ellos. Pero algunas veces, solo algunas, llegaban a confundirte con sus acciones por separado.

Comenzaron a actuar extraños luego del último festival de primavera al cual los acompañaste; empezando a darte pequeños regalos cada que tenían oportunidad de tomar tu tiempo mientras pulías los pisos u dándote cumplidos sobre tu apariencia cada mañana. Claramente sabias a que querían llegar con todo eso y por supuesto que te incomodaba y asustaba un poco. ¡Diablos! Ambos hermanos te daban presentes en el mismo tiempo; temías que por preferir a uno el otro se distanciara o peor, que empezaran a discutir por ti terminando en un conflicto. Y por supuesto que también estaba presente la brecha de las posiciones sociales. ¡Pero esa la menor de tus preocupaciones!

Hasta ahora te habías mantenido neutral frente ambas partes y te mantenías tranquilo eliminando esos pensamientos negativos de tu mente.

Hoy era uno de esos días en los que ponías estar tranquilo lavando los suelos de una planta del castillo llevando la ropa completamente blanca. Tarareabas tranquilamente alguna melodía cuando la puerta de la habitación donde te encontrabas fue corrida dejándote ver a ambos hermanos con rostros tranquilos y sonrientes. Eso fue una alerta para ti; jamás se mostraban tranquilos y sonrientes en la compañía del otro.

– ¿Necesitan algo? – Preguntaste con una sonrisa pequeña, manteniendo la calma y levantándote del suelo dejando el balde de agua a tus pies unos centímetros atrás.

– Debemos hablar, (Tn). – Tragaste saliva cuando Hanzo hablo cerrando tras sí la puerta corrediza. Mirándote ahora con seriedad al igual que Genji.

– Hemos notado que no te has inclinado hacia ninguno de nosotros para responder nuestros cortejos. – Dijo Genji acercándose al mismo tiempo que Hanzo. Ahora te sentías acorralado y los nervios comenzaban a tomar control. – Di de una vez a quien le corresponderás.

– Si, sobre eso... no creo que sea lo más conveniente – Comentaste ahora mirando a cualquier otro lugar que no fuera a sus rostro serios. Daban miedo por el simple hecho de que siempre los veías con una sonrisa en sus rostros cuando hablaban contigo. Comenzaste a caminar hacia la salida a paso rápido. –. Yo... ¡Yo debo seguir con mis deberes!

– Alto ahí. – Genji te sujeto de uno de tus brazos, evitando tu patético intento de escape.

– Responde, ¿A quién eliges? – Volviste a pasar saliva notando como ahora ambos te sujetaban de los brazos y mirándote con atención, están muy cerca.

Literalmente sentías los alientos de ambos rozando tu cuello al tú ser más alto que ambos. Cerraste tus ojos por un momento buscando otra manera de salir de esto e incluso rogando para que alguien más entrara pero volviste a abrirlos cuando sentiste como el lobuno de tu oreja izquierda era mordido con suavidad.

– ¡¿Pero qué estás haciendo Hanzo?! – Balbuceaste mirando al mayor de los hermano expresión alterada. Grave error, ya que al mirar a Hanzo un lado de tu cuello quedo a merced de Genji, quien aprovecho tu descuido para dar una ligera mordida y pasar su lengua. El aire abandono tus pulmones por momento, abriendo los ojos con completa sorpresa. – Me están asustando chicos, déjenme ir.

– Si no eres capaz de elegir no tendremos más opción que compartir. – Hablo veloz Hanzo, tomando tu otro brazo y comenzando a alejarte de la puerta, Genji imito su acción con una sonrisa cómplice.

– Ustedes no pueden compartir, nunca están de acuerdo. – Reíste de manera nerviosa notando como ambos te habían empujado a una de las paredes solidas de la habitación, sosteniéndote contra esta.

Diste un salto cuando una mano sostuvo tu cadera con firmeza, apretándola un poco pero lo suficiente para hacerte jadear. ¡Pero solo por la sorpresa!

– Algunas veces sí, otras no. Aunque no lo creas, sabemos compartir alguna cosas... o algunas personas. – Escuchaste una risa picara salir de la garganta de Genji.

Sintiendo como este empezaba a pasar su mano con sumo descaro entre los pliegues de tu ropa seguido por Hanzo, quien había subido lo suficiente la tela de para que parte de tu muslo quedara expuesto a sus dedos que se paseaban pausadamente sobre él.

– Ni se les ocurra hacerlo. – Advertiste con un siseo a ambos, mirándolos con seriedad. Una cosa era obligarte a elegir verbalmente y otra era subir el tono, vale, admitías que ninguno estaba mal.

Eras de gustos abiertos para ambos géneros pero no ibas a permitir que te hicieran parte de esto en el palacio. ¡Tenías mucha más consideración por el espacio del hombre que te crio que ellos, siendo sus verdaderos hijos, demonios!

– ¿Hacer qué, (Tn)? – Rodaste los ojos ante el tono cínico de Hanzo. – Tú eres el que se adelantó. – Miraste en dirección de a donde miraban sus ojos y grande fue tu sorpresa al ver tu marcada erección bajo la ropa. Escuchaste la risa burlona de ambos recorrer toda la habitación y dejaron tus brazos libres, permitiéndote cubrir tu rostro avergonzado con tus manos.

Kuso... – Susurraste poco después de que las risas se detuvieran, sintiendo aun la presencia invasora de ambos cerca. Percibiste la mano de alguno de ellos subir por tu pecho expuesto. – ¿Por qué me atormentan de esta manera?

– ¿Porque te amamos y queremos saber a quién eliges? No es tan difícil de entender.

– Solo debes elegir y todo resuelto, (Tn)-San.

One Shot's Overwatch X Male!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora