Capítulo 6: Celos

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Eso es lo que me pasa, tengo celos y envidia. Celos y envidia porque no dejo de pensar en la idea de que otro te pueda besar, acariciar y conseguir todo aquello que yo no conseguí.

¿Cómo voy a olvidarme de ti, si no me gusta dejar las cosas a medias? Siempre serás una tarea pendiente, aunque con el paso del tiempo me importe menos, siempre me quedará la espina de no poder haber terminado lo que empecé.

Ahora te vas a Canarias y sé que vas a pasar una larga temporada allí, tiempo suficiente para que conozcas a gente y con suerte te enamores y empieces una vida en pareja. ¿Cómo supero eso?

Por un lado quiero que seas feliz, pero quiero ser yo el que te haga feliz y si no puedo ser yo, que no sea capaz nadie de hacerte feliz, que seas feliz solo y si echas en falta cariño de otra persona, te acuerdes de mí.

Pero claro, yo sé que esto es imposible porque como tú dijiste no podía hacer nada para conseguir lo que esperaba contigo. Y eso más me revienta, porque no me gusta que me corten las alas y me digan que no puedo hacer nada, que todo está perdido.

Y así me encuentro en una batalla por parar mi mente, dejarte ir e intentar seguir adelante convenciéndome de que todo pasa por algo y que todo va a ir bien, pero es que te quiero tanto a mi lado joder.

A veces envidio tanto tu facilidad para pasar de página, siempre estoy en el lado contrario al que debo. Si tengo que olvidar me empeño en que no, si tengo que aceptar me niego... Me siento tan infantil ahora mismo, me comporto como un adolescente enamoradizo e inmaduro.

Me odio. Me encantaría actuar de manera madura, aceptando y controlando la situación pero qué va, solo me lleno de nervios si miro tu foto de perfil por el miedo a que la cambies y salgas con alguien y te tengo bloqueado.

Sinceramente, a no ser que cambie radicalmente por arte de magia, creo que nunca te desbloquearé porque tengo tanto miedo a lo que me puedo encontrar y darme con un golpe de realidad, que no soporto la idea ni veo factible que te desbloqueé. He pasado de pensar en mí a pensar en ti.

El 11 de Diciembre te marchas y aún no se como y si voy a mandarte un mensaje para despedirme y desearte suerte porque entrar en tu esfera es ponerme en alerta y no quiero recibir contestación por tu parte a no ser que sea solo un "gracias". No quiero que me preguntes cómo estoy, para no verme obligado a preguntártelo yo también y que me respondas: "estoy feliz".

Lo sé, soy una contradicción por un lado quiero que estés feliz y por el otro quiero que me digas: "estoy mal, te echo de menos". Nada me haría más feliz que eso pero es imposible que pase. Aún así sigo haciéndome castillos en el aire.

¿Cómo desconecto de todo? Me encantaría acabar con esto de manera radical porque yo también necesito estar tranquilo, tengo que reponerme y seguir viviendo mi vida, pero no puedo.

Si al menos me hubieras tratado mal, te tendría odio y te olvidaría más fácil como a mi ex, pero no, es que me has tratado genial. ¿Cómo odio a alguien que no se puede odiar?

Voy a seguir pensando cómo salgo de todo esto... ¿Échame de menos, vale?

Historias De Un Confundido ConfusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora