Capítulo 8: Siempre nos recordaré así

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Bueno, como ya te dije sigo en el viaje del olvido. Ya he sobrepasado algunas ciudades aunque aún son pocas.

Me apetecía escribirte porque tengo algo que contarte: estoy empezando a recobrar mi tranquilidad. Aún es pronto pero creo que cada día que pasa acepto un poco más tú perdida.

Te sigo pensando cada día y muchas cosas me recuerdan a ti, pero ya he podido mostrar algo de interés hacia otros chicos aunque no me planteo aún nada serio porque me siento aún atado a ti.

Quiero verte y no, quiero hablarte y no, no quiero pecar de precipitado por si descubro que aún eres el centro de mi pensamiento. Bueno creo que me has bloqueado así que aunque quisiera me iba a costar volver a hablarte, aunque quizás es porque has empezado con alguien y no quieres que forme parte de tu vida nunca o que me interponga entre esa persona y tú, pero bueno. Si es así, espero que te quiera y te cuide como yo. Me acabo de dar cuenta que aún me duele verte con alguien.

No significa que aunque conozca a otros, a ti te olvide. Te tengo muy presente en mi día a día, lo único que cambia es que ya es nostalgia y no tanto dolor como sentía antes. Recuerdo lo bueno, procuro olvidar lo malo y aprender a dejarte ir.

Si volvieras hoy, no sé qué pasaría. ¿Volvería a entablar amistad, me pillaría de nuevo, me daría miedo perderte otra vez? Son preguntas que aún no soy capaz de responder pero poco a poco, no quiero forzarme a olvidarte rápidamente, quiero que poco a poco formes parte del recuerdo, de un recuerdo bueno y del que siempre hablaré cuando alguien me pregunte si alguna vez alguien me valoró.

Es un recuerdo bonito. Te imagino sonriendo, con tus amigos, abrazándome cuando tenía frío, preguntándome como estaba, durmiendo a tu lado y despertandote dándote besitos en la espalda, pidiendo que nos viéramos ya que no aguantabas, diciendo que no querías dejar de verme, diciéndome te tengo cariño, te quiero, haciéndome rabiar y luego besándome para que no me enfadara, cogiéndome la mano como si no existiera nadie en ese momento, solo tú y yo contra el mundo, con tu cabeza loca por el mundo del ocultismo y las pirámides egipcias y con tu cara de angelito cuando te dormías porque te tocaba el pelo, así te recuerdo.

Verdaderamente, antes no sabía porque la vida te puso en mi camino y me dio tanto, para luego de repente quitarlo, pero ahora sí. Tenías que llegar para que fuera más fuerte, para que creyera que aún hay personas que son buenas en el mundo, para que me diera cuenta que mis rarezas a alguien les gustan y para seguir aprendiendo a querer. Aún me quedan muchas lecciones que aprender en la vida pero espero que duren un poco más las clases la próxima vez.

Sé que cuando nos veamos, yo ya no te pareceré tan genial, quizás tú a mí tampoco, me verás más feo y puede que yo a ti también, te darás cuenta de que hay cosas que no te gustan de mí, que antes sí y yo probablemente también lo haga. Lo único que espero es que si nos vemos, nos miremos a los ojos y aunque haya pasado tiempo, digamos: ¡Tío, que bien me sentí a tu lado, cabrón! Y que el cariño siga ahí. No un cariño de enamorados, ni de ilusionados, ni de amigos siquiera, simplemente un cariño que sea capaz de traer a nuestra memoria los momentos que vivimos. Posiblemente no te acordarás porque tienes poca memoria jajajaja pero espero que la sensación sea buena.

Bueno yo sigo en este viaje llamado vida, buscándome a mí; a ti te meto en mi memoria interna y tú intenta meterme a mí en la tuya, ¿vale?

Sé feliz en otros universos y búscate un buen cohete, un mundo te espera fuera pequeño, vívelo como tú sabes. Te quiero.

Historias De Un Confundido ConfusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora