Historias De Un Confundido Confuso

Capítulo 17: El arte de cagarla

El amor, ese sentimiento que dura... ¿cuánto? ¿2 días?. No hablo de costumbre hablo de ilusión. Una ilusión que se crea con un toque casi onírico en el que dos personas que antes eran desconocidas ahora se plantean tener una vida juntos con un final aún muy lejos. No hay problemas y todo fluye. Ilusos.

Si hay algo que de problemas es el amor. Desde el primer momento en el que conoces a alguien intentas ocultar aquello que te preocupa y que te acompleja para gustar a la otra persona. Empezamos con pequeñas mentiras. Luego los días pasan y una vez tienes más confianza empiezas a contarlas. Seguimos con temor. Luego si superáis la prueba, la relación continúa pero ya no está todo tan idealizado. Ahora el chico de película del que te enamoraste ya es simplemente un humano con fallos y virtudes y llega la monotonía. Empiezan las dudas. Es verdad que esta fase llega antes o más tardía en función de la pareja, pero llega. Lo habláis y decidís dejarlo. Prepárate que viene lo guapo: el olvido. Esta fase es la peor de todas y la que más altibajos tiene. Si los dos os quisiste por igual, iréis a la par en este proceso pero si uno de los dos no quiso igual o tiene una extraña capacidad para olvidar, te tocará ir por detrás con lo que ello conlleva. Él conocerá a otras personas y tú lo verás rehacer su vida, sintiéndote otro más de los muchos que vendrán en su vida y entonces te das cuenta de que te arrepientes de muchas cosas que hiciste por él porque te sientes entre gilipollas y patético. Y sigues tu vida. Ahora ya no quieres saber nada del amor y te amargas porque suele pasar que no queremos saber nada del amor pero la verdad es que sí pero a la vez no porque sabes ya el proceso y llegas a la conclusión de que el amor es una mierda. Bueno para ti porque a él le va genial jajajajaja. No es que lo odies pero te da coraje porque ves como le da a otro lo que te dio a ti o incluso más, pero no le guardas rencor en el fondo, algo de cariño queda.

En conclusión, estás solo escribiendo una hoja de diario mientras ves como a los demás les va genial y tú te debates en la idea de odiar o querer al amor. Te pones música y duermes.