Siento el alcohol corriendo por mis venas mientras canto a todo volumen la canción que esta sonando, ¿que cual es?, no tengo ni la menor idea solo se que me gusta.
Hace horas perdí a Adri de vista, la ultima vez que lo vi estaba hablando con un chico y una chica, pero cuando volví a buscarlo ya no estaba, ni el, ni el chico, ni la chica, quien sabra que cosas indecentes estarán haciendo.
Voy a donde el chico del bar y le pido un martini de vodka y manzana. Mientras espero mi bebida me siento en una de las butacas y comienzo a jugar con mis manos como si fueran la cosa mas interesante del mundo.
-Buenas noches un ginebra tonic por favor-una voz muy gruesa pide su bebida a mi lado. Cuando giro mi cabeza me encuentro con el mismo hombre que me encontré el día de mi entrevista en el elevador, ¿como lo se? no tengo ni idea.
-OH, tu eles el homble del elevadr de Lomba..ba..barddiiii, jajajaja-el hombre me mira raro y como no hacerlo estoy más que borracha.
-Perdón, ¿nos conocemos?
-Oh no, no, no, no, un día, un día te vi, jajajaja, obvio que te vi, en un elevador-digo riéndome como estúpida, necesito cafe.
-¿Estas bien?-pregunta ya preocupado, ¿tanto se me nota que estoy borracha?
-Yop-me apunto con el dedo-obvio, puff-me paro de la butaca y me recorro con las manos y las alzo-ves estoy perfecta.- El me mira dudoso pero antes de que pueda decir algo el chico del bar interrumpe.
-Señorita su bebida, señor su bebida-dice dándonos a ambos nuestra bebidas y después de eso se retira.
-Un gusto Annaiza, peldón por lo que dije-le tiendo mi mano de una manera despreocupada.
-¿Annaiza?-pregunta el confundido.
-Pueeeeees si, mi mamá es muy original. ¿Cual es tu nombre?-digo tendiéndole mi mano nuevamente.
-Oh si disculpe, mi nombre es Angelo Lombardi, un placer-al escuchar el apellido tiro el liquido que esta en mi boca y sin querer se lo escupo a el, ¿por que a mi?
-Perdón, perdón, perdón, no fue mi intensión es solo que me sorprendió el apellido-creo que ya deje de estar borracha, bueno casi.
-Okay-el toma una servilleta e intenta limpiar su camisa blanca. O Dios mío ¿por que haces a personas tan perfectas?
Este chico tiene una chocolatina como para tomarla, lamer la y comérsela. Cuando me fijo mejor en el hombre aquí presente, veo que tiene un cabello negro como la noche, tanto que parece tinturado, los ojos más azules que he visto en toda mi humilde existencia y una cara de ummmm, Dios deja de hacer hombres así por favor, no sabes que no los dejes de hacer.
-Por alguna casualidad no estarás relacionado con Constantine Lombardi ¿verdad?-limpio el sudor de mis manos en mi vestido en un acto de nerviosismo.
-Emm si, ¿me debo preocupar por el hecho de que estés mirándome como si hubieras visto a los tres demonios?-y después de decir eso se hecha a reír. Bueno al menos se ve que no es un amargado como mi jefecito. -Y respondiendo a tu pregunta, soy su hermano, ¿a caso lo conoces?
-Emm si-digo algo apenada, no quiero entrar en detalles. ¡Huyamos!-Creo que me tengo que ir, un placer.
Como saber si estas borracha pues facil intenta escapar con tacones de como 12 cm y si te caes de bruces es que lo estas, adivinen quien esta besando el suelo en este instante, sip yop.
-Jajajajaja, ¿estás bien?-Si definitivamente no se parece en nada a Constantine.
-Si estoy perfecta-digo con sarcasmo.
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Mi jefe, Mi demonio||PAUSADA Y EDITANDO
RomanceAnnaiza Cooper, es una chica que como muchas personas tiene que trabajar para poder vivir, graduada de arquitectura y diseño de interiores y con una vida un poco complicada. Al ser despedida de su último empleo como secretaria, ya que el asqueroso d...