7. Primer Mes

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1 Mes Después

Bueno como ven ya a pasado un mes desde que entre a trabajar, sorprendente mente no he sido despedida, ni he renunciado.

Como sea, resumiendo lo que ha pasado en todo este mes, omitiendo la parte de que no fui despedida, al día siguiente lo que me llovió fue trabajo, no pude ni siquiera almorzar apropiadamente, si es que un par de galletas son un almuerzo.

Al llegar al departamento Cameron y Sophie, como es normal, estaban teniendo sexo y digamos que sus gritos y jadeos no me dejaron descansar muy bien. Al día siguiente parecía un un mapache por las ojeras tan grandes que tenia, que ni el corrector puedo esconder. Al llegar al trabajo estaba haciendo todo tan torpe y lento que recibí como diez gritos y veinte regaños y no todos del señor Lombardi. A la hora del almuerzo baje a la cafetería a comprar algo y me senté en una mesa para comer, momentos después una chica, que al rato me diría que se llamaba Samantha Collins y que trabajaba en la parte de recursos humanos, se sentó conmigo y comenzamos a hablar y a conocernos.

Y ya el resto del mes fue muy similar, almorzaba con Sam, trabajaba y trababa, recibía regaños algunas veces y ya en la casa, Sophie y Cameron no me dejaban descansar muy bien algunas veces.

En este momento estoy en el archivadero intentando hacer funcionar la jodida impresora, ya que le debo entregar unos papeles al señor Lombardi y justo hoy, que a esta maquina del demonio le dio por no funcionar, mi hermoso y comprensivo jefe, notese el sarcasmo, esta de un humor de perros.

-Ahhh, ¿vida acaso me quieres?-le doy una patada a la cosa maldita y esta mágicamente comienza a imprimir-¿¡¿ES ENSERIO?!?, solo una maldita patada y comienzas a funcionar, no me jodas.

Ya con los papeles listos los acomodo y voy a la puerta de mi jefecito y toco, cuando escucho el pase, obviamente paso.

-Señor Lombardi, le traigo los papeles que me pidió y perdone el retraso, es que la impresora no quería funcionar.-veo como alza la vista de unos papeles, me pregunto porque siempre que entro esta revisando algo, como sea.

-Póngalos en el escritorio y retírese-me acerco para dejarlos y su aroma invade mis fosas nasales, madre santísima que este hombre enserio huele y esta bueno, ay pero que cosas digo. Pongo los papeles en el escritorio, gracias al cielo que esta vez no tiene café en el escritorio como para derramarlo, y me retiro como me lo ha ordenado.

Cierro la puerta y me siento en mi escritorio a terminar el trabajo que me falta para poder irme a almorzar. Ya al terminar apago el computador y me paro de la silla, sin querer tiro debajo de mi escritorio un lapicero y ahí mismo lo recojo pero al levantarme, como la torpe que soy, me pego con el escritorio y me caigo al piso.

-¡¡AYYYY, DUELE!!!!

-¿Esta bien señorita Cooper?-me dice la sexy y profunda voz de mi jefe. Madre santa por que siempre me ve en situaciones vergonzosas, al menos no me vio cuando le hablaba a la impresora para que funcionara, eso ya seria mucho.-¿Señorita Cooper?

-Amm...si, si, si, estoy bien, gracias por preguntar-me levanto del suelo rápidamente, pero al hacerlo pierdo el equilibrio y me caigo de nuevo, MALDITA SEA. El señor Lombardi viene a donde estoy y me ayuda a pararme, también aprovecho para deleitarme nuevamente con su aroma-Muchas gracias señor Lombardi y disculpe el show que le hice-veo como las comisuras de su labios apuntan momentáneamente hacia arriba, pero tan rápido como vino esa mini sonrisa tan rápido se fue.

-Siempre debo velar por el bienestar de mi empleados y usted, hasta donde tengo entendido, hace parte de ese grupo- me dijo serio, como siempre. Nos dirigimos hacia el elevador y el presiona el botón para llamarlo.

Mi jefe, Mi demonio||PAUSADA Y EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora