Caída

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Shinichi miraba a Kaito sin poder creerse que aquel chico fuera Kaito Kid. Desde su primer encuentro, en aquella azotea del hotel Haido, había sabido que Kid era alguien joven en realidad, y no el hombre adulto que el inspector Nakamori aseguraba siempre. Pero no esperaba que fuera un muchacho de su edad.

Por otro lado, eso explicaba la cercanía que había sentido hacia Kuroba desde el primer momento, como si ya se hubieran visto antes.

Kaito mientras tanto se mantenía firme, mostrando seguridad. Si estaba nervioso o asustado, después de escuchar a Shinichi pronunciar su nombre de ladrón fantasma, no dejaba que se reflejase en su rostro. Realmente había sido una sorpresa, aunque siempre había sido consciente de que, tarde o temprano, su antiguo rival daría con la verdad. Pero no podía permitirse distraerse, debía seguir su plan.

- ¿Te encuentras bien, Kudo? - le preguntó a Shinichi en voz baja.

- Si, pero Hakuba...

- Está bien, la herida no fue mortal. Hattori le está cuidando ahora mismo.

Lentamente, Kaito fue situándose detrás del detective, sin perder de vista en ningún momento a su enemigo. Aquel maldito sujeto se frotaba los ojos con fuerza con el dorso de la mano, intentando aclararse la visión, mientras se disponía a disparar con la intención de conseguir alcanzar a Kaito o a Shinichi. Cualquiera de los dos le servía.

Al darse cuenta de que una bala perdida podía alcanzar a Shinichi, Kaito le colocó en sus manos un tornillo que llevaba en su mano libre y se alejó para atraer la atención de aquel tipo hacia él y de ese modo los disparos. Shinichi al notar el tornillo, comenzó a rasgar con la punta la cinta americana que sujetaba sus muñecas.

- ¡Vamos! ¡Estoy aquí! - le retó Kaito, mientras se quitaba la chaqueta con un gesto teatral - He oído que me querías ver destrozado... Pues ven a por mí.

- No saldréis vivos de aquí... Ninguno de los dos... - amenazó con rabia al mago.

Levantó el arma apuntandole. Un estallido resonó por todo aquel espacio cuando se realizó el primer disparo.

Shinichi al escuchar el disparo buscó preocupado a Kaito con la mirada, pero para su alivio vio que el antaño ladrón no había perdido sus habilidades, y lo había esquivado agilmente. Sin perder tiempo se volcó en la tarea de desatarse. Necesitó unos minutos de forcejeo, pero finalmente lo consiguió. Una vez que sus manos estuvieron libres, se dispuso a soltarse los tobillos.

Tras conseguir esquivar la bala, Kaito comenzó a moverse por toda la habitación, burlándose de aquel hombre, haciendo que cada vez se enojara más y más, de modo que no prestara atención a nada de lo que sucediese a su alrededor.

Poco a poco, sus movimientos volvieron a llevarle al lado de Shinichi.

- Kudo, ¿estás ya libre? - le susurró Kaito muy bajo para que sólo él le oyese.

Shinichi terminó de romper la cinta americana de los tobillos, asintió y se colocó junto a él. Kaito le pasó entonces su chaqueta y para sorpresa de Shinichi, ésta se hallaba llena de la falsa nieve. Durante su baile por la sala, Kaito no sólo había distraído a su adversario sino que se había dedicado a irla recogiendo también.

- ¿Qué pretendes hacer con esto?

- El truco final - le respondió con una pícara sonrisa - Cuando yo te diga, lanzala hacia arriba con fuerza y corre hacia la puerta.

Volviendo a poner su atención en aquel hombre, Kaito levantó la pistola que llevaba y le amenazó con ella, lo que provocó una risa siniestra en aquel sujeto.

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