Amor destrozado

Indeseable familia

- ¡Vaya! Jamás había viajado con tanto lujo -El interior del avión era más sofisticado que cualquiera con primera clase, estaba deslumbrada
- Me alegro que le guste -Thomas empezó a leer unos apuntes
- ¿Qué estas leyendo? -Pregunté curiosa
- Thomas no deja de ser un nerd -Thomas lo golpeó con la libreta haciendo que se quejara
- En realidad, son las últimas noticias que hemos tenido de su familia. Actualmente viven de acciones en compañías de Australia, no parecen muy interesados en emprender algo propio
- Saben donde se encuentran, ¿Verdad? -Thomas asintió
- Sí, pero ellos no son de los que se quedan en un mismo lugar mucho tiempo. Si no están allí podemos darnos por vencidos
- No te preocupes, Ann es nuestro amuleto de buena suerte. ¡Seguro que es estarán allí!
- Espero no decepcionarte -Asentí sonriente -Por lo que dijeron antes, ¿No tienen ninguno de sus contactos?
- No, no quieren saber nada de nosotros -Negó Thomas - Es frustrante tener que recurrir en último minuto a personas como esas
- ... -Patrick se había recostado con los ojos cerrados, de vez en cuando metía un puñado de golosinas en su boca sin cambiar la postura
- Bueno... Espero que tengamos suerte -Comenté
El ambiente estaba tan tenso que podría cortarse con un cuchillo, aquellos dos se mantenían encerrados en su propio espacio evitando cualquier conversacion.
Llegamos a nuestro destino. Inmediatamente Thomas hizo un par de llamadas y nos dirigió a un hotel de primera clase para pasar la noche. Después de firmar los debidos requerimientos y entregarnos las llaves, cada uno se dirigió a su habitación.
No podía dejar de sentirme incómoda, aquellos dos sin dudas odiaban esta situación, yo no tenía idea de que iba todo pero ya me lo podía imaginar... Tener que pedirle ayuda a personas que te desprecian debe ser lo último que harías en tu vida.
Aquella habitación era  realmente cómoda pero por alguna razón apenas pude dormir esa noche.
Al día siguiente, ambos pasaron a buscarme muy temprano a mi habitación
- ¿Está lista? -Preguntó Thomas sin apartar su mirada del celular
- Sí, ¿Nos vamos ya?
- Sí, ya llamé un taxi -Respondió Thomas mientras tomaba la delantera, Patrick nos seguía caminando completamente distraído
Nos subimos al taxi y partimos.
El tránsito estaba bastante fluido, cosa que me tranquilizó bastante. Mi mirada se distraía continuamente con los locales comerciales, y aquel hermoso lugar que hacia años había visto por última vez. Luego volví a mirar a aquellos dos, Thomas continuaba metido en su celular mientras que Patrick miraba inerte a través de la ventana
- ¿Estás bien Patrick? -Él pareció haber sido despertado de un sueño
- ¿Eh? -Preguntó perezoso
- ¿Qué si estas bien? Debes sentirte muy incómodo con esta situación
- Ah... Bueno, es por el bien de todos -Comentó cabizbajo
- Puede que este no sea un consejo que debiera dar una asistente pero... Si no quieres no tienes que hacerlo -Thomas levantó la mirada con curiosidad
- Está bien, ya tomé una decisión -Sonrió ligeramente - Quien sabe, puede que hasta las cosas no estén tan mal después de todo -Thomas volvió a sumergir su atención al celular pero esta vez con una expresión fastidiada -Puedes estar tranquila
El taxi paró y tras pagar el viaje bajamos  frente una gran muralla que rodeaba un inmenso terreno. Caminamos alrededor por algunos minutos, aquel armatoste se encontraba cerrado y no había señales de alguna persona
  - Esto me recuerda cuando iba a visitar a mis amigos son avisar... Es demasiado frustrante -Ambos ignoraron mi comentario y continuaron husmeando
  - Allí viene alguien -Thomas señaló a un constado, un hombre bastante mayor con una braga verde desteñido con varios parches se acercó con cautela
- ¿Se les ofrece algo? -Preguntó secamente el tostado hombre
- Somos parte de la empresa Ott, teníamos intenciones de... -El hombre miraba a Patrick sin prestar mayor atención a mis palabras
- ¡Señor Patrick! Es usted, ¿No es verdad? Hace muchos años que no lo veía, ha crecido bastante -Patrick desvió ligeramente la mirada -Claro que de eso ya hace más de cinco años, bueno, estoy seguro de que su familia estará contentisima de verlo -A medida que hablaba, el hombre nos facilitaba la entrada, sin dudas parecía contento con aquella visita, su atención se había centrado completamente en Patrick quien, parecía más bien incómodo con aquello -Como verá, hemos cambiado un poco el diseño del jardín. No quise ser tan drástico al respecto ya que seguramente se perdería el efecto nostálgico -Caminamos a través de aquel precioso jardín, por una pequeña vereda adornada con bonitas cerámicas. Nos acercábamos con lentitud a una casa bastante imponente -Me sorprende que los señores no nos hayan avisado acerca de su visita, ¿Se trata de una sorpresa?
- No, no es por eso... -Respondió Patrick tímidamente
- Es un asunto de negocios, llegamos anoche del extranjero -Aclaró Thomas
- Oh, ustedes trabajan con Patrick. Su  cara... -Miraba a Thomas con ojos entre cerrados -Me parece muy conocida, ¿Ha estado por aquí antes? -Thomas se sorprendió ligeramente, antes de poder contestar una voz femenina llamó la atención de todos
- Claro que es familiar, es el mejor amigo de mi querido hijo -Una mujer mayor pero muy bien conservada se acercaba con una raqueta de tenis apoyada en su hombro, vestida con un atuendo deportivo, clásico en ese deporte -Esto es una sorpresa
- Lo mismo les he dicho mi señora, hacía mucho tiempo que el joven no volvía a casa y...
- Por favor -Ella alzó ligeramente la voz -Hay mucho que debemos discutir, ¿Quisiera volver a su trabajo?
- Ah, claro señora. Lamento ser una molestia -El hombre se alejó completamente avergonzado. La dama hizo una singular seña con la raqueta hacia la elegante puerta
- Estaremos más cómodos dentro -Dijo antes de guiarnos
Entramos en la preciosa edificación, la cual no hacia esfuerzo alguno en verse sofisticada pero lo lograba. Bastante espaciosa, exageradamente espaciosa en mi opinión. Tardamos algunos segundos para llegar a la acogedora sala de estar. Aquella mujer tomó asiento mientras nos lo permitía haciendo otra rápida seña, colocó la raqueta en el sofá junto a la gorra que se quitó y echó un suspiro
- Vaya, momentos de crisis deben llegar para que vengas a nosotros -Comentó bruscamente -Estoy al corriente de sus actuales problemas
- Entonces nos facilita las cosas -Intervino Thomas -Como sabe, necesitamos capital, nuestros proveedores nos dan la espalda y los inversionistas también
- Sí, eso lo sé bien -Abrió con agilidad un cajón junto a ella, sacó un cigarro y lo encendió para fumarlo -Por eso mi hijo ha venido a buscar ayuda
- Como representación de la compañía hemos venido a pedirle ayuda -La señora me miró con ojos de juez
- ¿Tú quien eres? -Preguntó fastidiada
- Disculpe, soy sólo una asistente. Mi nombre es Ann
- Ya veo -Volvió a mirar a Patrick, éste parecía mirar a algún punto en el infinito -No has dicho nada aún -Él cerró los ojos y con voz cansada habló
- Madre
- Oh, creí que el trabajo te habría dejado mudo. No puedes pedir un favor si no hablas -Sacudió ligeramente el cigarro con su dedo índice para desprender la ceniza -Te escucho
- Necesitamos que nos ayuden, estamos en crisis... La competencia está concentrada en hundirnos y... -Alzó la mirada y tras cruzarla con la de su madre volvió a desviarla con gesto incómodo
- Bien, no tengo ningún problema con eso -Todos la miramos interesados
- ¿De verdad? -Preguntó Patrick notablemente escéptico
- Sí, no tengo ningún inconveniente. Pero como sabrás, tu padre y yo debemos estar de acuerdo en esto, por ello, tendrás que convencerlo a él -Patrick se mantuvo congelado, Thomas habló con tono de fastidio
- ¿Se encuentra en casa?
- No, pero está en camino justo ahora -Aplastó el resto del cigarro en el cenicero y se puso de pié -Tienen mucha suerte, comúnmente no estoy a esta hora y casualmente tu padre está regresando de un vuelo -Salió de la sala dejando algunas palabras atrás -Sientanse libres de esperarlo aquí -Comentó
- Patrick... -Él miraba al suelo, con el flequillo sobre sus ojos eliminando imagen alguna de su expresión
- Thomas, ¿Podemos hablar? -Él asintió, ambos caminamos a la entrada
- ¿Qué sucede?
- Me doy cuenta que la relación de Patrick con sus padres es muy mala, se nota que está afectado... -Él chasqueó la lengua fastidiado
- Es un idiota
- ¿Por qué dices eso? -Pregunté sorprendida
- Hablé con él, le dije que no era necesario hacer esto. No tiene por que vender su dignidad por la compañía, no estoy de acuerdo
- Pienso lo mismo...
- Lo sé, te escuché decírselo en el taxi, pero el muy idiota está decidido
- Eso demuestra que los quiere mucho -Thomas cerró los ojos con fuerza
- No debería importar, esa maldita compañía... Todos odiábamos esa compañía, no creo que sea malo terminar de perderla de una vez
- ¿Estarías bien con eso?
- ¡Claro que sí! Y estoy seguro de que todos piensan lo mismo, sólo que no lo dicen, quieren mantener sus posturas férreas por todos, son unos estúpidos -Mientras lo escuchaba no podía evitar pensar en lo muy alterado que se encontraba Thomas, esa situación parecía haberle afectado bastante también
- Bueno, aún así todos estuvieron de acuerdo con esta solución -Sin contar que él mismo también actúa así
- Es lo que me enferma, antes de irnos hablé con esos dos, y ni siquiera se preocuparon en hablarle
- Thomas calmate, lo peor que puedes hacer es alterarte. En cualquier momento puede llegar el señor...
- ...tiene razón -Entró de nuevo a la sala de estar mientras que yo me quedé un rato más
Pasaron algunas horas, el sol ya se estaba poniendo y nosotros esperábamos en la sala de estar todavía. Aquellos dos se habían estado entreteniendo jugando ajedrez mientras que yo cada tanto le escribía a Tony, está demás decir que ignoraba todos y cada uno de mis mensajes
- Señores -Un mayordomo bastante bajito se asomó por la entrada -El señor de la casa está llegando -Todos nos levantamos ruidosamente y nos dirigimos al pasillo principal, allí se abrieron las puertas por donde un hombre alto, canoso y de facciones duras, entró saludando con un beso en los labios a su esposa quien esperaba más de cerca
- Te demoraste -Dijo ella
- Me entretuve con Robinson, ya sabes como es... -Hablaba con tono sofisticado y amable, pero su faceta cambió casi por completo al hacer contacto visual con nosotros -¿Qué haces aquí? -Su voz ahora era ruda y llena de desprecio, la mirada era dirigida con furia hasta Patrick
- Se encuentran en un serio problema económico, y han venido a... -La mujer fue interrumpida
- A que les prestemos dinero, es el colmo del descaro -Se acercó afincando muy bien cada paso -Tú mismo decidiste olvidarte de nosotros pero ahora que necesitas ayuda vienes bien manso
- Señor... -Ahora su mirada se elevó hasta Thomas
-Thomas, por tu culpa Patrick bajó tanto sus estándares, por tu culpa nos ignoró -Cada vez aumentaba más el tono de voz
- Disculpe señor, no hace falta gritar -Me dirigió su mirada con furia, pero al verme relajó rápidamente su expresión
- ¿Quien es usted? -Preguntó extrañamente calmado
- Es una de sus empleadas querido
- Ya veo... Esto es un asunto familiar
- No tiene por que serlo -Proseguí con cautela -Dejando de lado los asuntos personales, piensen que esta es una buena oportunidad de volver a ser parte de la compañía -El hombre me miró en silencio -Aunque estemos en una pésima posición, ambos sabrán las grandes cantidades que movemos y que con una generosa inversión sus ingresos estarán garantizados
- Eso no lo pongo en duda, la marca ya es popular -Respondió el sujeto
- Yo estaré de acuerdo con lo que decidas querido -Comentó su esposa mientras se acurrucaba en su brazo
- Creí que estaba de acuerdo -Agregó Thomas bastante fastidiado
- Dije que no tenía problema pero que debían convencer a mí marido -Su forma de hablar, era realmente molesta
- ¿Que hay de los proveedores? Ninguno quiere trabajar con ustedes -Juzgó el hombre
- Ustedes tambien podrían hacerse cargo, son accionistas mayoritarios en compañías que pueden surtirnos, además, como estarían invirtiendo podrían verlo como un seguro de su dinero -Trataba de mantenerme serena ante la mirada firme de un hombre que no se dejaba convencer
- A todas luces es un buen negocio, pero no puedo olvidar la humillación por la que hiciste pasar a esta familia -Devolvió su mirada a Patrick -Eres tú y no una empleada quien debería hacer la propuesta -Se hizo un incómodo silencio, todos esperábamos su respuesta
- Padre... -Patrick habló con voz baja -De verdad los necesitamos... No puedo disculparme por lo que hice pero... Estoy dispuesto a cumplir tus exigencias -Al cabo de un rato su padre echó una pequeña carcajada, todos lo miramos sorprendido
- Ven, hablemos en el estudio