Otra ruta

170 23 6
                                    

- ¡Oh por dios!
- No te exaltes, no es para tanto -Me rasqué el cabello con ansiedad
- ¡Estamos hablando de pedofilia! ¿Cómo es que...?
- Ya cálmate
- Si mis padres se enteraran... Se revolverian en su tumba
- ¿... Yainy te lo contó? -Su rostro mostró nuevamente su preocupación
- ...sí, fue una de las razones por las que me negué a cruzar palabra con aquellos cuatro antes de que me dieran el alta
- Debe ser duro recibir una noticia así después de haber pasado años -Sonreí ligeramente
- Parecerá demente pero, gracias a que Yainy me lo contó sin rodeos pude aclarar mis ideas y extrañamente no dudé de la noticia, es como si inconscientemente estuviera al tanto
- Lo que es natural tomando en cuenta que perdiste la memoria
- Sí... -Me quitó de las manos el martillo
- Deja que termine yo (Además me poner nervioso), por el momento deberías ponerte en contacto con los demás y ponerlos al tanto
- ¿A quiénes te refieres?
- Pues, a Nel, Jhoshua, y tus colegas...
- Creo que llamaré a esos dos pero como te he dicho no recuerdo a nadie más -Me dirigía a la sala cuando recordé lo que había dicho momentos antes -¡Hey! -Mi expresión lo sorprendió de tal forma que echó el cuchillo en la olla
- Ahhg...
- ¿No dijiste que estabas con una tal Sophia? ¿Es que ahora resulta que tienes novia?
- No somos novios, es algo complicado -Contestó mientras trataba de sacar el cuchillo del agua hirviendo
- Pero si te perdiste unas semanas como me dijo Yainy, quiere decir que es algo serio...
- ...
- ¡¿Desde cuando salen?!
- ¡Aaaagggh! ¡Ann, ya lo había cogido!
- ¡Dime!
- Hace un año que la conozco pero... Como sea el asunto es complicado
- Caramba, y yo que pensé que mi vida amorosa era una basura para llegar a tener a un niño como amante. Siempre me haces la competencia ¿Eh? -Palmee su espalda haciendo que tirara otra vez el cuchillo
- ¡Ann!
- Vale, me voy a la sala (Delicado)
Me puse en contacto con Jhoshua, aunque Yainy ya lo había hecho tenía curiosidad de llamarle, su voz era bastante diferente a como la recordaba, sonaba más maduro y cómo decirlo... ¿Algo tímido? Muy extraño viniendo de un chico que había conocido siendo todo un pícaro. Él al igual que Nel se encontraban fuera del país y por petición mía les había dejado dicho que  antepusieran sus obligaciones antes de venir, pero ahora que los había llamado abrí una oportunidad para planificar un encuentro.

Al día siguiente desperté con mejor ánimo, ya me era muy familiar la casa aunque no se desvanecía por completo esa extraña sensación. Verifiqué mi celular para notar un par de notificaciones importantes. Una se trataba de un mensaje recibido desde un número desconocido, el cual decía

"Mañana llegaré al país, Yainy dijo que no debía preocuparme pero no puedo evitarlo... Ya es momento de que volvamos a estar cerca.
Te llamaré después"

¿Will? Seguramente es otro de esos idiotas...
Poca atención le presté al mensaje teniendo en cuenta mi presente situación. La segunda notificación atrajo completamente mi atención, se trataba de un correo electrónico citandome para el mediodía en una de aquellas cedes en las que trabajaba junto a aquellos cuatro. Aunque no daban mayor detalle aquello me interesaba, poco he sabido acerca de mi trabajo y por lo que sé, no compartía mucha de esa información con Yainy ni con Jhon.
Llamé un taxi y me dirigí al punto de encuentro, no pretendía aventurarme a usar mi auto sin siquiera recordar haber sacado la licencia. Una vez llegué, me tomó algo de tiempo orientarme. La llegada de aquella persona me verificó que estaba en el lugar correcto
- ¡Ann! ¿Acabas de llegar? -Patrick se acercó sonriente -Nosotros nos atascamos en el tráfico
- Que desastre, detesto llegar tarde -Thomas venía detrás
- Me alegra verlos, no quisiera entrar sola...
- No te preocupes, estás con uno de los jefes -Thomas le golpeó ligeramente la cabeza
- Sé más maduro idiota -Patrick sacó la lengua pícaramente -Vamos, deben estar esperandonos
Entramos al edificio, ambos me guiaron hasta una sala de juntas en las que se encontraban los otros dos en compañía de una pequeña niña con pose de impaciencia, la que además fue la primera en hablar
- ¡Llegan tarde! -Exclamó -Juegan con mi precioso tiempo
- ¡Oh! Pero que niña tan disponedora -Reí mientras le quitaba la gancheta que amarraba su cabellera
- ¡Hey, dámela! -Gritaba mientras saltaba tratando de cogerla con una mano, la otra se mantenía ocupada manteniendo su peinado
- No hasta que respetes a tus mayores -Sonreí maliciosa -Dejó de saltar para lanzarme una terrible mirada
- Ya veo por qué lo decían, pareces otra persona -Dijo
- Lo que digas, pero aún así no te la daré -Miró a los demás indignada
- Ann, queremos hablarte con la verdad y por eso también está presente Julie -Empezó Louis
- ¡Ah! ¿Te llamas Julie? Mucho gusto -Ella me miró furiosa
- Empezaré por el principio -Continuó -Tú llegaste a este país para reencontrarte con Antonio, de allí pasaron una serie de situaciones por las que terminaste trabajando para la compañía
- Ya... -Entonces lo que dijo Jhon era verdad
- Fuiste mi asistente y luego pasaste a serlo de Antonio -Continuó
- Que degradante -Agregué al escuchar lo último, Antonio se limitó a desviar la mirada
- La empresa tuvo muchos problemas y por ello Patrick tuvo que hacer un contrato en donde renunciaba a sus derechos para convencer a sus padres de invertir -Agregó Thomas
- Después de eso todo fue bien apenas unos días, hasta que todo empezó a estremecerse -Louis se recostó a la pared con los brazos cruzados
- Ya, todo ese culebrón respecto a la empresa no me importa tanto. No crean que estoy preocupada por perder mi trabajo o algo parecido, pero según entiendo ustedes son mis amigos así que... Me interesa saber si tienen idea de  por qué estaba tan molesta al momento del accidente
- Vaya, ¿Algo más? -Replicó la pequeña
- Calla enana, que hablan los adultos -Repliqué
Su rostro se mostró profundamente ofendido
Louis suspiró
- ¿Piensas que sabemos algo tan específico? -Preguntó
- Yainy y Jhon me dijeron que pasaba la mayor parte de mi tiempo con ustedes, y que les tenía gran confianza. Estoy segura de que me sentía mal en ese momento, siento que es algo importante así que si saben de que se trata... -Todos se mantuvieron en silencio, un silencio competitivo en el que se sentía la ansiedad de que alguien más contestara. Antonio parecía disponerse a responder cuando la puerta de la sala se abrió
- Señor, es importante -Una muchacha de cabello castaño bastante corto entró sin esperar respuesta
- Estamos ocupados, ¿No te enseñaron a tocar? -Replicó Thomas
- Lo siento pero el Señor tiene una cita urgente con ustedes -Terminó de abrir la puerta para dejar al descubierto su acompañante, un hombre albino, de cuerpo atlético, ojos casi púrpuras y cabello largo y liso
Mi mirada fue indiscreta
- ¡¿Cómo es que te han dejado pasar?! -Patrick se alzó imprudentementme
- Yo fui quién se lo permitió -Respondió la joven
- ¿Qué significa esto? -Preguntó Antonio
- Ann, veo que estás mejor -Aquel muchacho me dirigió una dulce mirada
- S-sí -Respondí impresionada -Pero... Yo...
- Sé que sufres de amnesia, en estos momentos no sé si eso es algo bueno o algo malo -Miró malicioso a los demás
- ¿Qué es lo que quieres? -Insistió Antonio
- Vine a cumplir la promesa que te hice, hermano -Aquel nuevo dato me tomó desprevenida -Pero antes te diré todo lo que ellos no quieren decirte con lujo de detalles
- Estuviste escuchando todo ¿No? -Comentó Louis
- ¿De que se trata? -Pregunté interesada
- Ya sabrás que esta compañía es igual a un sube y baja en lo que a economía se refiere. Sobre este tema tú juegas un papel fundamental
- ¿Yo? ¿Por qué yo? -Pregunté burlona
- Hace dos semanas, se percataron de que los nuevos inversores daban muchas vueltas para seguir con los planes originales. Ahora debes tener en cuenta que para asegurar la palabra de esas personas ellos habían ocultado información que exponía completamente la situación de la compañía, creandoles cierta confianza -Louis había cerrado los ojos con expresión molesta, como si estuviese anticipando lo que diría -Pero al parecer, esa información había sido robada y enviada a esos nuevos accionistas
- Es algo complicado todo eso... -Admití
- No te preocupes, lo importante es lo siguiente: Después de una delicada investigación, se percataron de que solo una persona tenía rastros de haber manejado todo ese asunto y su computadora la delataba
- ¿... fui yo? -Pregunté nerviosa
- Eso es lo que creyeron, pero al no estar seguros se limitaron a arrinconarte, seguirte, viendo que te encontrabas conmigo también daba motivos de sospecha
- No entiendo, si no fui yo... ¿Entonces por qué estaba esa información en mi computadora? -La jovencita levantó el rostro
- Eso fue obra mía -Todos la miraron asombrados -Si le facilitaba los datos a los señores podría asegurarme un empleo con mayor salario en la compañía rival, no solo dejaría al descubierto la información a los inversionistas si no que también propondría a la competencia. Tenía que camuflarlo con alguien y por eso...
- Yo no admito tales métodos -Ella miró sorprendida al impecable hombre -Por eso, decidí hacerla confesar todo frente a ustedes y dejar claro que no trabajará para mí -Ella empezó a temblar
- Pero señor... Usted... -Él le dirigió la mirada con una expresión bastante singular, haciendola bajar el rostro y marcharse sin decir palabra alguna
- Espero haber sido lo suficientemente claro -Concluyó
- ¿Para qué me dices todo esto? -Pregunté temblorosa
Aquellas palabras eran dolorosas
- Hace un tiempo te había hecho una propuesta, te pedí que trabajaras para mí y te lo reiteré esa semana...
- ¿Sigue en pie la propuesta? -Él sonrió con dulzura y asintió
- No me hagas reír, ¿Creerás todo eso? Solo busca fastidiarme  -Antonio intervino con extraña inquietud
- ¿Piensas que todo gira entorno a ti? -Aun darme cuenta ya estaba llorando, a pesar de no recordar nada, mis sentimientos hablaban por si solos, Antonio al notarlo tartamudeo
- Yo... Los vi besarse -El albino lo miró
- Después de una semana de tratarla como basura, ¿Te atreves a juzgarla?
- Toma niña -De un lanzamiento le entregué su gancheta a Julie
- Ann, ¿A dónde vas? -Patrick me tomó de la manga de la camisa
- ¿También pensaste lo mismo?
- ¡No! ¡Thomas y yo estábamos seguros que...! -Acaricié su cabello ignorando el resto
- Es lo que necesitaba saber
- Antonio -El albino llamó su atención -Solo quería decirte antes de marcharme que ya es un hecho, se han quedado sin inversores y yo tengo aún más capital. No puedo decir nada más que gracias -Dijo antes de salir a mis espaldas
- Pareces divertirte -Comenté
- No lo niego, justo ahora me siento satisfecho -Lo miré intrigada
- Parezco estúpida, acepté todo lo que dijiste, incluso trabajar para tí y siquiera sé tu nombre -Él sonrió
- Mi nombre es Francesco -Inclinó ligeramente mi rostro haciendo que lo viera directamente a los ojos -Puedes pensar que esta es la primera vez en vernos así que daré mi mejor esfuerzo
- Antonio dijo que... Nos besamos... -Pregunté avergonzada
- Sí, es verdad
- ¿Entonces...? -Él sonrió con dulzura
- Se puede decir que pensábamos salir - No me percaté de la figura inmóvil a su espalda -¿No te agrada la vista? -Le preguntó como si supiese de antemano que estaría observando
- Solo jugaras con ella, no dejaré que eso pase -Era Antonio quién hablaba con tono serio y tosco
- ¿Crees que no iré en serio? -Preguntó con picardía antes de besarme





Amor destrozadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora