-¡Yo no sé nada! -Replicó con nerviocismo
-Dime... creo que Francesco montó todo esto para fastidiarnos
-Escucha, por todo esto perdí mi trabajo y gracias a él nadie toma en cuenta mi título, estoy desempleada y endeudada, lo que menos quiero hacer ahora es hablar contigo
-No creo que hayas hecho eso por cuenta propia, si tanto te preocupaba tu carrera no te habrías arriesgado -Ella empezó a caminar de un lado a otro con impaciencia
-¿Y qué? ¿Qué si fui engañada? Nadie me creería, él puede comprar a cualquiera, con dinero o con su aspecto, es un demonio
-...entonces es verdad...¿Él te pidió que montaras todo eso?
-Tú tampoco me crees, solo quieres burlarte de como pasé de una promesa de ascenso a un terrible despido, ¿Cierto? ahora no soy nadie, riete para que pueda irme
-No voy a reirme, estás equivocada... -Se cruzó de brazos con nerviosismo -¿Estás... drogada?
-¿También quieres juzgarme? no sabes nada, yo solo quiero estar tranquila, dormir tranquila, sí, solo quiero dormir
- Está bien... ¿Tienes teléfono celular? -Asintió confusaLlegué a la compañía llena de ira, en su oficina, Francesco me recibió como de costumbre pero rapidamente notó que algo no iba bien
-¡Eres un maldito engendro!
-Parece que tu amigo terminó por convencerte -Replicó sonriente
-Él no tiene nada que ver, eres tú con tus mentiras -Su expresión se volvió seria -¡Solo jugaste conmigo!
-¿De qué hablas?
-No te hagas el idiota, sé que le pediste a esa chica que montara todo ese espectaculo para convencerme, ahora su vida es completamente miserable
-Es una adicta, no conozco a alguna con vida prospera
-¡Está así por tu culpa! ¿No te das cuenta del daño que has provocado? ¿Qué ganas con todo esto?
- Tal parece que no sabes lo cruel que puede ser la vida
-Tú excediste los límites
-¿Quién dicta los límites? ¿Como puedes siquiera juzgarme cuando facilmente le diste la espalda a tus amigos y a tu pasado? No eres mejor que yo -Desvié la mirada
-Eso no viene al tema
-Claro, no es conveniente, ¿Verdad? -Se dio la vuelta dándome la espalda -Puedes irte cuando quieras, logré lo que quería contigo
-¿De que estás hablando? no te di ninguna respuesta
-¿Importa acaso? Dudo que Antonio crea eso, y también que te de alguna oportunidad
-¿Qué ganas con eso? -Pregunté molesta
-Formalmente puedo quitarle cualquier cosa que quiera a ese niño -Me miró sobre su hombro con una sonrisa -Y no fuiste la excepción
-...hablas mucho -Repliqué a duras penas
-Tienes razón, vete de una vez para disfrutar del momento en silencio
-...Esperaba que después de esa reunión pudiese quedar libre de Francesco y superar la molestia pero... lo que en realidad me dejó esa discusión fue una gran incomodidad, una impotencia tremenda
Estuve a punto de romper a llorar...
-...debió ser duro -Dijo finalmente Jhon tras escuchar mi relato
-Sí, tenías razón... TODOS tenían razón...
-Tú tambien la tenías, pudiste ocuparte sola -Sonreí por su intento de consuelo -¿Qué hay de esa chica?
-No estoy segura... tengo su número de telefono pero no creo que su situacion mejore
-Ya veo... ¿Qué piensas hacer ahora?
-No lo sé... ahora soy una inútil con un titulo inservible y tampoco puedo contar con las referencias de Francesco
-¿Qué hay la de esos chicos?
-Es peor, dudo que quieran contratar a la asistente de quienes llevaron una empresa a la quiebra
-Sabes que eso no fue así -Replicó
-Pero así lo verán -Me tiré al sofá con amargura -De todas maneras...
-Shhh, ¿Oiste eso?
-¿Qué cosa? -Me levanté alerta
-Que extraño, parece que alguien entró al departamento de en frente -Me acerqué a la puerta para observar a traves de la mira
-Eso parece, solo vi la puerta cerrarse -Agregué
-Ese casero es tan estricto con nosotros y ni siquiera nos informa de algo así
-No creo que sea la gran cosa
-Podría serlo, éste resultaba ser el mejor departamento porque no teníamos vecinos en frente ni a los costados
-Je, ¿Quieres que vea si se trata de un Rockero escandaloso? -Abrió lo ojos como si la idea se le hubiese ocurrido a él
-¡Bien dicho!
-¿No vienes? -Él se dirigió a la cocina
-Si fuera te dejaría la comida a ti pero hasta donde sé aun no sabes cocinar bien -Resoplé irritada
Salí y toqué la puerta de dicho departamento, esperando que saliera algún anciano que quisiese invertir su escaso dinero en un lugar pequeño. Quien salió era todo lo contrario
-¿Qué quieres? -Preguntó Antonio con un rostro que reflejaba cansancio
-T-tú... ¿Qué haces aquí?
-Vivo aquí -Respondió indiferente
-Pero... ¿En que momento...?
-Esta mañana terminé los arreglos con el casero, cuando nos vimos iba a buscar mi equipajeEso explica porque tomó el taxi tan cerca del edificio
-¿Por qué escogiste un lugar como este? -Pregunté aún sorprendida
-Es obvio -Replicó fastidiado -Resultó conveniente que el departamento frente al tuyo estuviese libre -Reí divertida
-Es gracioso, luego de lo que dijiste en el taxi me sales con este coqueteo
-No lo hago, tengo aún las esperanzas de que la Ann que conozco vuelva, cuando eso suceda estaré cerca -Dicho esto trancó la puerta
-...
Volví a mi departamento, Jhon al escucharme me recibió lleno de curiosidad
-¿Y bien? -Insistió
-No creo que haya problemas...
-¿Segura? ¿Como es?
-Es un crétino
-¿Eh? Dijiste que no daría problemas -Suspiré
-Es Antonio -Jhon se congeló por unos instantes
-¿Estás segura?
-Claro que sí, no soy estúpida
-Pero, ¿Qué hace aqui?
-Quiere estar cerca de Ann -Jhon se rió
-¿Ann? Vaya, es extraño, no conozco a nadie con ese nombre
-No le intereso, dice que esperará a que recupere la memoria y hasta que suceda estará cerca
-...Es bastante directo
-Sí -Me senté en el sofá con desaliento
-¿Le dijiste que renunciaste? -Me palmee la frenté frustrada
-Diablos no, lo olvidé
-Eres un caso -Añadió sonriente
-...Jhon, ¿Crees que deba ir a un psicólogo?
-¿Me preguntas eso después de ser de los primeros en sugerirlo?
-Tú manera no fue la correcta, no estoy desquiciada ni nada
-¿Por qué te interesa de repente? ¿Acaso es por Antonio?
-...
-Ann, no debes hacer esto por un simple impulso
-¡No es un impulso! Me molesta no saber quien soy, juegan conmigo y todos lo notan menos yo, me tratan como a una extraña personas que se supone son importantes en mi vida... Tampoco sé el por qué dejé de hablar con William o por qué me... gusta Antonio...
-...
-Olvida lo que dije, no importa -Me coloqué la almohada en la cara
-Tú no ves nada pero los problemas siguen allí -Fastidió JhonNo podía dejar de pensar que justo en frente se encontraba ese soberbio muchacho. Y por algún motivo deseaba con todas mis fuerzas que hiciese algo, un ruido, un sonido, algo que me diera la excusa perfecta para ir a verlo. De repente ocurrió, no era el ruido que esperaba si no más bien una dulce tonada musical, un violín que sonaba con alegría y que en algunos intervalos también transmitía un sentimiento de nostalgia. No recordaba tal composición pero podía seguir las notas, la conocía pero...¿De dónde?. No me di cuenta pero ya estaba en el pasillo frente a la puerta de su departamento, mirándola esperando que se abriese para escuchar con más claridad
¿Debería tocar?
Llevé mi mano a la puerta pero justo al tomar vuelo para golpearla desistí, prefería terminar de oir aquella preciosa melodía de esa manera que interrumpirla. Curiosamente se interrumpió por si misma acompañada de un chasquido fastidiado
-Me parece que iba muy bien -Me quejé mientras me devolvía, repentinamente la puerta se abrió a mis espaldas
-¿Qué haces aquí?
-Yo solo quise oir lo que tocabas -Respondí indiferente
-¿Reconociste la composición?
-La conozco, pero no recuerdo de dónde -Se mantuvo en silencio unos segundos antes de volver a entrar pero dejando ahora la puerta abierta a forma de invitación
A pesar de acabarse de mudar el departamento ya estaba bien decorado, con algunos cuadros góticos en la sala de estar y unos adornos de madera que hacían juego daban un pequeño vistazo de sus gustos. A parte de aquello era un lugar pequeño pero viendolo ahora desde otra perspectiva, resultaba ideal para tocar
-No sabía que también tocabas el violín -Comenté -¿Fue por eso que conectamos?
-Algo así -Su violín era viejo y parecía haber sido remendado varias veces
-Esa obra... -Antonio me alargó una hoja de papel algo vieja
-Tú compusiste esta serenata hace cinco años, fue un regalo
-¿Yo la compuse? ¿Por qué?
-Era una muestra de... tu cariño -Mis carcajadas sonaron bastante escandalosas
-Eso es demasiado cursi
-Mírala -Exigió
Incrédula empecé a detallar la partitura, no pude contener mi sorpresa
-Es... mi letra
-Esa es la original, más bien la segunda original, después de que perdieramos la primera por mi culpa, ésta la conservé con celo
-Es increíble... yo... sin dudas conozco esto, se ve todo muy familiar
-Pero aún no vuelven tus recuerdos... Aún mostrandote algo tan importante...Incluso así... no has recordado -Mostró una expresión amarga
-Lo siento, me doy cuenta que fui alguien importante en tu vida, ya me doy cuenta de que es un hecho, pero mi memoria se mantiene como los destellos de un sueño olvidado, y como van las cosas, dudo que llegue a recuperarse por completo
-¿Por qué dices eso?
-Yo... creo que me gustas... y aunque tu piensas esperar a que yo recuerde pensaba en que realmente no hay ninguna diferencia
-No tienes idea -Cerró los ojos conteniendose -A ti no te conozco
-Pero podemos conocernos... podríamos salir y...
-No
- ¿Por qu..?
-Si no tienes intenciones de recordar puedes alejarte de mi vida -Avergonzada me dirigí a la salida -Respecto a lo que dijiste hace un rato, la Ann que conozco habría notado errores antes de oirme parar -Trancó la puerta sin esperar respuesta
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Amor destrozado
RomanceÉsta novela es la secuela de "Amor blindado", si no lo has leído... ¿Que estas esperando? De esa manera esta continuación tendrá más impacto. Ann se reencuentra con Tony después de cuatro años, todo ha cambiado pero ella se niega a aceptarlo. ¿Como...