Silenciosa despedida

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Desperté desorientada, lo primero que me vino a la mente fue mi vergonzosa actuación ante Antonio el día anterior. Hasta donde recordaba era mi primera vez haciendo algo así... Seguramente la Ann del presente habría tenido muchas experiencias

Desmayarme luego de un orgasmo... ¿Es siquiera posible? Soy demasiado tonta...

Todo el día lo dediqué a la limpieza, tratando de apartar mis pensamientos pero completamente en vano. Continué en la sala, ya se había hecho mediodía, y mi celular volvió a sonar molestamente alertando la llegada de aquel repetido mensaje. Esta vez en lugar de ignorarlo como había hecho en las anteriores ocaciones me dediqué a leerlo con calma

No parece una locura del todo...

Suspiré ansiosa, aquello sería la decisión más importante de mi vida, mi vida dependía de ello

¿Valdrá la pena?... Mi vida actualmente no tiene sentido alguno... ¿Qué debo hacer?

Justo al pensar eso escuché como llegaba la visita de Antonio, anunciándose escandalosamente como era costumbre

El universo me odia... ¿Te pido señales y me das esto?

Entré a mi habitación y senté en el piso apoyandome contra la cama, sonreí resignada mientras respondía por primera vez al mensaje, al terminar cerré los ojos  satisfecha, ahora sólo debía esperar la respuesta.
Me mantuve en esa posición, pensativa al respecto, pocos minutos después escuché el toqueteo de mi puerta
- Ann, ¿Como estas? -Era la voz de Jhon
- Bien... Pasa -La puerta se abrió dándole paso
- William está afuera, quiere verte -Palidecí
-  Pero, yo no lo escuché
- Acaba de llegar
- ...¿Está molesto? -Pregunté nerviosa
- No lo sé... Se ve normal -Respondió confundido -Parece que te quiere decir algo importante
- Ya... ¿Podrías acompañarme? - Su extrañeza se pronunció
- Claro, pero si es algo personal...
- Eso no importa, somos amigos, hasta te sabes mi calendario menstrual -Hizo un mal gesto
- No me recuerdes eso, me obligaste a aprenderlo... Te esperamos en la sala, termina con lo que sea que estabas haciendo
- Estaba limpiando -Repliqué molesta
- No se limpia en esa posición -Comentó al salir

Me eché un rápido baño y me cambié de ropa, con pocas ganas me acerqué a la sala. Al verme llegar, Will se puso de pie y me miró con ojos caídos
- Ann... De verdad lo siento -Se acercó apresurado, rodeandome con un fuerte abrazo, me mantuve helada -Yo... No debí decirte eso ayer... Lo lamento... Cometo un error tras otro... -Me relajé un poco al oírlo
- Está bien, no es tu culpa... -Jhon nos miraba incómodo
- Creo que sí necesitan algo de espacio... -Se daba la vuelta cuando concentró su atención en mi laptop -Ann, tienes un correo, parece importante -Will me soltó con suavidad
- Creo que es el que esperaba -Me senté frente a la laptop para leer -Sí...
- ¿Qué es eso? -Jhon trató de echar un vistazo pero ya había cerrado la laptop
- Nada importante, ¿Te quedarás mucho tiempo William?
- Tengo que trabajar, pero pasaré a verte en la tarde
- Yo también debo salir, ya te había dicho que iría al cine con Sophia
- Ya... Estaré haciendo algunas cosas así que no me molesten con llamadas
- ¿La consulta? -Preguntó Jhon
- Sí, eso... William no te preocupes, lo que pasó ayer fue mi culpa -Él suspiró avergonzado -Por la tarde hablaremos con más Calma

Ambos se marcharon temprano, haciéndome las cosas más sencillas

- Bien -Leí con más calma el correo -Supongo que tendré que hacerlo hoy mismo, de lo contrario se haría más sospechoso...
Tomé un muda de ropa y la metí en un pequeña maleta, además de mis informes médico, además de eso eliminé el correo y toda evidencia que indicara donde me encontraría

Me pregunto si debería decirle algo a Yainy... Me matará cuando se entere

Miré el teléfono indecisa

No, es seguro que se negará y hará todo lo posible por impedirlo

Lo guardé junto al resto de las cosas, me puse en contacto con un taxi y lo cite para que me llevase. Ya tenía todo listo, volví al cuarto pensando que más debería hacer, aquella podría ser la última vez que estuviese allí

Supongo que puedo dejar una carta, será algo raro pero supongo que me gustaría leerla si estuviera en sus zapatos

Pensé por un rato hasta definir que mensaje dejaría, lo escribí perezosamente a lapiz y en una hoja reciclada, al terminar la coloqué en cierto lugar en el cual podría ser encontrado sólo por una persona

Perfecto, creo que ahora sí terminé

Me asomé a la ventana, el taxi había llegado. Tomé mis cosas y salí con cautela del edificio , afortunadamente nadie me vio partir
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- Te digo que estaba rara -Yainy carcajeó
- Jhon, eres demasiado dramático, Ann sólo está deprimida por ese niño. Debemos cuidarla, ahora es como cuando estábamos en la escuela
- Eso lo sé, pero... ¿Sabes algo de ese tal William?
- Hmmm... Ahora que lo mencionas, sé que fue el responsable de Ann por un tiempo pero ella nunca quiso hablarme de él, ¿Por qué lo preguntas?
- Esta tarde parecía nerviosa al oír su nombre, aunque podría estar exagerando...
- Jhon, entraré a un túnel, si Sophia ya no irá contigo mejor pide que te reembolsen el dinero. Te verás ridículo viendo una película como esa sólo
- Es verdad, volveré al departamento. Hablamos luego - Colgué el teléfono y lancé un suspiro

Sophia... ¿Qué más debo hacer?

Volví al departamento en el auto de Ann, desde que tuvo el accidente ahora me manejaba con él. Al llegar me pareció ver una figura parecida a la suya abordar un taxi que partía de nuestro edificio

Debo estar viendo cosas

Estacioné el auto y me dirigí al departamento, en el pasillo me encontré con la escena de despedida entre el noviesito de Ann y aquella repotenciada mujer, parecieron hacerla corta debido a mi presencia. Ella le dio un beso en la mejilla y pasó a mi lado de manera coqueta, Antonio me miró por segundos esperando mi saludo
- Sabes que no estoy de acuerdo con esto -Él mantuvo aquella molesta expresión
- Yainy piensa que es lo mejor, sus doctores lo recomendaron
- ¿Qué? ¿Atormentarla para que recuerde? Sólo consigues herirla, hay otras maneras
- ¿Cual? Dime alguna
- ...
- No importa la que fuese, sin pensarlo la tomaría para ayudarla... -Miré sorprendido como sus ojos empezaban a brillar -La extraño...
- Ann no es estable, a pesar de sus consultas cada día está más deprimida, si algo llegara a pasarle ambos serán los responsables -Entré al departamento ignorando lo que él pudiese responder -Ya llegué, sí, me dejaron plantado... Otra vez...
No hubo respuesta, extrañado busqué a Ann por todo el departamento -Habrá salido a comprar algo... Aún así... -Mi mirada se centró en la su laptop, aquella mañana parecía haber recibido un mensaje importante, y extrañamente evitó que lo viera

Por suerte sabía cada una de sus claves de acceso, por ello no fue mayor problema acceder a su cuenta. Desgraciadamente, el correo había sido borrado

Que extraño... ¿Por qué lo borraría?

Tomé mi teléfono y la llamé, pero su telefono había sido apagado. Busqué en el departamento con detalle, ahora podía notar que su cepillo de dientes y varios efectos personales faltaban



Amor destrozadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora