O6 ┊¡un cumpleaños no es un cumpleaños sin pastel!

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El cumpleaños número cuatro de Bambam está muy cerca, demasiado para el gusto de YoungJae.

Ahora que su pequeño entró a una guardería no ha hecho nada más que batallar: las cuentas, la reparación de su computadora —tuvo un pequeño accidente con la estufa, un vaso de leche de chocolate y una canción de momoland—, la nueva guardería por supuesto y ahorrar para comprar un regalo decente para su hijo  y eso que ni siquiera estaba incluyendo la comida y otros gastos en universidad y preescolar de Bambam.

YoungJae se había acostumbrado a vivir de esa forma, con la presión y el estrés al tope, porque no quiere que nada le falte a los dos aún cuando no puede costearlo todo. Mark le sugirió que podría dejar de lado sus diferencias con sus padres y pedirles algo de dinero, pero ese era un rotundo nunca sucederá de su parte. Bambam va a cumplir cuatro años y sus padres se han negado ha estar presentes desde el primer año, porque ellos no reconocen al chico como su hijo y por ende, YoungJae no los reconocerá como sus padres.

Aunque, solo a veces, se preguntaba si su pequeño los necesitaba a ellos como sus abuelos. Todos necesitan de ellos en general, pero Bambam siempre se muestra indiferente  ante las cosas que YoungJae no puede explicar. ¿Cómo le dices a un niño de tres años que sus abuelos simplemente no lo quieren? Así qué, solo evitas hablar sobre ello, porque su pequeño lo menos que quiere es molestarlo. Pero, YoungJae se pregunta si realmente lo considera una minoría o una pieza importante en el rompecabezas de su vida.

Luego recuerda que sin importar cuanto le intente, no puede darle todo a Bambam.

— No nos molestaría ayudarte, si sabes a lo que nos referimos. —YuGyeom le recuerda. Pasó por la casa de su amigo para que éste jugara con ellos durante ese sábado, Mark y Bambam se encontraban en la sala y el mayor le enseñaba a jugar cartas. — Al menos, con lo mínimo, pero queremos ayudar.

— Será más que suficiente que asistan al cumpleaños de Bambam. —YoungJae lo corta antes de que intente utilizar uno de sus largos discursos con el fin de persuadirlo, pero que al final solo lo marean. 

YuGyeom se encoge en su asiento, desanimado, el cabello rubio mojado le caía sobre la frente y la forma en que arrugaba la nariz por el frío le transformaba la culpa en diversión.

— ¿Es un truco para hacer que Bambam olvide a JaeBeom por completo? —YoungJae se quedó mudo ante la acusación debido a que no se la esperaba. — Solo bromeo, parece que has visto un fantasma. 

YoungJae bebe un poco de la malteada que habían preparado para Bambam pero que el pequeño dejó a medias por querer jugar con su tío, su garganta se siente agradecida pero eso no disipa sus nervios.

— No tiene nada que ver con JaeBeom, en lo absoluto.

— ¿Y por qué él no está con Bambam hoy? 

―baby bambam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora