18. Tu mirada en mí.

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—La la la la la la laaa. La la la la la la laaa.

—¿Qué haces Dalia? —Se acercó Matilda—

—Practico mis acordes de voz. Mañana empiezo a integrarme a las clases de canto.

—Lo haces bien. De eso no debes preocuparte.

—Por cierto ¿cuáles son las áreas que qué estudias?

—Bailes tradicionales, canto, piano.

—Vaya... es todo un combo.

—Si, he tomado las partes que me gustan y las que mi madre quiere que tome.

—¿Cuales? ¿Bailes tradicionales?

—No, esa es la que yo quiero tomar. Mi madre dice que hago brotar vida al piano de mi casa así que me puso en las clases de piano.

—Oh vaya. Yo no daría para bailar, soy muy mala en eso. Me enseñas hoy y mañana se me olvida.

—Pues vas a tener que agilizar esos pies para el evento de Halloween.

—¿Evento Halloween?

—No me digas que no lo sabías. Es en un mes Dalia, hoy estaban empezando a pegar los carteles en la escuela. En ese evento te disfrazas de algo como en cualquier fiesta de ese tipo. Habrá un baile y los mejores vestuarios recibirán un premio. Algunos de los mejores de cada clase presentarán algo. Yo estaré en las danzas tradicionales presentando un baile japones.

—Oh vaya... tengo que actualizarme. Pero de todas maneras eso no indica que vaya a bailar.

—¿A quien llevarás como pareja?

—¿Hay que llevar pareja?

—¡Pues claro! Yo pienso decirle a Deuce, de mi clase de canto. Aunque no tiene que ser de la academia. Es un evento abierto así que puedes invitar a algún amigo tuyo.

~•~•~•~

—Bien. Primero necesito un vestuario. Eso ya veré como lo resuelvo. Segundo, una pareja. Puedo pedirle a Lysandro... pero no tengo como comunicarme con él. No me ha enviado ningún correo, lo que intuyo es porque se le perdió la libreta. Puedo pedirle a Theo... bueno, él ya seguro tiene con quien ir a estas alturas. Seguro invita a la bajista de su banda o algo así. Leo seguro preferiría a otro hombre. Wao, es más difícil de lo que pensé, quizá no vaya.

«De todas maneras no debería estar pensando en eso. En una semana es la final y ganarle a ese pianista no será nada fácil. Mejor empiezo a practicar.

—¡Tan pensativa! —una voz la despertó de sus pensamientos. Era una chica vestida de negro y con una boina que le cubría casi un ojo—.

—H...hola.

—Fionna, tu salvadora. —le tendió la mano y Dalia le correspondió—. No relaciones mi nombre con hora de aventura por favor. Creo que puedo ayudarte con el vestuario, desde que te vi me he inspirado en un nuevo vestido que te iría perfecto para la fiesta.

—Eh... ¿gracias? pero no es necesario que te molestes.

—¡No! Acabas de convertirte en mi musa, así que por favor dejame diseñar para ti.

—Pues gracias, me siento alagada.

—¿Puedo comenzar ahora a tomar tus medidas? No quiero que se me escape nada.

Así Dalia terminó siguiendo a aquella extraña chica que le recordaba a Rosalya. Era muy diferente, tanto en físico como en personalidad pero en ese aspecto de diseñar vestuarios eran idénticas.

Canciones para mí. (Lysandro CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora