Canciones para mí. (Lysandro CDM)

21. ¡Conejo Travieso!

«¡Rayos! Soy una tonta tonta tonta. Por estar de llorona se me olvidó preguntarle.»

Dalia daba vueltas por la habitación golpeándose la cabeza ante su estupidez. Tan pendiente que tenía preguntarle a Lysandro por el baile y he aquí lo que pasa. Mientras, el conejito la miraba desde una esquina con ojos atentos como si entendiera lo que pasaba. O más bien, ocultando su crimen.

—Espera... ese olor... ¡Momo! Acabas de hacerlo de nuevo ¿no?

El pequeño conejito la miraba como quien no comprende, con aquellos ojos brillosos que derretían a cualquiera.

—¿Donde fue esta vez? Y no me mires así.

Parecería estúpido para cualquiera el preguntarle eso a un conejo. Pero sin embargo este parecía entender, pues de inmediato se movió hacia el lugar incriminado y se sentó cerca de “eso".

—¿Es que no puedes aprender a hacer en una caja como los gatos? Ahora tengo que limpiar tus asuntos. 

Fue refunfuñando a buscar unos guantes, un recogedor y desinfectante para inmacular el lugar.

—La verdad es que esto parece Nesquik, si no oliera feo haría alguna broma a alguien. Iugh.

Alguien llamó a la puerta. Rápidamente Dalia se deshizo de “eso" y escondió al conejo antes de abrir.

—Hola Dalia —saludó su vecina de dormitorio—.

—Rita, hola. ¿Qué pasa?

—El director me mandó a buscarte. No me dijo para qué.

—Oh pues, gracias.

—Adiós.

«Que raro ¿no? ¿Habré hecho algo?»

—¡Momo! —el conejito salió de su escondite— Mírame. No te subas a la cama. Has tus asuntos ahí, ¿ves donde señalo? Ahí en esa caja. No grites. No muerdas las cortinas. Vengo en un rato.

Acto seguido tomó un abrigo y salió. Estaba un poco atemorizada pues quizá habían descubierto lo del conejo. Y si es así... no sabía lo que podía pasar.

Quizá le quitaban la beca, o le obligaban a abandonarlo. No, no podía hacerle eso al pequeño Momo, ya se había encariñado con él. Dio un respiro frente a la puerta y tocó.

—Pase.

Temerosa, Dalia abrió la puerta poco a poco temiendo lo que el director le fuera a reclamar.

—Vamos, entra Dalia. Tengo algo que hablar contigo.

—Buenos días señor Richard.

—Buenos días. Sientate. ¿Quieres algo de tomar? ¿Te? ¿Café? ¿Agua?

—No gracias, estoy bien.

—Bueno. Aunque no ganaste la competencia, nos han enviado una solicitud muy interesante. Es para que participes en un reality show de música donde se enfrentan las dos escuelas rivales, Artes y voces; y Dueños del arte.

«Artes y voces, el instituto donde se transfirió Lysandro.»

—¿Qué dices?

—Me parece bien, es una buena oportunidad de superarme.

—Ahora te explicaré más. El nombre temporal del reality, pues no se ha confirmado aún es Reyes de los duetos porque participaran en parejas. Las parejas han sido solicitadas, uno que toque instrumentos y otro que cante, pero como cumples las dos funciones tú puedes elegir de los participantes con cual ir y con que función. Claro, los dos deben cantar pero es una combinación que ellos exigen. Hay treinta personas de la academia que participaran. Aquí está una lista de ellos para que decidas con quien hacer el dueto. ¿Bien?