27. Delante de las cámaras.

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—¡Dalia! ¡No me dijiste que él... ¿Qué les pasa?

Fionna miraba con confusión a la parejita que miraba al suelo con aspecto sombrío.

—Nada.

—Vamos, no me digas que estás asustada.

—No, es solo que... supongo que he sido sorprendida.

Poco necesitó Fionna para entender a Dalia. El problema no era los nervios, o ver a Lysandro. El problema era con quien estaba él.

Duró unos minutos observándolos pensando en qué hacer. Faltaba poco y debía subirles los ánimos antes de su actuación. Pero el bombillo en su cabeza se encendió y salió corriendo de allí. Dalia la miró con confusión por su extraña manera de actuar.

Poco después regresó. Junto a ella estaba Kevin, el mejor amigo y confidente de Theo. Fionna podía ayudar a Dalia pero ¡Quien mejor que Kevin para ayudar a Theo! Ambos se los llevaron por lugares separados buscando renovar en ellos el espíritu que tenían antes de empezar el reality.

Fionna y Dalia llegaron a un pasillo solitario, de paredes blancas y con una pantalla que transmitía lo que ocurría en el set de grabación.

—Dalia, se que debes sentirte afligida por ver a...

—¿Lysandro?

—Si, a Lysandro con aquella chica. Pero pese a todo debo decirte algo. Le gustas. Es lo más obvio, y no lo evita demostrar cuando está contigo. No importa que tan parecida a él sea esa chica, si el te quiere a ti no pasará nada con ellos.

—Te equivocas Fionna, él no me quiere. Solo soy algo así como una amiga.

—No seas ciega Dalia. Esperaba que te dieras cuenta de ello pero pareces ser ciega. Por como te abraza, como te intenta proteger, como te mira, por todo lo que hace contigo es más que perceptible. Mira en halloween. Esas fotografías mostraban más que a dos personas disfrazadas. Ustedes se miraban como si pudieran pasarse la vida mirándose sin despegar los ojos. Había... ¡magia!

Dalia se mantuvo callada pensando en las palabras de su amiga. Y si... ¿Y si existiera la pequeña posibilidad de que fuese así? Eso sería mejor de lo que siquiera podría imaginar. Pensó en los momentos que había pasado junto a él y eso le ayudó a subir el animo. Ya no temía que aquella chica fuera un peligro para ellos.

—Ahora una última cosa: cuando estés allá solo piensa que Theo es Lysandro. Eso te ayudará. Olvida a todos, solo mira a Theodore como si fuese Lysandro.

—¡Lo intentaré!

Cuando volvieron, ahora con más animo se encontraron a Theo y Kevin con una sonrisa que más que felicidad rozaba la maldad. Es la sonrisa que haría alguien que quiere hacer una travesura. Pero nadie podría asegurarlo.

—Sus sonrisas me dan miedo ¿saben? —dijo Fionna interrumpiendo lo que fuera que planearan—.

—Ya solo faltan dos parejas antes de nosotros. ¡¿Lista Dalia?!

—¡Con los ánimos a millón!

Si esa pareja estuviera en alguna serie de muñequitos probablemente echarían fuego por los ojos y su aura fuera como llamad brillantes color carmesí. Pronto se acercaron al escenario, esperando a que les llamaran.

Oyeron sus nombres, y los dos, caminando a la par se acercaron al centro del escenario. Algunos aplausos resonaron, como en el caso de cada pareja.

Ambos se sintieron cegados por un momento debido a los reflectores de la luz. Pero aun así no decayeron sus sonrisas. Dalia llevaba en manos su violín y sobre el hombro de Theo colgaba su brillante guitarra eléctrica negra.

A la señal de la presentadora, los acordes de la guitarra se hicieron sentir.

Dalia recordó las palabras de Fionna, y las puso en práctica. Hizo como si Theo fuese su acompañante, dándole más realismo a lo que hacía. Pero había un problema con aquella táctica. Theo empezaba a creer que Dalia le correspondía.

Para Theo, estaba viviendo en un cuento de fantasía, y Dalia, su princesa lo miraba con ojos llenos de un sentimiento que iba más allá de la simple amistad. Un pobre mortal que no podía adivinar lo que había detrás de esa mirada, estaba condenado a caer en el error. Lo que no resultaría muy bien en el futuro.

De todas formas, se podría decir que ellos empezaron mejor que Lysandro y Rebeca desde que llegaron al escenario. Ambos al mismo paso. Y así, terminaron también con excelente sincronía. Aunque nerviosos, estaban felices y concordaban en que, pasara lo que pasara ellos habían dado lo mejor y se sentían orgullosos de ello.

Los jueces uno a uno se turnaron para hablar. Por cada juez que hablaba sus sonrisas se ensanchaban más, como si no hubiera espacio para tanta alegría en su pecho. Casi por inercia Theo sostuvo la mano de Dalia y la apretó con fuerza y esta le respondió al apretón, acto que no pasó desapercibido ante las cámaras. Y ante todos los que observaban el reality.

Un acto puramente inocente. Pero llevaría a grandes consecuencias.

Ambos, aun tomados de la mano pues lo habían olvidado debido a los nervios y a las buenas criticas que habían recibido, salieron de allí.

Lysandro los observaba desde una esquina apartada, frunciendo el ceño y apretando los labios hasta dejarlos en una fina linea.


[…]


Todas las parejas estaban de pie ante las imponentes y temerarias cámaras que los conectaban al resto del país, y quien sabe si del mundo, esperando los resultados. Estas personas eran expertas en crear el suspenso y hacer que los participantes su darán frío de los nervios.

—Las parejas que mencione darán un paso adelante —dijo al fin la presentadora abriendo el sobre de los resultados—. Jean y Antoniette, Reinald y Christopher, siento decirles que, no han pasado a la próxima ronda de Reyes de los duetos.

Ambas parejas salieron del escenario a lo que la presentadora anunció: —¡Felicidades! Ustedes han pasado la primera fase de esta competencia —muchos se abrazaban o hacían señales de victoria entre ellos—. Como ustedes ya sabrán, cada semana les pondremos un reto a realizar con lo que se les pondrá a prueba. Por eso me complace anunciar el reto más sencillo: Interpretar una canción en dueto de algún artista. Recuerden que los retos serán más difíciles conforme pasen las semanas.

Luego de eso, el programa terminó con una musica de fondo y tanto jueces como participantes se despidieron del público al estilo típico de un programa de ese tipo.

En medio de todo esto, Dalia y Lysandro cruzaron miradas. Pero eran diferentes. La de Dalia albergaba esperanza en que fuese correspondida. La de Lysandro era decepción, por haberla “perdido". Claro, ellos no eran los únicos que se miraban con algún pensamiento de este tipo. Theo y Rebeca también se traían algo escondido.


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Etto.... ¡Actualicé!

Aprovecharé para saludar a mi mamá: ¡Hola Mami!
A mi papá: ¡Hola papi!
A las que juegan CDM y a las que no: ¡Holaa!

¡A la bolita del mundo!

Esperen el siguiente capitulo mis queridas lectoras.

Canciones para mí. (Lysandro CDM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora