Extra DIECISEIS

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Hace un par de días, Marko está instalado en Tokaj y mi felicidad está en el nivel más alto

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Hace un par de días, Marko está instalado en Tokaj y mi felicidad está en el nivel más alto. Nadie ha hecho algo como sí lo hace él, como el de pasar a un equipo que da sus primeros pasos al profesionalismo solo para estar conmigo. Ni el jugador en su mejor nivel se rebaja, pero cada uno tiene distintas formas de pensar. Él mismo me dijo que firmó contrato por dos temporadas y dará por finalizado su próspera trayectoria en este deporte. No me animo a preguntarle que hará una vez que llegue su fin, tampoco quiero proponerme a pensar cuando sea mi turno. Pero sí hay algo que quiero compartir, y eso es el viaje a Oslo para que conozca el orfanato donde crecí junto a Lara, Yvonne y Marianne. Todos los años nos encargamos de realizar una fiesta para los niños que están a cargo de Anders y Silje Storstrand, y está ansioso por conocerlos.

Desciendo del vehículo mientras controlo que el vestido no se arrugue. Hoy es la presentación oficial de Miskolc y acompañaré a Marko, como su novia es mi deber estar a su lado. Sabina se había comunicado en la mañana para avisarme que su hermano mayor está hecho todo un manojo de nervios y espero servir de algo para calmarlo. Y es ella quien me recibe cuando llego a la puerta de la casa, con una barriga muy prominente y a nada que nazca el pequeño que lleva adentro.

- Si hay algo que tienes que conocer de Marko, es lo insoportable que se pone cuando se trata de eventos de estas características.- y también veo que se lo transmite a sus hermanos, al menos a ella. Me da paso y entro.

- Hola.- es lo único que digo y muerdo mis labios para no reírme- Espero que no sea hereditario...- susurro, pero algunos de los hombres han escuchado mi comentario y se ríen.

- Te lo dejo pasar Britt, solo porque está insoportable y hoy no es mi mejor día.- dice Dragan. Bajo la cabeza avergonzada y subo las escaleras hasta llegar a la habitación de él. 

Entro sin que se de cuenta, pero está demasiado concentrado en algo que quiere ponerse. Su smoking es de un azul marino y sobresale la solapa de la camisa blanca. Parece más una presencia de un almuerzo de negocio que una presentación. Su cabello castaño claro está demasiado brilloso y es no difícil saber que se puso gel... Phillip no pasaba un día en no ponerse eso en su cabello.

El sonido de los tacones lo hace saltar y su mirada está en mí, o mas bien en el vestido que tengo puesto. Es que tampoco quise quedar fuera lo que es combinar nuestros atuendos, así que ayer salí a comprar el que llevo puesto. Un vestido color salmón para acompañar el color de su corbata y él sonríe, fue como acordamos. Me pongo frente a él y me animo a armar el nudo de su corbata, aunque los nervios me los pasó a mí. Solo que es su mirada la que me pone así.

- No sé porqué me observas, me pones nerviosa Mark.- no quiero mirarlo a los ojos, la tensión es palpable. Es raro verlo con colores llamativos- Hasta me parece raro verte con este tipo de color.

- Siempre hago honores a los colores que defenderé, una costumbre que aprendí del mejor.- asiento, aunque hoy veo que sus ojos son grises- Al principio, Hannah se burlaba de eso. Más si el último equipo que defendí es amarillo y azul, quedaría como un loco tener smoking amarillo y corbata azul. Por ese motivo decidí vestirme con los colores a la inversa.

Mi destino, tu corazón (Extras)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora