Mes 1

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Ni bien le di la noticia a Marko de que seremos padres, fuimos a ver una obstetra. La felicidad de él se lo transmite a cada persona que pasa a su lado, mientras por mi lado me despedí de mis compañeras al otro día que la noticia se hizo viral. Para cuando vuelva no sé si volverán a tomarme en cuenta para un nuevo equipo, pero lo importante ahora es que mi pequeño retoño crezca sano y fuerte en mi vientre. No sé lo que me depara el destino para el futuro, las personas más importante están a mi lado o me apoyan a la distancia. Anders y Silje se emocionaron al darles la noticia del embarazo y ni hablar de mi hermana, lo bueno es que se enteraron por mí y no por los medios de comunicación.

Marko me rodea con sus brazos y sus manos acarician mi vientre, mientras mi cabeza está acomodada en su hombro. Llevamos un buen rato en esa posición sin hablarnos. Solo se escucha nuestras respiraciones y algún que otro ave en el patio trasero. No se necesitan palabras cuando te sientes bien compartir el momento en silencio.

- ¿Te imaginas que en pocos años esta casa lleno de niños alegrando nuestras vidas?- Marko rompe el silencio y suspira- Nosotros corriendo detrás de ellos para que no se lastimen, o cuando sean adolescentes y tener que espantar a los novios...- me río y escondo mi rostro en su cuello.

- Ni siquiera se hace notar en mi vientre y ya estás pensando en asustarlo.- toma mis mejillas y une sus labios a los míos.

- No será difícil. En este tiempo hice lo mismo cuando querían acercarse a tí y solo los amenazaba.- se encoge de hombros y frunzo el ceño.

- Sabes que solo tengo ojos para un hombre, y es quien está a mi lado.- le sonrío- No te importó que sea huérfana y que me criara en un orfanato.

- Cuando una persona se enamora, hace hasta lo imposible por obtener su amor.- pega su frente a la mía- No importa el pasado, si te han engañado... Él no merecía un pelo tuyo, pero gracias a su infidelidad estás aquí y a un paso de agrandar la familia.- sus ojos grises me observan- Te amo demasiado y haría hasta lo imposible por verte feliz.- le sonrío y ahora soy yo quien toma sus mejillas y uno nuestros labios.


El trípode me hace la vida difícil. Trato de mantenerlo en equilibrio para acomodar la cámara que me regaló Marko, pero la hierba es el principal culpable de mandar todo a la mierda. Se me ocurrió sacarme fotos y llevar la cuenta del crecimiento de mi vientre. Estoy demasiado emocionada de recopilar las treinta y seis semanas, más aún tener las montañas de fondo. Según lo que nos dijo la obstetra, estoy llegando al primer mes de embarazo y queda mucho tiempo para disfrutar de esta nueva vida.

¿Seré buena madre? ¿Estaré a la altura de estar al lado de un hombre como Marko? Estas preguntas me hacen recordar cuando pasaba las noches sin dormir por sentirme culpable de que mis sentimientos sean dirigidos a otro hombre que no sea Phillip, o la diferencia de edad entre Marko y yo. Él está por cumplir treinta y cinco años, y yo ni siquiera llego a los treinta. 

- Cariño, ¿Estás bien?- la voz de Marko me quita de mis pensamientos y lo observo- Llevas un buen rato sin hacer nada...

- Solo pensaba.- le interrumpo y sonrío- Ahora te harás cargo de la foto.- asiente en respuesta y se acerca- Ya cumplimos un mes y estoy ansiosa por tenerte en mis brazos.- camino a una distancia considerable y siento su mirada en mi nuca- No importa que seas niño o niña, recibirás el cariño mío y de tu padre. Tienes a tus primos que esperan jugar contigo, tíos que esperan recibirte con los brazos abiertos y Lara que no deja de fastidiarme.- me río al recordar los llamados- La idea era que ella sea tu madrina, pero Yvonne ya se ocupó que eso no ocurra.- observo las montañas y las lágrimas hacen su aparición mientras acaricio mi abdomen- Dejamos de ser cuatro hermanas a tener una gran familia...- se me escapa un sollozo- Tus abuelos estarían contentos con tu llegada, pero ellos nos protegen desde el lugar más sagrado...- un par de brazos me rodean y suelto toda la angustia.

- Ellos nunca te abandonaron Britt, siempre te acompañan.- su mano acaricia mi cabello y me aferro a su cuerpo- Si fueron personas buenas, ten por seguro que desde el lugar más sagrado te protegen, y yo lo hago a tu lado.- trago el nudo de mi garganta y escucho un clic de la cámara- Aprendí de la mejor.- le sonrío y baja su cabeza para unir sus labios a los míos.

Una vez tranquila, captura la foto con mi mirada en el plano vientre y la felicidad me inunda de nuevo. Pero la tranquilidad dura poco, ya que el grito de Yvonne rompe con el momento familiar. Lo que me sorprende es que no venga sola, todas las jugadoras están en la sala.

- ¿Cómo es que tiene la llave de tu casa?- pregunta Anna que está cruzada de brazos- Le das demasiada confianza...

- Creo que se olvidan que la confianza sí existe y que nos criamos juntas.- le responde Yvonne y pone esa expresión de superioridad- Marko no se queja de que invada su casa.

- Eso es porque no me queda otra que soportar a ciertos enamorados invadir mi privacidad.- le responde él y sus manos acarician mi vientre, mientras ella lo mira mal y las demás se ríen- Igual te aprecio.- veo que ella se ruboriza y sonrío.

- Vinimos a pasar de visita y no extrañar tu presencia en los entrenamientos.- Dana se acerca y me abraza- Aunque estamos de vacaciones, más adelante será complicado venir de visita.

- Me alegra que estén aquí.- saludo a cada una de ellas- Estoy por preparar el almuerzo... ¿Se quedarán?

- Si tienes para alimentar a un batallón, no creo que haya problema.- me responde Anna y algunas me acompañan a la cocina.

Creí que sería olvidada, solo sería una página de pasada y es todo lo contrario. Que se tomen de sus tiempos libres para venir es algo que siempre lo tendré presente. Observo a Marko que conversa con las que quedaron en la sala y me guiña un ojo. Le sonrío y empiezo a preparar los ingredientes.

Nunca pensé en tener amigos a lo largo de mi carrera, siempre fui antisocial. Solo fueron Yvonne, Marianne y Lara, inseparables desde que tengo noción. Solo por unos años jugando en distintos países y demostrar como nos compenetrábamos a la hora de jugar. A mis veintiocho años y formando mi propia familia, puedo decir que estoy feliz de encontrar personas que no te dejen sola... Encontrar un refugio seguro en los brazos de Marko Živković.

🤰 MES 2️⃣ ⏩

Mi destino, tu corazón (Extras)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora