Mes 5

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Para una persona activa como yo, quien tuvo que acostumbrarse a desacelerar un ritmo de vida llevada por años, termina en completo reposo. Es estos días me he sentido demasiado débil y Marko decidió llamar a la obstetra. Todavía lo sigo conociendo y ahora no dejo de observar como camina de un lado a otro en nuestra habitación, sus manos están en su cabello y sus ojos cambiaron del gris al negro. El clima es otro motivo por el que no quiere arriesgarse a manejar en mi delicada situación y la verdad es que tampoco me opuse ante la idea.

- Cariño, no eres el único que está asustado...- deja de caminar y se acerca a la cama- ¡Me pones nerviosa!

- Discúlpame, pero me preocupa tanto tu salud como la de nuestro niño.- acaricia el ya abultado vientre y apoya su cabeza- Tengo miedo que les pase algo malo, no me imagino un futuro en la que no estén tú ni nuestros hijos.- pensando en grande, no me sorprende que lo haga.

Suena en timbre y de un abrir y cerrar de ojos, Marko desaparece de mí vista. No tarda mucho en llegar con la obstetra y deja su maletín cerca de la cama, para consultarme los síntomas y el tiempo que llevo con esto. Le explico desde que devolví el desayuno de ayer hasta los mareos y casi pérdida de conocimiento. Y sí, me mandó en un reposo absoluto. La próxima consulta sabremos el sexo, por fin se dará a conocer. Sea niño o sea niña, recibirá el amor de la familia y amigos... Ellos se ganaron la confianza.

Marko ha estado pendiente de mí durante toda la mañana, ni siquiera se alejó de la habitación por si llegaba a pasarme algo. Sobre el mediodía suena el timbre y a regañadientes se pone de pie y une sus labios a los míos para luego retirarse. No tarda mucho en llegar con personas que llevaba tiempo sin verlos, y un niño que corre hacia mí para abrazarme... Yvonne ya estaría más que celosa al ver a su ahijado en mis brazos.

- ¡Pero si no es nada más que el pequeño Lex!- sus pequeños brazos rodean mi cuello y no puedo evitar reírme al ver que se acomoda para no dañar el bulto de mí vientre- ¡Vaya sorpresa!

- ¿Y qué quieres? No me perdería ver a mi sobrino antes de que nazca...- hago que el niño rodee mi cintura con sus piernas y me pongo de pie- Me alegra que llegaran hasta aquí pero, ¿Cómo...?- mi pregunta queda en el aire y observo a Marko, esperando una respuesta de su parte.

- Ese malestar arruinó la sorpresa.- se encoge de hombros y niego con la cabeza con mi peor expresión.

- Me alegra que vengan a visitarnos, aunque todavía me parece raro que estés fuera de nuestro radar...- Hannah siempre se caracterizó por estar en todo momento al lado de Marko, y ahora ver que está formando su propia familia junto a Lex Armages me parece excelente.

- En algún momento tendría que separarlos.- ahora es Lex quién responde y me río- Para ellos no había un felices para siempre, aunque no tengo del todo la aceptación de mi suegro...- frunce sus labios con la mirada en su pareja. Sí, también me sé esa historia.

Pasan el resto del día en casa y el pequeño Lex no se despega de mi lado, más bien se la pasa abrazado a mi vientre. No le doy importancia, será ese deseo de tener un hermano.

Ha llegado el momento de la cita con la obstetra y las ansias de saber el sexo de mi bebé gana por mucho. La familia Armages decidieron acompañarnos y no les pude decir que no, ellos son parte de la familia y la distancia no nos permite vernos con frecuencia. Y la doctora les permite entrar a la consulta.

- Señor, solo será un momento.- le dice al pequeño Lex que no se separa de mí vientre- En casos como este debo decir que es una niña...- frunce el ceño observando al pequeño Lex- ¿Desde cuándo se muestra protector?- mis ojos se encuentran con los de Hannah que parece sorprendida ante la pregunta.

- Ni bien llegamos a la casa y Lex no se alejó en ningún momento.- ella se encoge de hombros- Pero pensé que era por el simple motivo de tener un primo...

- Se muestra demasiado sobreprotector, no se sorprendan en un futuro sean más que primos...- lo dice demasiado bajo que temo alguna reacción de Marko- Sí, no es todo un secreto la historia entre ustedes, pero la sangre no los une...

- Son primos.- sentencia Marko de brazos cruzados y pongo los ojos en blanco... Que Dios se apiade de mi pequeña.

Después de prometer que la vería en la pantalla señalada, abraza las piernas de su madre. El frío del gel quita la atención del niño y el sonido de sus latidos me quita un par de lágrimas. Y como dijo la doctora, es una niña a quien llevo en mi vientre... Otra mujer para que la familia se agrande, otra pequeña Montanes. Ya me imagino una niña de cabello rubio y sus ojos marrones como su padre, toda una princesa consentida.

Como pasa en cada consulta, Yvonne está acompañada de Tomaž, y me sorprende la presencia de Dana. Cada vez que puede llega de visita a casa, y verla por aquí es toda una novedad. Dana se acerca a mí y me abraza, mientras mi amiga se pone a la altura de su ahijado y él la rodea con sus bracitos. Pero no tarda mucho en alejarse y viene a mi lado, por lo ella frunce el ceño.

- En mi defensa, solo puedo decir que es niña.- siento un brazo sobre mis hombros y cuando quiero darme cuenta, los labios de Marko hacen contacto con los míos en un corto beso- Se ha vuelto todo un protector.- acaricio ese cabello rubio como el de Lex, toda una miniatura de su padre.

- Niña...- ahora veo sus ojos grises aparecen unas lágrimas y empuja a Marko para abrazarme- Otra niña para el clan Montanes-Storstrand.- me alejo un poco de ella, observándola con el ceño fruncido... ¿Clan? Que ideas locas se le cruza por la mente.

Por último recibo el abrazo de Tomaž junto a las felicitaciones y las manos de Dana acariciando mi vientre. Emprendemos camino hacia casa y durante el trayecto me comunico con Lara para darle la noticia, y me promete visitarme en la semana junto a su novio.

Ahora todo parece encajar en el lugar correcto...

MES 6️⃣ ⏩

Mi destino, tu corazón (Extras)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora