Pienso en todo un poco.
En mi familia, amigos, estudios, dudas existenciales...
Pero sobre todo, en ti.
¿Qué es de tu vida? ¿Te importo? ¿Piensas tanto en mí como yo en ti?
No lo sé. Tengo miedo a descubrirlo, y soy lo suficientemente cobarde para no preguntártelo.
Algún día lo sabré. Podré preguntártelo.
Pero, ¿cómo sobre llevo el verte todos los días sin poder hablarte? No tengo ni idea.
Solo sé, que estás en mi mente, y no sé cómo sacarte.
Quiero sacarte, pero me duele el intentarlo.
Porque aparte de quitarte de mi mente. Lo estaría haciendo de mi corazón.