Dedicado a Ooihaneeee
Un vez, existió una chica la cual cuidaba un olivo.
Le encantaba ese árbol. Era hermoso y robusto, con una hoja de color verde hierba.
Le regaba cada vez que olas de calor imprevistas venían; le ataba al suelo con calvos y cuerdas cada vez que vientos huracanados llegaban desde las montañas del norte;
Pero había un problema
Ese árbol, no daba olivas. Por mucho que golpeara no caía ninguna de esas deliciosas olivas.
Siempre tenía la esperanza, de que en algún momento, cayesen las dichosas olivas. Qué después de tanto trabajo, le daría su ansiada recompensa.
Llegó un momento, en el que la niña –enfadada y molesta– dejó de cuidar al olivo porque se cansó de qué no consiguiese nada después de tanto esfuerzo.
Pasaba el tiempo y el olivo fue quedándose en el olvido.
Los primero días si iba a cuidarlo y regarlo, pero poco a poco, se fue quedando en un rincón solo y abandonado.
Supo que su cuidadora se había conseguido a "otra compañía". Un naranjo fiel y leal, que si le daba lo que quería después de tanto tiempo. Deliciosas naranjas.
La vida del olivo llegó a su fin, pensando que su dueña lo olvido por completo.
Pero eso es mentira
Cada maldito día la dueña pensaba en su querido olivo; el que dejó de lado solo por rendirse y no haber intentado otra alternativa
Y el olivo no es que no quisiese darle sus deliciosas olivas a su compañera de vida, sino porque no estaba acostumbrado a que alguien quisiese sus olivas...
