Siempre la confundió,
Él y su mundo eran
como una hermosa
ilusión de lo que
siempre había soñado.
No había podido ver
aquella obsesiva
locura asomarse
por esos ojos.
-M.UCapítulo 10
Sus ojos vislumbraron la aldea a lo lejos, tan idéntica...como si jamás se hubiese ido.
No había palabras después de aquel beso, pues, como si hubiera cometido el peor pecado en la faz de la tierra, Sasuke se había alejado después de unos segundos, en su rostro sólo había podido ver arrepentimiento.
"Miren lo que trajo el viento..."
Su vista fue a los guardias de la gigantesca entrada de Konohagakure, eran miembros de...Akatsuki.
"Se les extrañaba por aquí, Chara-san y Menma-san"
Otra vez Chara, era extraño...pero esa no era su mayor preocupación.
Mientras ellos conversaban un poco no evito estar alerta.
De una abertura de su vestido logró sacar un kunai y esconderlo en su espalda...estaría prevenida por si debía matar a esa marioneta otra vez.
"Las chicas te extrañaban, Uchiha pequeño"
Su mirada fue al pelirojo que la miraba de reojo, ella estoica y el taciturno.
-Ven a saludar, nena-
Su mirada fue a 'Chara' , no tardó en esconder en su escote la afilada arma y acercarse.
Todo sin despegar la mirada de la pareja de Akatsuki.
-Estos son Sasori y Deidara, son ambu de la Hokage pero hoy les toca cuidar la entrada...-
Su mirada fue a Menma.
"Deidara, un gusto Haruno-san"
¿Por que la conocían?
"Akatsuna no Sasori, no sigas matándose con los ojos, rosada..."
Estrecho la mano del pelirojo con desconfianza mientras este sólo sonreía.
No se veían peligrosos, pero eso no evito que los siguiera con la mirada hasta llegar a perderlos.
'¿Como sabían mi nombre?'
Preguntó al rubio a su lado, pues el Uchiha aún no se dignaba a hablarle.
-Todos aquí hemos esperado por ti...por mucho.-
No preguntó más, todo se resolvería con el tiempo.
"¡Sakura!"
Su mirada fue hacia el origen de aquel gran grito.
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Llevándonos a Sakura-chan
FanfictionLa vida de un ninja, estaba llena de peligros, un día sonreías y al siguiente podrían planear tu funeral. La vida de un ninja era un deber continuo, sordo y despiadado. No había por que ir en contra de tus superiores, debías acatar cada orden y acud...