Habían pasado dos largas semanas, sin nada irrelevantes en ellas. Durante todos esos días, Connor se la había pasado metido en la biblioteca cuando sus clases finalizaban. Él se quedaba allí hasta que Alex regresaba a su casa, o hasta cuando el rubio se cansaba de responder sus preguntas insistentes, ignorándolo por completo, provocando que el morocho se vaya. Pero eso a él no le importaba. Alex le agradaba mucho, por alguna razón le gustaba pasar el tiempo con él. No le importaba si el chico lo ignoraba, le bastaba con solo quedarse allí, observándolo.
- ¡Connor, escúchame!.- Dijo Katy dándole un pellizcón en el brazo, para que le prestara atención.- Últimamente nunca escuchas cuando te hablo.
- ¿Qué decías?.
- Estaba invitándote a ir al centro comercial luego de clases.- Con voz chillona siguió.- ¡Hay unos que están zapatos di-vi-nos!.
<<No otra vez...>>
- No lo sé Katy, es que...
El morocho no pudo terminar la oración al ver el furioso rostro de su novia. La castaña lo atravesó con la mirada.
- ¿Qué te sucede, Connor? Me estás evitando.
- No, no es eso, es que tengo que ir...
Fue interrumpido nuevamente por la voz chillona de su novia. Ésta parecía estar al borde de las lágrimas.- ¿Acaso te gusta alguien más? ¿Es porque no te he dado el amor suficiente? ¿Ya no te gusta como me visto? Puedo comprarme más ropa y ponerme a la moda, si eso es lo que quieres...
- Katy, cálmate por favor.- Habló con calma, poniendo su mano sobre la de ella para tranquilizarla. No quería que su novia haga un espectáculo en la cafetería de Stanford.- Tan solo iré a la biblioteca, nada más. No tardaré más de una hora. Si quieres luego podemos ir al centro comercial.
Katy lo miró dudosa. La muchacha no comprendía porqué Connor había pasado tanto tiempo metido allí, entre los libros. Ni siquiera sabía el motivo de porqué iba. Lo irónico era que ni el morocho sabía porqué iba tan seguido. ¿Por qué tanto interés en Alex? Si tan solo era un chico.
****
Durante su última hora de clases, Connor se la había pasado ansioso por ir a la biblioteca. Estaba tan ansioso como para ni siquiera prestar atención a la clase. Su vista podría estar fija en la pizarra, simulando entender el tema que planteaba el profesor, pero su mente se encontraba distante. Ya se le había formado una pequeña costumbre el estar distraído durante su última hora.
Tenía la vista fija en alguna parte del salón, escuchando las voces de lejos. Cuando el timbre sonó, ésto lo trajo a la realidad. Tomó rápidamente sus cosas, y fue el primero en salir del salón. El morocho era el único que se dirigía en sentido contrario, todos estaban yéndose hacia afuera de la Universidad, mientras que él se dirigía a la biblioteca.
Allí se encontraba Connor, decidido, caminando hacia Alex. El rubio ni siquiera se había percatado de su presencia, hasta el momento en el que giró sobre sí mismo para tomar uno de los libros que se encontraban detrás de él, para colocarlo en uno de los enormes estantes.
Cuando Connor estuvo a punto de saludarlo, Alex se dio la vuelta con el libro en sus manos, dándole la espalda, ignorándolo por completo. El morocho ensanchó su sonrisa por la reacción del chico, quien ya se encontraba tomando otro libro para colocarlo en su lugar. Pero se vio interrumpido por la mano de Connor, la cual estaba sobre el libro, impidiéndole que lo tome.
- Hola.- Saludó el morocho, inclinándose hacia delante, con una sonrisa ladina.
El rubio lo miró sin expresión alguna, con una ceja levantada, buscando el motivo por el que el chico siempre sonreía. Si tan sólo supiera que su motivo estaba justo frente a Connor...
- ¿Qué estás haciendo?.- Dijo mirando la mano que estaba sobre el libro.
- ¿Cómo estás?.- Preguntó aún más sonriente, evitando su pregunta.
- ¿Qué haces aquí?.
- ¿Por qué eres así conmigo?.
- ¿A qué te refieres?.
- Siempre tratas de evitar mis preguntas...- Dijo aún sonriente, pero un leve tono de decepción se hizo audible en su voz.- O cualquier cosa que tenga que ver conmigo.
Alex se mordió levemente el labio inferior, porque lo recién dicho por Connor le causó ternura. De cierta forma, eso lo había hecho sonar como un niño.
- Lo siento, Connor, es que...- Frunció el ceño, el dolor de cabeza se había hecho presente otra vez.- es que... lo que sucede es...- Las punzadas en su cabeza no lo dejaban concentrarse.
- ¿Estás bien, Alex? Te ves pálido.
En ese instante, el rubio recordó que últimamente no había estado alimentándose correctamente, ni tampoco venía durmiendo como se debía. Supuso que esa era la razón por la que se veía y se sentía así.
- Si, estoy bien, gracias.- Le dedicó una cálida sonrisa de labios apretados.- Es que no he dormido bien en estos días.
Connor se dispuso a asentir con la cabeza. El morocho desvió la mirada algo nervioso -Alex lo notó- para luego decir con su vista aún clavada en el piso:- Me preguntaba... es que yo quería saber... si tú...- Carraspeó para hacer más firme su voz, rascándose la nuca.- ¿Quieres ir a tomar un helado luego de que termines con eso?
Alex lo miró detenidamente, pensando. Esa invitación lo tomó de imprevisto. Comenzó a procesar lentamente lo dicho; si, lo estaba invitando a salir.
Empezó a jugar inquieto con sus dedos, sin saber qué responderle. ¿Por qué ponerse nervioso, si Connor lo había invitado solamente como un amigo?. Por lo menos eso era lo que creía él.
Desvió su mirada nuevamente, dejando ver su perfil. Eso provocó que Connor muerda su labio inferior, sonriendo.
El morocho, al obtener silencio por parte de Alex, añadió bromeando:- ¿No quieres salir conmigo porque soy feo, verdad?
El rubio agrandó sus ojos sorprendido.-¡No eres feo!.- Al instante se dio cuenta y se retractó, avergonzado.- ¡Bueno, si!... ¡No!... ¡Es que...!
A Connor se le hizo inevitable reprimir una carcajada, la cual inundó el silencioso lugar. Le parecía tierna la manera en la que se comportaba Alex.
- ¿Así que soy lindo, eh? Tú también eres lindo, Alex.- Dijo con cierto tono pervertido.
- ¿Acaso estás coqueteándome?.
- ¿Tú qué crees?.- Respondió con el mismo tono pervertido, con una sonrisa ladina en su rostro.
****
Connor estuvo allí hasta que Alex terminó de poner en su lugar los libros de la biblioteca.
Cuando estuvo adentro de su auto, la pantalla de su celular se iluminó, dejándole ver que Katy lo estaba llamando, pero decidió ignorarla.
Suspiró y dijo en voz alta para sí mismo:- Me traes loco, Alex...
Colocó la llave en su auto, encendiéndolo, para tomar rumbo hacia su casa.
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- Connor Waters
P.D: Aquí le dejamos el capítulo 9 con un poco de retraso ;)
