7

225 20 1
                                    

Él estaba sentado delante de mí. Erecto y compuesto. ¿Guapo e incómodo?

Hoy llevaba un traje azul oscuro, realzando así su delgadez extrema.

¿Porqué un hombre como él terminó siendo un couch?

—¿Kawasaki?— le llamé,  y de forma inmediata él alzó más la cabeza para mirarme. — ¿Quién eres? — Pregunté.

— ¿Uhm? — Hishimura se quedó boquiabierto por un momento sin saber cómo actuar antes de recomponerse del todo.—¿Y eso a qué se debe señorita?

— Necesito conocerte a fondo. Es para una novela.— expliqué. Él me observó desconfiado, pero no me importó. — No necesito que me creas, solo sígueme el rollo ¿vale?— Me levanté del sofá. Di la vuelta a la mesilla y me paré delante de él. Quise tocarle las mejillas, igual de blancas o incluso más que el resto de su cuerpo. Pero no lo hice. Sería acoso sexual.

Eso de tocar a alguien sin el debido consentimiento solo funcionaba en las novelas.

— ¿Porqué?— Preguntó mirándome con seriedad. Era adorable.

¿Cómo un hombre de cuarenta y ocho años podría llegar a ser tan condenadamente adorable? Era perfecto.

— Porque serás mi musa.— Respondí. — De ahora en adelante te preguntaré cosas pero no te lo tomes a mal, es para mi escrito. — Expliqué. — No necesito que me digas la verdad por cada cosa que yo te pregunte, solo necesito ver cómo son tus reacciones. — le di dos golpecitos en el hombro antes de volver a alejarme. — Si ves que me estoy pasando, siempre podrás mandarme a freír espárragos.

— No lo haré.— Él Respondió de forma tajante, haciendo que yo me diese media vuelta  para observalo curiosa.

En ese entonces yo todavía no sabía el pequeño secreto de Hishimura. Pero sin duda lo haría más adelante.

No era un hombre tan compuesto y perfecto como aparentaba ser.

Estrellas en la oscuridad [Sin corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora