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— ¿De verdad quieres qué yo lo haga?—Hishimura susurró en mi oído con su tan típica voz aterciopelada. No me tranquilizó en absoluto.

— Es por una buena causa..— repliqué acercándome más a él. — Pero...si te doy asco... Por favor dilo y me....y me — dije dolida.

— No digas tonterías...Tú eres la única quién debería de sentirse asqueada.— respondió acercando su fría mano a mi mejilla derecha que de por si ya estaba roja.

— ¿Por qué? — Pregunté alzando la vista y Encontrándome la él fijada en mi.

— Un anciano tocándote no es algo agradable. — me explicó, pero no parecía avergonzado sino más bien culpable.

"Maldita seas Kawasaki... eres demasiado cortés."

—¿ T-tu solo hazlo okay?— volví a mirar al suelo mientras la yema de los dedos de Kawasaki acariciaron mi mejilla, y, con una de sus manos libres me alzó el mentón. — ¿Q-qué?

— Necesito levantes la cabeza para yo ser capaz de hacerlo. ¿Me das pleno consentimiento?

— S-si...

— Cierra lo ojos si te parece incómodo mirarme.

— D-de verdad q-que no es para tanto Hishimura...

— Si así es lo que la señorita desea...

Antes siquiera que yo pudiera decir algo más, un dolor peliagudo me afectó la mejilla. "¡Ugh!" fue lo que dejé escapar sin querer haciendo que Hishimura se apartara de golpe.

— Lo siento mucho señorita, pero necesito vaciarlo por completo. ¿Podrás aguantar un poco?

— ¡Maldito grano!— solté antes de asentir a Kawasaki que siguiera.  Sino fuera porque me doliera tanto no se lo habría pedido que me petase el bendito grano.

Estrellas en la oscuridad [Sin corregir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora