Capítulo 1: Celtas y Nioks

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Sangre, vísceras, miembros descuartizados y túnicas rasgadas, eso era lo único que encontré cuando me desperté en mitad del camino y al borde de éste se encontraba ella, mi "salvadora". Ella me miraba con unos ojos que dejaban ver que la chica estaba aterrada por lo que había presenciado.

-Gracias por haberme ayudado, no sabía que hacer con esa espada.-Dije yo aliviado.

Después de un largo silencio, Elana abrió la boca sorprendida y aún un poco asustada y dijo:

-Yo no he hecho nada. ¿No recuerdas cómo has hecho huir a los guardias armados de Ymenon?- Yo negué con la cabeza- Puede ser que estés en estado de shock y por eso no recuerdes nada. Todo esto es nuevo para ti y ...-No dejé que acabara de hablar.

-Y, ¿Por qué han huido? Eran mayoría, podían habernos vencido facilmente.- le dije con incredulidad.

- Los guardias armados de Ymenon han huido al ver como atravesabas la armadura blanca de uno de los suyos.- Dijo ella todavía un poco asustada al recordar la batalla.- Manejas bastante bien la espada. Debe ser que aún conservas la bravura y algo de magia de tus antepasados... ¿cómo los llamáis en el planeta Tierra? ¿celtas?

Yo le empecé a contestar como si fuera una pregunta cualquiera:

-Sí, mi familia procede de.... Oye, ¿pero tú cómo sabes eso? ¿Cómo sabes que soy descendiente de celtas? ¿Y a qué te refieres con... magia? Eso no existe.

Ella, como si hubiera abierto una enciclopedia, me empezó a contar que a los antiguos reos de los reinos unidos de Mesion se les borraba la memoria y eran llevados a la tierra para que cambiaran su manera de vivir. Como la mayoría eran guerreros, salteadores, bandidos y demás se dice que era un pueblo que sabía manejar muy bien las armas. En esta época los magos también eran perseguidos, ya que se creía que rendían culto al Oscuro, por lo que muchos magos también fueron llevados a la Tierra y por eso el pueblo celta tiene un gran vínculo con la magia.

Elana después de su aclaración añadió:

-Al verte combatir a ti solo contra esos seis guerreros de la guardia armada de Ymenon, he visto que tienes un gran manejo con la espada y pensé que quizás tendrías antecesores relacionados con la guerra.

Tras acabar su explicación retomamos nuestro viaje. Era cuestión de tiempo que los guardias blancos volvieran con refuerzos. Elana no volvió a hablar en todo el camino. Parecía que tanto ella como yo ya estábamos cansados. Dejamos atrás el desierto de nieve y llegamos a una zona pedregosa en la que sólo se veían unos pequeños arbustos y animalillos un tanto extraños correteando de un lado a otro. Por fin, cuando ya no me quedaba esperanza ninguna, se empezó a ver a lo lejos un bosque con un río y al fondo del todo se veía el majestuoso castillo de Maloria junto a su ciudadela.

De pronto Elana se paró y silbó entonando una especie de cancioncilla. Yo me preguntaba para qué lo hacía, pero no dije nada, ya que supuse que en breves lo averiguaría.

A los pocos segundos se empezó a ver una nube de polvo que venía desde el bosque hacia nosotros. Yo me escondí detrás de unas rocas pensando que era algo peligroso, pero mi acompañante se quedó en medio del camino. Cuando estaban a menos de un kilómetro aproximadamente, descubrí que se trataba de dos bestias. No tardaron nada en llegar. Al llegar levantaron demasiado polvo y no pude ver como eran las bestias. Después de varios segundos se disipó la nube de polvo que nos envolvía. Yo salí de mi escondrijo y me quedé maravillado. Ante mi se hallaban dos criaturas muy parecidas a los tigres dientes de sable. Una de ellas parecía una hembra de color cobrizo, el otro era un macho joven y de pelaje negro. Medían tres metros, eran anchos, y tenían una melena bastante larga, no como la de un león, pero se le daba un aire. Eso sí, lo que más resaltaba en su espléndida figura eran sus gigantescos colmillos. Parecían haber sido sacados de un libro de historia o de un cuento. Elana no paraba de acariciar a la hembra. Parecía que la había echado de menos. Elana se subió sobre la hembra, a la que más tarde me dijo que crió ella y que desde pequeña llamó Sila. Al ver que yo no subía me preguntó:

Vanyn Teler'm Yut: La voz oculta en tu interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora