5.- Recuerdos.

424 55 15
                                    

"Atesoraba con su vida todos sus recuerdos más preciados. Cada momento con esa persona, cada segundo, lo aprovecharía aun si fuera el último". 


   Lee Taeyong

   P.O.V

   Sabías que algo no iba bien contigo cuando alzabas la vista al cielo y suspirabas, contemplando el horizonte, y en vez de querer observar un sol en su máximo esplendor, solo buscabas a una persona. Ahora esa persona que veía tan lejana como una estrella en el cielo, estaba a mi lado.

   ¿Será esta una buena oportunidad?

   Yuta, por favor, dame fuerzas para liberar mis sentimientos...

   Tantas cosas recurrieron por mi mente mientras caminábamos a paso lento por las calles de Japón, dirigiéndonos a un lugar del que solo él tenía conocimiento. Mi incertidumbre sería tan grande si no fuera porque estaba absorto en el contacto que había entre su brazo y mis hombros.

   —Es aquí —me comentó con un tono dócil, haciendo un ademán con el rostro para que me fijara al frente. Al oír su pequeña risa cantarina, creí que tal vez se dio cuenta de que lo estuve observando todo este tiempo.

   Y esperé con la ilusión de que así fuera.

   Al final solo le seguí el paso y fue así cuando un golpe de nostalgia llegó a mí en cuestión de segundos. Frente a nosotros, se hizo presente a nuestra vista, un camino de tablas de madera; embelesado por una fila interminable de árboles color rosa pastel. Pasaron tantos años pero nada en el mundo lograría que yo olvidara tal vista, la magnitud de un sentimiento de fascinación único.

   Este parque...

   —Ahora lo recuerdas, ¿no? —Yuta preguntó con un filo de timidez, aunque tal vez escuché mal.

   Honestamente, me sentí un poco indignado, ¿cómo podría borrar recuerdos tan preciados para mí? En esa época él y yo éramos aun más unidos: portándonos como adolescentes con no tantas preocupaciones, jugando videojuegos más de lo debido, desvelándonos para ver series animadas. Hace unos años viajamos a este mismo lugar y cuando lo miré bajo las flores de los cerezos, me di cuenta de que mis sentimientos estaban yendo más allá.

   Mucho más fuertes.

   —No, no lo recuerdo —respondí vacilando, en tono de broma. Él hizo un puchero casi invisible pero que se borró en cuestión de segundos, porque empezó a buscar en sus bolsillos para sacar su celular.

   —Mira esto —me mostró la pantalla de su aparato electrónico y apareció en su galería, una carpeta llamada "Osaka"—. Estas fotos, nos las tomamos justo de ese lado del parque, ¿recuerdas? —insistió el japonés, apuntando hacia una dirección un poco lejana. Siguió deslizando su dedo para así dejar pasar más imágenes, incluyendo una mía. Tenía más de las esperadas.

   — ¿Cómo es que aun tienes estas fotos guardadas? —le pregunté, claramente asombrado de ello.

   —Buena pregunta —desvió su mirada mientras trataba de buscar la luz del sol entre los hermosos pétalos rosados que cubrían el cielo en lo más alto de las ramas de los árboles. Yuta sonrió con delicadeza y fue ahí cuando sus ojos buscaron los míos—. Porque son recuerdos muy preciados para mí. Mucho más de lo que imaginarías.

   Un agradable hormigueo recorrió por todo mi estómago después de escuchar aquellas dulces palabras, dejándome sin habla.

   Al menos es bueno saber que no era el único que atesoraba todos nuestros recuerdos juntos.

Osaka dream | YuTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora